Javier Ossandón

Por una crítica situación económica atraviesa el Centro de Grabación para Ciegos de Viña del Mar, debido a la falta de recursos para poder sostener el trabajo que por 36 años lleva realizando en favor de personas no videntes de la zona, a través de la grabación de textos y el desarrollo de distintas actividades de asistencia, todas las cuales benefician al día de hoy a unas 90 personas.

Se trata de una institución que nació en la Ciudad Jardín en 1984 y que por espacio de al menos 30 años ha ocupado como sede el segundo piso de la Cámara de Comercio y Turismo de Viña del Mar, ubicada en 2 Oriente N° 67, donde mantienen un estudio de grabación dotado de cinco cabinas y una biblioteca con registros de audio de distintos contenidos.

Sin embargo, la presidenta de esta institución, Rose Marie Michalland, confirmó que desde mayo no han podido seguir cancelando el arriendo, adeudando a la fecha más de $3 millones, situación que pone en claro riesgo la continuidad del centro en aquellas dependencias, pese a la consideración que, reconoce, ha tenido la Cámara de Comercio en todo este tiempo.

"Estamos en una situación muy difícil porque no tenemos cómo seguir manteniendo el centro. Por un lado, nos jugó bastante en contra lo del estallido social y luego la pandemia", precisó la titular del organismo, graficando ello en la suspensión obligada de la colecta anual que iban a desarrollar el 22 de octubre de 2019, mes marcado por la crisis social, y también de un bingo programado para este año, ante la imposibilidad de realizarlo por restricción sanitaria.

Subvención

Pero a este negativo escenario también se suma que hasta la fecha no han recibido una respuesta formal por parte de la municipalidad en relación a la solicitud que enviaron en febrero para postular a una subvención. "A comienzos de año nosotros pedimos la subvención municipal, como lo hemos hecho todos los años, pero hasta el día de hoy no tenemos respuesta y, al parecer, no vamos a recibir nada y estamos ya en una crisis. Yo no quiero cerrar, por ningún motivo, pero no sabemos cómo mantener el centro", relató con evidente angustia Michalland.

De hecho, ante la nula respuesta, a mediados de noviembre enviaron una carta a la alcaldesa, Virginia Reginato, y a todos los concejales en la cual explican su crítica situación y les piden "hacer un esfuerzo y nos ayuden a no cerrar esta institución".

Contactados por este Diario, los ediles Macarena Urenda (UDI), Jaime Varas (UDI) y Laura Giannici (DC) admitieron estar en conocimiento del grave problema que enfrenta el Centro de Grabación para Ciegos de Viña del Mar y expresaron que han comunicado en distintas sesiones del Concejo esta situación, acción que nuevamente harán este martes con el fin de que la alcaldía pueda pronunciarse al respecto y concretar alguna ayuda económica.

"Somos una de las municipalidades de Chile que más recursos entrega a distintas organizaciones comunitarias. Y esa política social, obviamente, se ha visto afectada producto de la pandemia y la baja de ingresos. No veo otra explicación para el retraso (de la subvención). Espero que esto se pueda zanjar en los próximos días", declaró Varas.

Por su parte, y sin consignar algún compromiso, el administrador municipal, Claudio Boisier, precisó que "para nadie es desconocido que el presupuesto municipal ha sufrido una inédita merma de cerca de $20.000 millones producto de los efectos de la pandemia y del cierre del Casino. La municipalidad está haciendo grandes esfuerzos por ayudar a las instituciones que tradicionalmente ha respaldado con recursos monetarios. Esperamos que muy pronto podamos volver a contar con los medios necesarios para respaldar a tantas instituciones y organizaciones que desarrollan una invaluable función de apoyo".

"Estamos en una situación muy difícil porque no tenemos cómo seguir manteniendo el centro".

Rose Marie Michalland, Presidenta del Centro de Grabación para Ciegos de Viña del Mar