Don Carlos van Buren Vallejo realizó muchas actividades empresariales en su vida. Fue banquero, organizador de empresas industriales y un agudo inversor en el mercado accionario. Pero, en todos los documentos que se refieren a su persona, el que más destaca es el de su rol como filántropo.
Porque junto con su destacada carrera en el mundo de los negocios, donde llegó a ser presidente del Banco Edwards, director y consejero de diversas compañías industriales, don Carlos ayudó permanentemente con importantes sumas de dinero en favor de obras de caridad y sociales; estimuló a los estudiantes, ayudó a los bomberos, a los colegios, a los hospitales, a los huérfanos, inválidos, instituciones científicas y culturales, entre otras.
Es decir, una amplia gama de actividades, donde no solo puso su dinero y esfuerzo, sino que también se involucró personalmente, al tiempo que siempre trataba de invitar a sus socios de los negocios en todas sus aventuras de beneficencia. Esta dedicación personal de Van Buren fue fundamental en dos instituciones emblemáticas de nuestro país: el Hospital Carlos van Buren y la Universidad Federico Santa María.
En el caso de la Universidad, antes de morir don Federico Santa María dejó como legado su fortuna para la construcción del establecimiento. Designó como albaceas a Agustín Edwards, Andrew Geddes, Juan Brown y Carlos van Buren. En este ámbito, don Carlos tuvo un rol fundamental en la materialización de la voluntad de Santa María. Entre sus bienes figuraban bonos de azúcar de la Bolsa de París, los cuales fueron afectados por una fuerte crisis económica. Van Buren se instaló en Europa hasta que la fortuna pudo ser recuperada.
En el Hospital, don Carlos asumió la administración de este cuando se encontraba parcialmente destruido por el terremoto que afectó a Valparaíso en 1906. Con su trabajo y su dinero, el "San Juan de Dios" no solo fue recuperado, sino que se situó entre los mejores recintos hospitalarios de la región. En reconocimiento a su extraordinaria labor, un mes después de su muerte, el Hospital lo homenajeó con su nombre.
Diversos estudios coinciden en que la filantropía juega un rol fundamental en el desarrollo de los países, especialmente en algunos sectores. En este sentido, si bien los fondos recaudados por este concepto son, en su conjunto, mucho menores que las ayudas estatales, su incidencia en sectores como la Salud y la Educación es muy importante. En salud, por ejemplo, la filantropía es el tercer mayor aportante de recursos en el mundo. En educación, su influencia es gigantesca. Muchas de las mejores universidades de Estados Unidos fueron fundadas por filántropos, como Harvard y Stanford, entre otras. Pero eso no es todo. Hoy, la mayor parte de ellas vive de los fondos de donación que han logrado ir captando en el tiempo. Así las cosas, muchos de los edificios, becas de alumnos e incluso el financiamiento de profesores son financiados con recursos de donaciones.
En Estados Unidos existe una larga tradición en torno a la filantropía. Por ello, no es raro que los grandes empresarios donen su fortuna a fundaciones, como es el caso de la de Bill y Melinda Gates, que hoy da cuenta de cerca del 50% del dinero donado en el mundo. Nuestro país, en cambio, a pesar que tiene otros personajes notables en su historia, comparado en términos de recursos aportados, no se caracteriza por tener una "cultura de la filantropía" importante.
Una parte significativa de la fortuna que logró don Carlos durante su vida la legó a instituciones en las que había participado y le encomendó a su sobrina y ahijada, Olga van Buren, constituir una fundación, la cual todavía otorga becas de estudios para mujeres de escasos recursos. Esta cualidad filantrópica fue, sin duda, un ejemplo para muchos y uno de los legados más relevantes que nos dejó. No solo por las obras en las que se involucró, sino porque de alguna manera fue un pionero en una labor que hoy en el mundo es reconocida como fundamental.
Este libro, recoge este espíritu. Por un lado, saluda los 90 años de trayectoria de la Fundación Van Buren. Por otro, el libro nos invita a reflexionar sobre el valor y la necesidad actual de potenciar la filantropía, a través del conocimiento de la vida y obra de este benefactor.