Javier Ossandón

Si bien el 12 de diciembre de 2019 la mayoría de los concejales viñamarinos rechazó el presupuesto 2020 por considerar, entre otros aspectos, que presentaba una proyección de ingresos sobrestimados y que no se ajustaba a los efectos generados por el estallido social, todo en medio de serios cuestionamientos a la administración comunal, el pasado martes 15 de este mes la negativa para aprobar la propuesta financiera municipal 2021 por $101.248.713.000 se vio marcada por la incertidumbre frente al panorama económico producto de la pandemia de coronavirus.

Ocho rechazos y dos abstenciones sellaron la votación en el Concejo Municipal, instancia donde los ediles manifestaron sobre todo su temor por la operación de leaseback aprobada el pasado 1 de octubre y con la cual la municipalidad busca obtener $9.500 millones de alguna institución financiera por el inmueble municipal de 5 Oriente.

Sin embargo, el municipio aún no hace efectivo el llamado a licitación a través del sistema Mercado Público y algunos concejales ponen en duda el nivel de interés de la banca bajo el contexto económico y sanitario que vive el país. Frente a ello, el edil Rodrigo Kopaitic (RN) precisó que "nadie nos puede garantizar al día de hoy, con mediana certeza, que ese leaseback va a llegar a buen puerto y que esos dineros van entrar. Si no es así, claramente el municipio está en una situación muy complicada, porque como lo señaló el director de Administración y Finanzas, esos $9.000 millones en el presupuesto están considerados para soportar gran parte de la deuda flotante que va a quedar del presupuesto de este año".

Desfinanciamiento

De hecho, para la concejala Pamela Hödar (UDI) "el leaseback tiene contemplado por lo menos casi $5.000 millones para pagar deudas. Y si no entran (esos fondos), nosotros estaríamos desfinanciados en el primer trimestre. Por lo tanto, tampoco es viable dejar un presupuesto amarrado para una nueva administración sin contar con la seguridad de que vamos a tener los recursos".

Una visión similar expuso la también edil gremialista Macarena Urenda, quien mencionó en Concejo sus aprensiones frente a la operación, ahondando luego, y por escrito a la alcaldía, que "no tengo ninguna certeza de que los dineros que se consideran ingresos lleguen efectivamente a las arcas municipales para el próximo año".

Consignó, además, que de acuerdo al último informe de la Dirección de Control, "ésta advierte un resultado negativo en la ejecución presupuestaria de más de $9.000 millones al 30 de septiembre de este año, lo que hace presumir que esta deuda llegará fácilmente a los $17.000 millones a fines de diciembre en curso. Lo anterior sin considerar las deudas de corto y largo plazo. Por ello, estimo que se iniciará el próximo año con un presupuesto desfinanciado y no visualizo una política de ahorro interno significativa ni menos una búsqueda de ingresos alternativos para mejorar la situación".

Ahora, de concretarse esta operación, la concejala Marcela Varas (PPD) advirtió que no aliviará del todo la situación económica municipal, por cuanto generará un importante compromiso financiero que deberá asumir la casa consistorial. "Ello conllevará necesariamente efectos colaterales, tales como altos intereses, que también deberán ser absorbidos por el municipio". A su juicio, "el presupuesto de la alcaldía apuesta peligrosamente a un supuesto, que es que se darán todas las condiciones para llevar adelante el leaseback presentado por la administración como el gran salvavidas de la situación financiera que vive el municipio".

"hay muy poco riesgo"

Quien no comparte este negativo panorama es el concejal Jaime Varas (UDI), presidente de la Comisión de Finanzas del Concejo Municipal, cuya abstención se sumó a la de Gabriel Mendoza en la votación del presupuesto. En este sentido, enfatizó que "hay muy poco riesgo de que esa operación fracase", explicando, a su vez, que se han cumplido cabalmente todas las etapas del proceso, por lo que "bajo ningún punto esa operación está retrasada o ha presentado dificultades".

Es más, señaló que "la autorización del Ministerio de Hacienda llegó recién hace una semana. Entiendo que además las bases de licitación ya están terminadas y listas para subirse al portal (Mercado Público) y, por lo tanto, yo creo que a fines de febrero, en el mes de marzo, esa licitación va a estar finalizada".

No obstante, considera plausibles las aprensiones expresadas por su pares, precisando que "la economía es un tema complejo y nosotros no tenemos certeza ni una bola de cristal para determinar cómo va a comportarse la economía del país y menos la economía de la ciudad, la que también está sujeta a las contingencias de eventuales retrocesos en las etapas del plan Paso a Paso, y eso sí puede llegar a afectar la economía de la ciudad".

Eventuales ajustes

Cabe consignar que debido al rechazo del Concejo al presupuesto municipal, la normativa establece que regirá para el próximo año la propuesta presentada por la alcaldía.

En este escenario, para el concejal Víctor Andaur (PC) los primeros seis meses de 2021 serán claves, porque "es donde hay mayor ingreso, llegan platas por el pago de contribuciones, el pago del aseo, el pago de patentes, y por lo tanto, van entrando recursos frescos al municipio. Luego, en la otra parte del año entra muy poco. Entonces, la seguridad con respecto al presupuesto de si se puede mantener o no y hasta dónde, depende justamente de esa llegada de recursos en los primeros seis meses, que son claves".

Y clave también será para conocer el estado con que el municipio enfrentará el nuevo año, el informe financiero del cuarto trimestre de 2020, documento que para Marcela Varas es gravitante. "Evidentemente, la ejecución presupuestaria del último trimestre 2020 nos dará una señal de las dificultades que podemos enfrentar en los siguientes meses, lo cual, objetivamente, debería llevar a ajustar el presupuesto a la realidad y a las necesidades de la comuna", aseveró.

Coincidió en este punto Rodrigo Kopaitic, quien afirmó que la evolución de los primeros tres meses de 2021 determinará una eventual modificación presupuestaria, acción que, por ley, debe ser propuesta por el jefe comunal, en este caso la alcaldesa Virginia Reginato, cuya administración finalizará el 24 de mayo.

"La mayoría de los concejales, por un tema de responsabilidad, optamos por rechazar este presupuesto. Eso no obsta que nosotros, de acuerdo al primer informe trimestral (2021) que tengamos de las finanzas municipales, podamos hacer los ajustes necesarios al presupuesto del 2021, ya sea a la baja o ajustar el presupuesto a la realidad de ingresos de ese momento. Ahí vamos a tener una responsabilidad seria, porque tenemos que entregarle a las próximas autoridades que entren un municipio lo más ordenado posible en cuanto a la finanzas".

"Nadie nos puede garantizar al día de hoy, con mediana certeza, que ese leaseback va a llegar a buen puerto y que esos dineros van a entrar".

Rodrigo Kopaitic, Concejal (RN)

"El leaseback tiene contemplado por lo menos casi $ 5.000 millones para pagar deudas. Y si no entran (esos fondos), estaríamos desfinanciados".

Pamela Hödar, Concejala (UDI)

"El presupuesto de la alcaldía apuesta peligrosamente a un supuesto, que es que se darán todas las condiciones para llevar adelante el leaseback".

Marcela Varas, Concejala (PPD)

"Hay muy poco riesgo de que esa operación fracase (...) bajo ningún punto esa operación está retrasada o ha presentado dificultades".

Jaime Varas, Concejal (UDI)