Ni el estallido ni el virus detienen a Servicio País
Pese a la crisis social que azotó a Chile el año pasado y la pandemia presente desde enero, los profesionales del programa siguen con su incansable trabajo. Cuatro jóvenes relatan su experiencia en algunas de las localidades más remotos y vulnerables de la región.
Los meses que han transcurrido desde octubre del año pasado han sido más que complejos. A la crisis social que inició el 18-O le siguió una pandemia planetaria que sigue causando estragos, afectando más allá de la salud en la vida de millones de personas.
En este contexto de problemáticas generalizadas, cabe destacar el trabajo que año a año realiza la Fundación para la Superación de la Pobreza por medio de su programa Servicio País, que lleva 25 años destinando a jóvenes profesionales de distintas áreas a comunidades aisladas y rezagadas de Chile, realizando trabajados en diferentes ámbitos para mejorar la calidad de vida de los habitantes de estos lugares, con su foco puesto en la pobreza multidimensional.
La Fundación señala que, frente a este escenario de crisis tanto social como sanitaria, "los profesionales de este ciclo se han dedicado principalmente a la emergencia y también a la reactivación. Por ejemplo, se ha apoyado el acondicionamiento de mercados rurales; se han realizado operativos de salud en sectores aislados; la preparación de rutas turísticas; o el apoyo permanente en ollas comunes, catastros de familias y en el Registro Social de Hogares para recepción de subsidios, alfabetización digital, entre otros".
Año a año son cerca de 4.500 los jóvenes profesionales que postulan a Servicio País, de los cuales contratan a 260. En el plano regional, este número se reduce a 16 (de 500 solicitantes), los cuales son asignados a seis comunas: Petorca, Cabildo, La Ligua, Santa María, Llay Llay y San Antonio, en las cuales el último año han realizado labores tanto para amortiguar los efectos de la crisis hídrica en la zona interior como para fortalecer la educación ambiental y, con motivo del teleaprendizaje, se apoyó también la enseñanza digital de escolares en campamentos de San Antonio.
En una publicación reciente, la directora regional de la Fundación para la Superación de la Pobreza, Florencia Hepp, sostuvo que "la pandemia fue un desafío para todos, tuvimos que adaptar nuestro modelo de trabajo, porque es de vínculo con la comunidad, así que tuvimos que atrasar nuestro ciclo, que siempre ha sido de marzo a febrero, y este año en marzo no pudimos partir inmediatamente, por la incertidumbre mundial, pero ya cuando tuvimos toda la claridad de lo que podíamos hacer y de cómo podíamos llegar, con todas las medidas sanitarias llegamos con los profesionales a los territorios".
Decisión con conciencia
Daniela Sánchez es trabajadora social, tiene 28 años y ha estado este último trabajando en la localidad de Valle Hermoso en La Ligua, donde siente que "he tenido la oportunidad de poner en práctica todo lo enseñado en la academia, además, vincularlo con todos los conocimientos de las lideresas y dirigentes locales, su experiencia ha sido fundamental para mi crecimiento personal".
Respecto de su llegada a Servicio País, la profesional recuerda que se dio "a través de la experiencia de un compañero de universidad, no era una persona cercana, pero supe de distintas compañeras y compañeros que él estaba muy contento de haber tomado la decisión de trabajar en un sector rural y que la comunidad en la que se había insertado era maravillosa".
"Sin duda es una decisión importante y que debe ser tomada a conciencia. En algunos momentos yo dudé de estar preparada, pero cuando me presentaron a mi dupla de trabajo, Iván Martínez (ingeniero comercial) sentí mucha confianza y seguridad en que sería una gran experiencia", agrega Sánchez, quien se sorprendió al momento de ser seleccionada, entre un total de 3.000 postulantes.
En cuanto a sus motivaciones para ingresar y, sobre todo, mantenerse en sus labores, la profesional apela a "la convicción de que es muy necesario para este país un trabajo descentralizado en donde las comunidades de los sectores más alejados tengan las mismas oportunidades que las más céntricas", agregando que también le llamó la atención "el enfoque promocional que se imparte desde la Fundación, ya que este permite trabajar de manera muy cercana con las personas reconociendo no solo sus necesidades y problemáticas, sino también visualizando y activando sus recursos".
Dificultades para generar lazos
La profesional, por cierto, admite que el principal desafío de su labor fue "construir un vínculo con la comunidad en el contexto de crisis sanitaria. Las personas de la localidad en general no manejan las nuevas tecnologías de comunicación, por lo que las redes virtuales nunca fueron una opción viable. En este escenario, en conjunto con nuestro equipo y jefe territorial Iván Silva, generamos una estrategia con el fin de acercarnos a las vecinas y vecinos tomando todas las medidas de precaución pertinentes".
Asimismo, afirma que "el contexto de pandemia potenció las problemáticas relacionadas a la escasez de agua, ya que las familias no poseen los medios de higiene básicos para prevenir y hacer frente a la emergencia sanitaria. Además de enfrentar la paulatina pérdida de empleos acrecentando la situación de pobreza".
pese a algunos cambios de enfoque o dificultades para realizar sus labores, daniela Sánchez (a la izquierda) y los demás profesionales de servicio país continúan con su incansable labor.
Nicolás Reyes Acevedo
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