Tras la salida de Javier Torrente de la banca de Everton, comenzó la búsqueda de su reemplazante para las últimas diez fechas de la temporada 2020.

El entrenador argentino se despidió del club viñamarino tras la derrota con Unión Española del miércoles pasado en Sausalito. Los rojos habían quedado con nueve hombres sobre el final del primer tiempo, pero ni siquiera con ese handicap a favor pudieron revertir la derrota.

La situación es compleja en Viña del Mar, pues el margen de maniobra está condicionado por diversos factores: las medidas sanitarias producto de la pandemia podrían retrasar el arribo de un entrenador que venga desde el extranjero (ya pasó con el zaguero hondureño Denil Maldonado, quien demoró meses su ingreso al país producto de las tramitaciones originadas por el covid-19); el nuevo técnico debe aceptar un contrato que no perjudique los planes del club para 2021, teniendo en cuenta que el torneo terminará en febrero; y el escogido tiene que ser alguien que le otorgue confianza al Grupo Pachuca, como ha sido la tónica desde que los mexicanos compraron la sociedad anónima oro y cielo en junio de 2016 (desde esa fecha han pasado por Sausalito Héctor Tapia, Pablo "Vitamina" Sánchez, Gustavo Díaz y Javier Torrente, en dos periodos distintos).

Los plazos apremian y se han lanzado una serie de nombres como posibles cartas para llegar a Viña del Mar.

Dos que circularon como trascendidos confirmaron que no fueron contactados: se trata del exentrenador oro y cielo Víctor Hugo Castañeda, quien dirigió al equipo el 2012 y 2013; y el exdelantero e ídolo auriazul, Ariel Pereyra, quien hace poco dejó la banca de Magallanes (Primera B).

Desde La Serena, el otrora seleccionado nacional señaló que "no me han llamado y tampoco mi idea es andarme ofreciendo", mientras que el "Fantasmita" dijo que "nadie me contactó, sólo me llamaron un par de periodistas para preguntarme".

A quien sí llamaron desde la S.A. viñamarina fue a Víctor Rivero, un viejo conocido de Everton, equipo al que dirigió en el Ascenso durante 2015 y 2016. Pese a que estaba en los primeros lugares, el exarquero fue cesado de su cargo hace cuatro años y luego llegó Héctor Tapia, con quien el cuadro de la Ciudad Jardín terminó logrando el retorno a Primera División.

El extécnico de La Calera y Cobreloa se encontraba sin club después de su salida desde San Luis a fines de septiembre pasado. El jueves fue contactado por el club auriazul y se reunió personalmente con Pedro Cedillo, a quien no conocía personalmente.

La opción de Rivero aparece como la más concreta y se solventa en el conocimiento que tiene el entrenador del club y también en el conocimiento que tienen en diversos estamentos de la S.A. de su forma de trabajar.

"Es cierto, tuve una reunión en la que conocí al presidente y hubo un acercamiento con Everton", señaló ayer el técnico.

Otro de los aspectos que acercan al exarquero a Viña del Mar pasa por sus resultados en Unión La Calera, equipo con el que ascendió a Primera División enviando al Ascenso a Wanderers. Fue despedido del equipo cementero en 2018 tras perder siete partidos consecutivos, aunque se ubicaba en el quinto puesto y estaba en zona de clasificación a Copa Sudamericana.

Un punto que también puede resultar clave es la disposición que ha mostrado el DT de aceptar un vínculo que contemple sólo las diez fechas que restan, para posteriormente negociar un contrato más extenso que le permita desarrollar un proyecto de mediano plazo.

Al adiestrador oriundo de Valparaíso le atrae la idea de desarrollar una buena campaña en Everton para luego proyectarse en el Grupo Pachuca.

Tras desvincularse de San Luis este año, Rivero estuvo muy cerca de fichar en O'Higgins, que terminó contratando a Dalcio Giovanoli para reemplazar a Patricio Graff.

Si no prospera el fichaje del ex DT canario, otra de las opciones que podría evaluarse es un interinato de Cristian Ochoa junto a Antonio Martínez, hijo del expresidente evertoniano Antonio Martínez Seguí, quien se desempeñó como asistente técnico de Javier Torrente.

"Es cierto, tuve una reunión en la que conocí al presidente y hubo un acercamiento con Everton".

Víctor Rivero, Entrenador

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La partida del técnico Javier Torrente desde la banca de Everton probablemente ayude a descomprimir el ambiente en el camarín de Everton, equipo que en las últimas fechas sufrió dolorosas derrotas. Sin embargo no es seguro que alcance con el cambio en la banca para modificar el rumbo de un equipo que pareció fallar más en la interpretación que en la dirección. Desde afuera, siempre dio la impresión que el discurso del rosarino tenía un correlato en la cancha con las actuaciones de jugadores como Cristian Suárez, Rodrigo Echeverría y Juan Cuevas, pero hubo otros rendimientos que sobre todo en la última parte de la campaña bajaron ostensiblemente. Errores en la ejecución de penales, distracciones en momentos clave que terminaron costando puntos y fallas en el pórtico fueron desgastando el proceso del entrenador argentino, que tal como ocurrió en 2018, se fue en silencio.