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jeannette von wolfersdorff explica que la desigualdad estructural del país se debe tomar en serio.
unos pocos tienen acceso a capital, lleva a lo que el FMI denomina "proceso autorreforzante", que implica que va a tener su family office, más especialización para hacer mejores inversiones con más riesgo, que pueden compensar con otros portafolios y armar estrategia de inversiones. Con esto, normalmente van ganando cada vez más peso versus el que solo tiene su empleo. Esa es una desigualdad muy estructural que hay que tomar en serio. Hay herramientas en las que todavía no entramos en profundidad en Chile. Espero que podamos empezar a hablar de predistribución. Este es el efecto de cómo tener capital beneficiando a la ciudadanía más ampliamente en vez de apostar a remediarlo ex post, cuando el capital ya aumentó su valor.
-¿Cómo se puede transformar en inversores a ciudadanos con sueldos precarios? Es la realidad de más de la mitad de los trabajadores.
-Se puede usar una herramienta que se aplica desde 2016 en Reino Unido y que se está conversando que en algunos think tanks en California, EE.UU. El Foro Económico Mundial promueve el debate por un fondo de inversión ciudadana que se crearía y que en Chile podría crearse con reglas parecidas. El Banco Central podría quedar a cargo de este fondo y un porcentaje importante se invertiría en la economía de Chile, además en instrumentos internacionales. Pero la gracia sería que los dividendos podrían beneficiar a ciertos grupos de la ciudadanía, pero como transferencia directa, lo que implicaría un cambio constitucional. Sería un vehículo autónomo parecido al fondo de pensiones de Noruega, con la idea de crear un capital que se va acumulando con el tiempo. Además, con una parte podría financiar venture capital (capital de riesgo para invertir en emprendimientos con potencial de crecimiento). Sabemos que en Chile la disponibilidad es baja en comparación con otros países. Es te fondo podría invertir en ella y ante todo crear un vínculo nuevo adicional de la economía con los ciudadanos. Podría ser una herramienta complementaria con otras para que, cuando a la economía le vaya bien, la gente también sienta de forma directa que a ellos también le va bien.
-¿Y de dónde sale el dinero de ese fondo?
-He pensado sobre cómo capitalizar como primer paso. El mecanismo de la base de cálculo de las patentes podrías ser una base interesante para pensar en un primer pago único desde las empresas más grandes hacia este fondo de capital ciudadano. Las patentes, en 2019, según datos de la Contraloría General de la República, sumaron cerca de mil millones de dólares. Si uno pensara en tener un pago único por la crisis, parecido a una patente, que tiene base de cálculo establecida con la ventaja de no tener que calcular el patrimonio personal, que es muy complejo, pienso que tendría mucho sentido. Se calcula que al 3% podrías pagar a 10 mil personas cercano a 400 mil pesos mensuales. Sería un grupo pequeño, pero a lo menos sería el inicio. Este desafío de evitar la concentración de la riqueza y el patrimonio no es exclusivo de Chile, sino que de todos los países de la OECD. Para Chile sí es especial, por el alto nivel de esa concentración.
-¿De qué otra forma se recauda más?
-Otra herramienta que uno debería poner en el debate es el impuesto a las herencias, que es la razón por la cual en buena medida se crean estructuras muy rígidas entre una generación y otra o se crean grupos de la sociedad que obedecen a lógicas casi feudales, porque traspasan la riqueza de una generación a otra, lo que no tiene nada que ver con el mérito, que ya tuvo oportunidades muy desiguales por ser hijo de quién es. Cuando tú miras los ingresos por impuestos y donaciones, alcanza entre el 0,04% y 0,06% del PIB. Esto es sumamente bajo. Este impuesto recauda poco. En todos los países el FMI advierte que este tipo de impuesto debiera revisarse como un pacto entre las generaciones y como filosofía del emprendedor, del empresario. Me parece muy interesante de pensar si lo que un empresario armó en su vida, en una de esas, en vez de dejárselo al fisco en general, que hoy casi no recauda, no solo le pague dividendos a personas que lo necesitan, sino que además tenga la ventaja de que filosóficamente se establezca como un nuevo pacto en que invertirían en emprendimiento, en la economía a través de un vehículo del mercado como sería este fondo. Sería un círculo virtuoso interesante. Eso sí, implicaría repensar cómo cobramos la herencia, cómo se definen los impuestos sobre ellos, porque hoy los vehículos corporativos no tienen propietarios, pero sí beneficiarios.
-¿Cómo resuelven esto en otros países?
-En Reino Unido cada 10 años tiene que valorizarse el patrimonio neto de estos vehículos que pueden ser como el holding final y se paga como el 6% sobre este valor neto. De ese modo se anticipa como si fuera un impuesto a la herencia, ya que como no hay heredero del trust, los beneficios terminan en una persona jurídica. En Alemania hay una regla parecida, donde cada 35 años tiene que pagarse un impuesto a la herencia a estos trust, con un porcentaje más alto. Me parece muy interesante a nivel más filosófico tributario, de justicia económica, repensar cuando vemos que tenemos que hacer algo con los impuestos a la herencia en Chile. Es un elemento de moral tributaria muy importante para el que hereda y tiene la ventaja doble de no solo tener que pagarles dividendos a las personas que no tienen herencia, sino también de permitir una capitalización de un fondo que además pudiera darle venture capital a segmentos de empresas que hoy día tienen escasas herramientas de apoyo financiero.
-Para que exista esa moral debiera existir conciencia de la desigualdad. ¿Tiene esa conciencia la elite?
-Hemos naturalizado la desigualdad en Chile por la forma en que viven las personas. Yo me cuento entre esa elite, es evidente que no vemos la desigualdad. Es una realidad que no nos toca y no podemos entender qué implica vivir de esta manera. Aquí quiero recordar otra de las recomendaciones de Aristóteles: que los hijos de la elite también vayan al colegio en conjunto con los hijos de la polis, y que además se vistan igual. Esto, para armar polis, ciudadanos. Quienes vivimos en Vitacura, Las Condes, Providencia, vamos a colegios privados, clínicas privadas, nuestras casas en la playa y esto es como si fuera un país casi separado. Para armar sociedad tenemos que compartir más valores y en este sentido tenemos que compartir más la educación, la salud. Esto no va a ser posible mientras no cambiemos la integración y la equidad en el sistema educacional y salud, que, aunque al final podamos pagar una mejor habitación en la clínica, todos los ciudadanos tengamos una base común, que nos atendamos en el mismo consultorio, compartiendo la misma lista, el mismo médico. Estas son preguntas muy filosóficas que van en la línea de qué es lo que el dinero debiera o no comprar. Porque finalmente la libertad de elección sólo la tiene la elite. Nosotros necesitamos tener una base equitativa en común y sobre ella tener libertades adicionales, pero tiene que haber más aspectos en nuestra democracia que no puedan ser comprados con dinero y eso es algo que de todas maneras tenemos pendiente por definir en nuestro país.
-¿Qué pasa cuando el Poder Legislativo, donde se toman las decisiones, tiene vínculos con dueños del gran capital? ¿Cómo pueden los ciudadanos presionar para que este tipo de relación sea más transparente?
-Es la razón por la cual Aristóteles dijo hace dos mil años que cuando hay demasiada concentración de la riqueza, eso no es compatible con una democracia estable. Esta excesiva concentración finalmente permea todos los niveles de la sociedad, porque se contratan exministros, asesores que tienen sus conexiones en el Congreso. Hay múltiples formas sutiles que hacen que el que tiene más capital puede influir más en el Congreso. A la vez, eso lleva a tanta tensión que vemos la sobrerreacción del otro lado y eso es lo que ya había diagnosticado Aristóteles, que termina en políticas polarizadas de ambos lados, porque están condicionados desde el que tiene, que después recibe la respuesta excesivamente polarizada del que no tiene.
-¿Es posible tener un debate de este nivel en Chile?
-Cuesta mucho tener una opinión independiente y autónoma porque en un mercado chico y concentrado hay castigos para el que trata de regular o que critica a la elite, lo que hace que lo que vemos en los medios no solo esté posiblemente influenciado por los grupos económicos asociados, sino que también vemos que, cuando hay alguna crítica, se es excesivamente cuidadoso de no necesariamente tener el lenguaje claro y preciso que requiere un análisis económico objetivo. Faltan voces de economistas, de analistas que con más libertad analicen estos fenómenos sin sensacionalismo, pero de forma constructiva, haciendo ver las fallas estructurales que existen. Y por otro lado, tenemos que repensar la regulación de los conglomerados financieros, entender mejor cómo evitar conflictos de interés y problemas de competencia que se dan cuando grupos económicos combinan actividades financieras con actividades productivas. Ya hay países, como Israel, que legislaron al respecto, porque esto es casi imposible de controlar. 2
Aristóteles dijo hace dos mil años que cuando hay demasiada concentración de la riqueza, eso no es compatible con una democracia estable. Esta excesiva concentración finalmente permea todos los niveles de la sociedad, porque se contratan exministros, asesores que tienen sus conexiones en el Congreso".
Faltan voces de economistas, de analistas que con más libertad analicen estos fenómenos sin sensacionalismo, pero de forma constructiva, haciendo ver las fallas estructurales que existen. Y por otro lado, tenemos que repensar la regulación de los conglomerados financieros".
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