Y AHORA QUÉ: ¿CÓMO PRONOSTICAMOS LAS VENTAS PARA EL año 2021?
ADMINISTRACIÓN. Cuando lo cuantitativo histórico no sirve, surgen las alternativas cualitativas.
En la actualidad los niveles de incertidumbre son importantes y, claramente, afectan a las empresas en una serie de puntos: los cálculos del capital de trabajo, las necesidades de capital de trabajo, la proyección de flujos de caja e, incluso, la valoración misma de las empresas.
Pero ¿cómo se han dificultado estos cálculos por el "efecto Pandemia"? Evidentemente, la proyección de ventas se hace más compleja, principalmente porque los métodos cuantitativos no alcanzan, pues la conceptualización de la historia, como buen pronosticador, se rompe por la contingencia y por la incertidumbre de los comportamientos de los clientes.
Empresas con historia
Problemas con las ventas y, por tanto, en sus posteriores pronósticos, hay muchos. Por ejemplo, qué pasa con las líneas aéreas, los hoteles, las agencias de viajes, los restaurantes, etc., ¿cómo pueden realizar sus pronósticos si claramente su sector ha sido uno de los más afectados por la pandemia?, ¿qué pasa con toda la experiencia acumulada y las tendencias? En el corto plazo, los métodos cuantitativos no sirven mucho y seguramente la utilización de escenarios generados desde una perspectiva cualitativa es la alternativa para poder pronosticar las ventas del 2021.
Introducción a los métodos cualitativos
La utilización del método PESTEL (variables Políticas, Económicas, Sociales, Tecnológicas, Ecológicas y Legales) es muy común en la utilización de pronósticos. Para desarrollarlo es necesario recolectar información en cada una de las variables desde fuentes externas confiables y se debe trabajar en dos niveles: uno a nivel del macroentorno y otro a nivel del sector. Justamente este último proporcionará la información necesaria para la construcción de los escenarios: optimista, neutro y negativo, que serán ponderados con el fin de asignarles una probabilidad de ocurrencia y finalmente permitirá calcular una esperanza de ventas.
Así, si las condiciones son marcadamente negativas, la ponderación de la ocurrencia del escenario negativo será el más gravitante en el total de la asignación.
Otro modelo que puede ser utilizado como complemento al PESTEL corresponde al método de opinión de expertos, que incluye antecedentes adicionales que ayudarán a configurar de forma más ajustada los pronósticos, al incluir otras variables que permitan ajustar las proyecciones.
Recordemos que siempre los escenarios tienen dos componentes: primero, la ponderación de ocurrencia, que será confeccionado con la ayuda de los modelos anteriores; y el segundo corresponde al monto de la venta asociada al escenario, por ejemplo, en el modelo optimista será la máxima capacidad de producción.
Un ejemplo
Supongamos una empresa de viajes que vende paquetes turísticos internacionales. Lo primero es destacar el efecto pandemia que claramente ha afectado a este sector, principalmente por el miedo que muestran los posibles consumidores al contagio. Así, las vacaciones que se están evaluando se verán afectadas por: el miedo a viajar en ambientes cerrados, la posibilidad de contagiarse en el destino, la restricción de desplazamientos y potenciales confinamientos, todo lo cual hace que las personas que puedan viajar, no lo hagan, rompiendo las tendencias de un pronóstico tradicional, afectando de esa manera la cadena de servicios relacionados.
Para poder determinar nuestro factor de ajuste, es necesario calcular escenarios que estarán marcados por: la generación de la posible vacuna y su aplicación, los rebrotes en Europa, la posible recesión, la incertidumbre económica asociada a la pandemia, la disminución de los ahorros, la distribución del 10%; y por el lado del PESTEL, los factores políticos, económicos y sociales que juegan un rol relevante: así, el análisis del conflicto de los pueblos originarios, la nueva Constitución, la desconfianza a los políticos, la crisis económica, la posibilidad de los nuevos estallidos sociales, los aumentos en los niveles de cesantía, etcétera.
Todo lo anterior hace presagiar para este sector un escenario negativo con una alta probabilidad de ocurrencia. Pero ¿qué es un escenario negativo? Eso dependerá y deberá plantearse en ventas bajas; si definimos que la probabilidad de ocurrencia de un escenario negativo podría ser un 45%, con un monto de ventas de un 40% bajo un año normal, con eso podremos construir una esperanza de ventas marcadamente a la baja, lo que nos muestra la necesidad de aumentar nuestro capital de trabajo, quizás nos adelante algunas decisiones estratégicas, nos plantee la necesidad de bajar algunos costos fijos y en definitiva prepararnos para un año difícil.