A la espera de un razonable salvavidas
Junto a la clausura de patios de comida aparecen otras restricciones que también afectan al castigado sector gastronómico. El sacrificio hay que entenderlo cuando se informa 1.726 nuevos casos de covid-19 en el país, con 11 lamentables fallecimientos. En la Región de Valparaíso los números no ceden: 96 nuevos afectados y un total de 757 casos activos.
Los patios de comida son puntos críticos en los congestionados centros comerciales en estos tiempos de pandemia. Allí se concentra gran cantidad de personas que consumen alimentos preparados que expenden diversos locales.
En los puntos de venta se forman filas y el distanciamiento es teórico. Posteriormente, el consumo de los alimentos recibidos en bandejas o envases es consumido en el mismo lugar, lo que necesariamente supone el retiro de la mascarilla y la cercanía entre personas y grupos, generalmente familias con niños de difícil control. Por esas circunstancias las condiciones de funcionamiento de esos recintos exigen el respeto a las normas en ventilación y aforo.
Hay un alto riesgo y, por tanto, la autoridad sanitaria debe velar por el cumplimiento de las normas aplicando sanciones cuando corresponda. En esa línea, se prohibió el funcionamiento a dos patios de comida de centros comerciales "por no contar con ventilación natural", según informa el seremi de Salud, Francisco Álvarez, iniciándose los procesos del caso.
Esta medida coincide, además, con el retroceso ayer a la fase 2 de la lucha contra el covid-19 de las comunas de Valparaíso, Viña del Mar y Concón. En esta etapa se prohíbe a restaurantes y cafeterías la atención de público en lugares cerrados, con lo cual, más allá de las clausuras mencionadas, no podrán funcionar otros patios de comidas situados al interior de centros comerciales.
Además, las normas de la fase 2 limitan el libre desplazamiento de personas los fines de semana y festivos. Así, la golpeada gastronomía esos días únicamente podrá operar con la modalidad de reparto a domicilio, delivery, para usar la salvadora palabra de moda.
Y las restricciones, más la suspensión del tradicional Año Nuevo en el Mar, están castigando tanto a la hotelería como a la gastronomía, en la que el rubro de los patios de comida es solo un aspecto. Las pérdidas por las limitaciones en estas celebraciones de fin de año en que habitualmente llegan a la zona más de 900 mil personas, alcanzan los US$ 53 millones, afirma Pier-Paolo Zaccarelli, presidente de la Cámara Regional de Comercio de Valparaíso.
Y esta caída en el ingreso regional es una bomba de racimo que deja muchas víctimas, aumentando el desempleo, destruyendo emprendimientos y frenando nuevas iniciativas.
Pero este sacrificio frente a la larga lista de limitaciones hay que entenderlo cuando se informa 1.726 nuevos casos de covid-19 en el país, con 11 lamentables fallecimientos. En la Región de Valparaíso los números no ceden: otros 96 afectados y un total de 757 casos activos.
Y junto con entenderlo hay que esperar un razonable salvavidas para aquellos que son la punta del iceberg en la emergencia económica que acompaña a la pandemia.