Buscando historias en las patas de los caballos
1-¿Cómo entraste al mundo de la hípica y los abogados? -Tengo papá y tíos abogados y siempre me ha parecido un mundo atractivo. Admiro a los abogados, me parecen muy inteligentes y siempre he tenido una fascinación con ese mundo de conocimiento y entrega a los demás. Investigué y entrevisté. Visité la Corte, estuve en juicios, visité la cárcel, leí y me inmiscuí en todos los lugares que pude. La hípica era un mundo muy desconocido y no pude estar en vivo viéndolo por la pandemia, pero pregunté a gente que sabía. Tengo cercanía a los caballos y me gustan porque los he montado de chica en un campo que tenemos.
2-¿Qué pudiste reflexionar sobre las figuras patriarcales? -El Viejo, ese personaje que es como una sombra a lo largo de todo el libro, es quien pone la bomba que detona todo lo que pasa en la novela. Me imagino que una persona así puede haber existido y es increíble el efecto que puede tener, no solo en sus hijos, también en los nietos, en las nueras. Es una persona con una influencia pesada. Quizás mañana ya no seguirán edificándose estos personajes, porque las estructuras familiares han cambiado y ese mundo tan machista se ha diluido.
3-¿Cuáles son los temas que te obsesionan? -Me interesan los vínculos entre seres humanos, las relaciones que establecemos entre nosotros. En las dos novelas que he escrito hay un hilo conductor que tiene que ver con la familia, con la relación dentro de una pareja, la maternidad y la paternidad, lo filial con los hijos y el efecto de estos en la pareja. Son temas que me son cercanos de acuerdo a lo que he vivido. Vengo de una familia súper grande, con muchos hermanos, tengo hijos también y creo que la familia es el primer espejo en el que nos vemos.
La chilena Florencia Eluchans escribió también "Esa vida que imaginamos".
3 preguntas
Mónica Molina