Cristián Rojas M.

La Escuela de Arquitectura y Diseño de la Universidad Viña del Mar (UVM) está presentando un proyecto para cerrar la calle Valparaíso y transformarla en un bulevar peatonal, idea que cobra relevancia en el contexto de la pandemia, como una forma de permitir una circulación de transeúntes con más espacio entre ellos, y además para permitir a los locatarios gastronómicos extenderse hacia la calzada, y que hoy plantean como una iniciativa permanente, que se prolongue más allá de la crisis sanitaria y económica.

Sin embargo, tras la irrupción de ambulantes en dicha arteria, existen reparos por parte del comercio sobre la pertinencia de una medida de este tipo.

Al respecto, el director de la Escuela de Arquitectura y Diseño de la UVM, Joaquín Bustamante, detalló que "esto lo estamos trabajando desde el año pasado, y las preguntas son si es posible peatonalizar, qué beneficios tiene y qué impactos puede tener en la red".

En tal sentido, indicó que, luego del estallido social, "se vandalizó a la calle Valparaíso de manera bastante sistemática, y cuando llega el covid, a pesar del proceso de cierre que hemos vivido, se mantuvo activa, y eso a nosotros nos llamó la atención y empezamos a estudiar la calle Valparaíso desde otra perspectiva, más en lo esencial, qué es lo que la calle Valparaíso aporta en lo fundamental y qué es lo que hay que rescatar, y por qué la peatonalización puede ser importante en eso".

Estudio lo avaló

Luego de aquello, precisó Bustamante, "empezamos a detectar situaciones de conflicto que, potencialmente, aumentan la percepción negativa de ese espacio, producto de la inseguridad de la pandemia, entonces lo que hicimos en ese proceso fue decidir aplicar herramientas para poder medir rápidamente si la calle Valparaíso puede ser peatonal, si la podemos cerrar mañana, y aplicamos un software que se llama Space Syntax".

Tras ese estudio, "descubrimos que la calle Valparaíso, al transformarla en peatonal sin bloquear las calles transversales, no solo no produce ningún problema a la red en general, sino que además se maximizan sus atributos".

Pero la propuesta apunta más allá de la pandemia, y plantea establecer de manera permanente la peatonalización de esa importante y tradicional arteria viñamarina, al menos en el tramo comprendido entre Villanelo y la plaza Vergara, según indicó Bustamante, aunque hizo notar que perfectamente podría ser hasta Von Schroeders.

Consultado al respecto, el seremi de Transportes, José Emilio Guzmán, sostuvo que "siempre es bueno recuperar espacios para la peatonalización y va en línea con lo que han estado haciendo las grandes ciudades. Viña requiere espacios públicos amplios para que los peatones puedan transitar no solo como lugar de paso, sino que también para disfrutar y recrearse, sobre todo en el actual contexto en que es necesario que el comercio se reactive y los locales comerciales dispongan de un espacio más amplio para aplicar el distanciamiento físico".

Resguardar los cruces

Sobre la viabilidad para aplicar una medida así, la autoridad regional comentó que "en el caso de que se tome una determinación en este sentido, debemos resguardar todos los cruces perpendiculares de la vía, por la cuales continuarán transitando vehículos motorizados y transporte público, por tanto se deben revisar las señaléticas y la semaforización porque lo que no podemos permitir es que una medida que va en beneficio de los peatones, se termine transformando en un riesgo".

Asimismo, Guzmán advirtió que "cuando hablamos de recuperar espacio público, también implica retirar de la vía los vehículos estacionados, dado que en la actualidad implican un riesgo para quienes cruzan de una vereda a otra por la disminución de la visibilidad, pero además porque al tener esos automóviles estacionados todo el día, se está quitando espacio público vital que puede ser recuperado para el esparcimiento y para mantener el distanciamiento físico".

Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Viña del Mar, Rodrigo Rozas, planteó que "como Cámara de Comercio creemos que éste puede ser un proyecto importante, positivo, relacionado con la imagen de un sector histórico, que a la luz de todo lo que ha ocurrido en el último año sabemos que está bastante alicaído, que ha perdido valor debido a las incivilidades que hoy están presentes en todo el sector de la calle Valparaíso, que tiene que ver con la poca acción que han tenido las autoridades en el tiempo, que han visto como parte del paisaje la problemática, y lamentablemente, no han tenido intervención alguna".

Comercio ambulante

En tal sentido, advirtió que "primero se debe tener el control de problemáticas reales que están a la vista de todos, como el intercambio ilegal o comercio ambulante, como la venta de drogas, los robos, los hurtos, los asaltos, y por qué no decirlo, la limpieza y el mobiliario urbano, que se ha ido deteriorando día a día".

Si bien tiempo atrás, agobiados por la crisis económica desatada por la pandemia, los comerciantes habían solicitado cerrar la calle para que las cafeterías y restaurantes pudieran poner más mesas, incluso en la misma calzada, hoy reconoce que hacerlo "sería poner en riesgo a nuestros clientes, sería, sin duda, una oportunidad para que el intercambio ilegal, el comercio ambulante se tome las calles, ya que no tenemos ningún tipo de control policial, en ciertos sectores no hay un plan estratégico de cómo retirar los ambulantes, y ni siquiera en Estado de Excepción la Armada o las policías han podido sacar a los ambulantes".

"Sin bloquear las calles transversales no produce ningún problema a la red y se maximizan sus atributos".

Joaquín Bustamante, Director Escuela de Arquitectura y Diseño UVM

"Siempre es bueno recuperar espacios para peatonalización y va en línea con lo que han estado haciendo las grandes ciudades".

José Emilio Guzmán, Seremi de Transportes

"Sería poner en riesgo a nuestros clientes y una oportunidad para que el comercio ambulante se tome las calles".

Rodrigo Rozas, Pdte. Cámara de Comercio VIña

Una exitosa operación conjunta entre Aduanas, PDI, la Armada y el Ministerio Público logró una de las mayores incautaciones de marihuana del año, con un total de 3.505 kilos de marihuana prensada, escondida dentro de 3.406 paquetes que entraban a Chile vía marítima a bordo de tres naves diferentes que ingresaron el puerto de San Antonio.

La operación se inició en 2019 y participaron diversos organismos especializados. Equipos de la Aduana de San Antonio, en coordinación con la Subdirección de Fiscalización, accionaron sus recursos habituales de investigación y trabajo operativo para realizar revisiones documentales para todas las operaciones de importación relacionadas a la empresa investigada, así como la revisión física de todas las cargas relacionadas con ella e ingresadas en el periodo.

Una vez que las naves detectadas y seleccionadas llegaron al país, los contenedores fueron revisados por los binomios caninos de la Aduana y de la PDI. De esta manera, lograron aislar cuatro contenedores. Después de las revisiones de rigor, se encontraron con que dos contenedores arribados durante los últimos días de noviembre, y cuya documentación indicaba portar 1.328 cajas de cerámicos de piso, contenían en realidad 1.703,08 kilos de cannabis sativa. Otros dos contenedores que llegaron en los primeros días de diciembre y que no tramitaron su declaración de ingreso al país, contenían 1.802,18 kilos de cannabis sativa prensada.

Uno de los focos investigativos de Aduanas para detectar actividades ilegales, como el narcotráfico o el contrabando de diversos tipos de productos, ha estado centrado en el transporte marítimo. Se han desarrollado estrategias de fiscalización especiales en todos los puertos del país, con mayor atención en aquellos donde se concentra fuertemente el comercio exterior vía marítima, como son San Antonio, Valparaíso, Antofagasta, Iquique y otros.