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La Dirección de Obras Hidráulicas del Ministerio de Obras Públicas indica que "efectivamente existe un déficit de producción en el sistema de agua potable, no obstante se han hecho los esfuerzos para mitigar esto y se están analizando algunas alternativas para lograr la seguridad de abastecimiento a largo plazo". Mientras tanto, agrega, el organismo "ha contribuido con la construcción de cuatro pozos en 2019, que permiten el refuerzo de una de las impulsiones existentes. Además, expropió terrenos donde existía un antiguo pozo que era usado por particulares, que ahora será explotado por la cooperativa El Granizo para la producción de agua potable".
Acuíferos, sequía y gestión del agua
¿Pero son viables los sistemas de cooperativas o APR cuando los acuíferos no recargan o se requieren inversiones que están fuera del alcance de estas entidades? ¿Puede sostenerse una comuna turística como Olmué con esta factibilidad de agua?
Claudia Toledo piensa que la baja capacidad del acuífero en recargarse y la nula restricción en la construcción de pozos profundos, "nos lleva a una crisis casi irreversible si las lluvias no acompañan año a año". Agrega que "a nosotros, como APR, el turismo nos sacude fuerte, ya que quienes vienen no tienen la conciencia de quienes viven de forma permanente. Hemos aprendido por necesidad a ser eficientes en el uso del agua, a no desperdiciarla e incluso a reciclar en muchos hogares. Falta mucha educación y empatía. Nadie puede negar que el turismo mueve la economía de la comuna, pero debemos lograr un equilibrio para el desarrollo de ambos".
Luzgrady Hernández: "Sin duda que las cooperativas son viables en su estructura, el tema aquí es la escasez hídrica que ha afectado a moros y cristianos. La recarga de acuífero también ha complicado a sanitarias de la región, como Esval, que han informado que aseguran el agua hasta el 2021. También ellos en la comuna de Limache llenan estanques con camiones aljibe".
Luigina Pruzzo discrepa en parte de ese análisis, y opina que aparte de la escasez hídrica y sequía, "hay una débil gestión por gran parte de las APR. Problemas internos, inversión tardía o insuficiente, falta de planificación, entre otros, y eso no se puede desconocer", como tampoco la responsabilidad del Estado, "ya que este tema se veía venir hace más de 30 años".
Dice que para la Cámara de Turismo el problema del agua es un foco prioritario, que la entidad fomenta inversiones para el uso eficiente del recurso y apunta a una actividad de intereses especiales, que entienda y respete a la comunidad y al medioambiente, asumiendo que en lugares con la fragilidad ambiental de Olmué no se puede ni se debe fomentar el turismo masivo.
"En eso soy categórica. No debemos apuntar hoy a tener más o nuevas inversiones turísticas, sino que a solucionar el grave problema de la sequía y el cuidado medioambiental, tema que no es menor, entendiendo que somos núcleo de la Reserva de la Biósfera y tenemos especies endémicas que proteger. Además de asegurar, como prioridad, el abastecimiento de agua a toda la comunidad".
La dirigente del turismo también cree que en Olmué "hay un gran número de establecimientos informales y viviendas de veraneo en arriendo, que no entregan ninguna seguridad en sus buenas prácticas", por lo que es muy importante diferenciar entre el turismo formal y servicios informales.
Dos miradas disímiles
Para la concejal Sonia Muñoz (RN), las restricciones en el suministro de agua no son nuevas, en especial en los últimos años, en que el recurso escasea cada vez más. "Es verdad que el agua se da por horarios avisados" en algunos sectores y que en la parte alta el abastecimiento se realiza con camiones aljibe, indica.
"El problema no es de ahora, es de siempre. Han hecho pozos de 150 metros y sale un hilo de agua, la gente está llenando de hoyos por todos lados. Pero tampoco es que no haya agua para tomar, porque existen horarios y se está entregando agua mediante camiones por parte de la gobernación y de la municipalidad. Por eso mismo, conversamos con la empresa que va a transportar agua desalinizada" desde la Bahía de Quintero, complementa.
Una visión totalmente distinta tiene el concejal Pablo Altamirano (independiente/PS), quien se ha dedicado por más de 20 años a la radiestesia o práctica tradicional orientada a la búsqueda de aguas subterráneas, quien dice que el acuífero de Olmué "está deshidratado pero aún tiene recursos hídricos"; se plantea contrario a la gestión del agua por empresas privadas con fines de lucro y atribuye la situación presente tanto a la sequía hídrica como a "una mala administración del agua, poco solidaria y poco equitativa".
El edil sostiene que para la población en general un l/s significa entregar 864 lts. diarios para cien familias en forma permanente, de modo que organizaciones que tienen 43 l/s deberían proveer a 4.300 familias, o si extraen 11 l/s tendrían que hacerse cargo de mil. Pero, dice, el consumo normal cuesta más barato que el que pagan los usuarios que utilizan más agua -en el caso de Olmué localizados en el centro y la parte baja-, y se pregunta a qué clientes conviene más abastecer, de lo que concluye que "el agua está siendo mal distribuida", a la vez que menciona el caso del APR Cajón Grande, cuyos usuarios, enfrentados a restricción de agua, acordaron un máximo de 10 metros cúbicos al mes a distribuir a cada familia.
Altamirano está en contra de comprarle agua desalada al proyecto Aconcagua porque dice que en un 80% es para uso minero y viabilizaría el mega proyecto Andina, que de acuerdo a sus datos implicaría una generación de material particulado tal que convertiría a la región en una zona de sacrificio. "No tenemos otra vía de desarrollo que el turismo, ya que producto de la sequía la agricultura y la ganadería están en jaque y a punto de desaparecer, ¿pero vamos a hacer turismo con proyectos industriales pasando por el centro de la Reserva Mundial de la Biósfera? Si hay que traer agua desalinizada, lo podemos hacer, pero a través de una sanitaria municipal, de una cooperativa o una mesa de los APR y los costos los pagaremos nosotros", postula.
Lo mismo en el caso de que Esval entrara a operar en la zona utilizando agua del embalse Los Aromos, "que fue construido con recursos fiscales y es de todos los chilenos, de modo que como ciudadanos tenemos derecho de acceder a él y nosotros, con las organizaciones de la comunidad, nos encargaremos de llevar el agua", hacia los sectores altos de la comuna.
Mediano y largo plazo
Las soluciones a mediano y largo plazo son complejas. Para Luzgrady Hernández "una podría ser la carretera hídrica de la que tanto se ha hablado; también está Esval, donde es el Estado el que debe invertir, según se ha señalado en varias reuniones", o la opción del agua desalada del proyecto Aguas Pacífico.
Para Javier Otaegui la crisis no se resuelve explotando más las napas o mantos acuíferos, ya que con eso "sólo logramos secar más el bosque y degradar el cerro". Habría que esperar la retirada del Fenómeno La Niña y el regreso de las lluvias -panorama incierto- o buscar otra opción, que sería acceder al agua desalinizada, siendo rigurosos con los protocolos de la Reserva de la Biósfera, "pero entendiendo que es una solución para mantenernos con agua y llevarla a sectores que no tienen".
Pablo Arellano plantea derechamente acceder al agua del vecino valle del Río Aconcagua, "que maneja un promedio de 14 mil l/s mientras que Olmué, para el consumo de todos sus habitantes, necesita sólo 180 l/s", que se pueden transportar por gravedad desde la altura de El Romeral, a 400 metros sobre el nivel del mar, hasta Olmué, cuya plaza está a 150 msnm, por un costado del ya existente Canal Waddington. "Otra opción es construir una batería de pozos en el acuífero. Tenemos un presupuesto municipal de $5.300 millones. Si destináramos sólo 5% podríamos hacerlo", asegura.
Claudia Toledo, por su parte, piensa que a mediano plazo lo más concreto es el recurso desalado de Aguas Pacífico. "A largo plazo, esperamos una reforma al Código de Aguas, que nos entregue la garantía de poder abastecer a todos nuestros vecinos, en condiciones dignas y permanentes".
Para Luigina Pruzzo, "tenemos que ponernos de acuerdo en lo que queremos y cuáles son las alternativas, ojalá más de una y que las decisiones se tomen en casa, que no vengan impuestas. Debemos fortalecer urgente las APR, invertir en nuevos pozos y asegurar un mínimo de abastecimiento de agua a toda la población. También darle una solución definitiva a la ineficiente planta de tratamiento, pudiendo reutilizar esa agua".
Por otra parte, añade, "hay que ver si la compra de agua a Esval es tan factible y segura, entendiendo que la región en su totalidad tiene problemas hídricos. Y con respecto al proyecto de la planta desalinizadora aún genera algunas dudas y opiniones divididas, como que abastecerá a la minería como prioridad, pero a la vez se vislumbra como una solución definitiva". 2
con entrega domiciliaria y comunitaria de agua potable desde camiones aljibe se mitiga la dura escasez hídrica en la comuna.