Jóvenes en pandemia: relato triste de los cuartos medios
Entre las clases interrumpidas por el estallido social y la educación online a la que obligó la emergencia por el coronavirus, los estudiantes que egresaron esta semana de su enseñanza media en ceremonias con distancia y pocos abrazos, se sienten poco preparados para sus próximos desafíos. El principal y más próximo, una prueba inédita de ingreso a la universidad.
Son los primeros graduados de una crisis sanitaria que aún persiste y amenaza con un nuevo año de restricciones y confinamiento. Iniciaron su último curso con grandes expectativas, pero las clases presenciales no duraron más allá de un par de semanas. Ahora, alejados de compañeros y profesores, los egresados se preparan para enfrentar una nueva prueba de acceso a la enseñanza superior.
Según datos de la Seremi de Educación de Valparaíso, 21.271 alumnos cursaron cuarto medio este año en la región. De ellos, 6.680 lo hicieron en colegios municipales, 11.232 en particulares subvencionados, 2.150 en particulares pagados y 1.209 en establecimientos del sistema de administración delegada.
La inseguridad frente a los contenidos a evaluar, las condiciones en las que se rendirá la prueba y la carga psicológica de todo un año en pandemia, hacen que los recién graduados se sientan en desventaja.
Una experiencia desigual
El 16 de marzo, a dos semanas de confirmarse el primer caso de coronavirus en Chile, el Ministerio de Educación suspendió las clases a nivel nacional. Ante esta medida, muchos establecimientos acudieron a la tecnología para implementar una nueva modalidad de enseñanza: las clases virtuales.
María Jesús Vilicic, egresada del Colegio Robles de Villa Alemana, considera que, en su caso, la ejecución de este formato fue positiva. "Al principio costó un poco, pero nos fuimos acostumbrando. Partimos teniendo clases por Classroom (Google) y luego por la plataforma Zoom, y nos armaron un horario que duró hasta fin de año", comenta. Algo similar describe Matías Segura, del Colegio Sagrados Corazones de Viña: "Tuve la suerte de tener clases virtuales de lunes a viernes, que iban desde las 9 hasta la 1 de la tarde."
Sin embargo, por diversos factores, hubo quienes no pudieron acceder a ellas de manera óptima. Según el primer informe al respecto, publicado recientemente por el Instituto de Estudios Avanzados en Educación de la Universidad de Chile, solo 4 de 10 estudiantes recibieron clases diarias durante gran parte de 2020, y los alumnos de colegios particulares acumularon muchas más horas frente a sus pares del sistema público.
Numerosos exalumnos de cuarto medio en la región debieron enfrentarse a una educación intermitente. "Por un tema de organización, no tuvimos clases regulares. Estuve todo el primer semestre con días en los que no sabía si tenía que conectarme o no, porque no había coordinación. Los profes tenían libre albedrío para decidir si mandaban una guía o hacían una clase virtual", cuenta Tamara Vega, egresada del Colegio Santo Domingo de Guzmán, de Playa Ancha.
"En septiembre recién compraron una plataforma para ordenar el sistema, pero ya se estaba terminando el año. De todas formas, teníamos clases cada 15 días: una semana tocaban ciertas materias y a la siguiente otras, así que fue un poco complicado", agrega.
En algunos casos, sin embargo, la situación logró normalizarse con el tiempo. "El primer semestre comenzamos con trabajos sin nota, y las clases eran irregulares, no era obligatorio entrar a ellas y no corría la asistencia. Para el segundo semestre empezamos con horarios fijos, evaluaciones y trabajos con nota", comenta Sebastián Araya, exalumno del Colegio Kingstown de Viña del Mar.
Graduarse sin ritos
"Muchos egresados han presentado sintomatología ansiosa y de tipo depresiva debido al confinamiento en el cual hemos estado este año. En general, estas situaciones crean confusión respecto a lo que ocurrirá en un futuro cercano, generando también angustia. Puede afectar también el tema de sus relaciones interpersonales, que ha
Lejos de las ceremonias masivas que caracterizan el fin del ciclo escolar, las ceremonias de graduación este año estuvieron marcadas por las exigencias sanitarias.
Constanza Peña Moya
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