"Cobra Kai": una cuestión hecha de perspectiva
La tercera temporada de la serie basada en "Karate Kid" está entre lo más visto en Netflix esta semana. Vuelve el señor Miyagi y las artes marciales en gloria y majestad.
En 1964, un adolescente de 17 años llamado Robert Mark Kamen fue salvajemente golpeado por una pandilla juvenil. Como consecuencia, entró a estudiar artes marciales pero se decepcionó rápidamente de su maestro, un karateka obsesionado con la venganza. Hasta que descubrió el Goju Ryu, estilo fundado en Okinawa por Chojun Miyagui. Años más tarde, cuando trabajaba como guionista para Hollywood, fue encomendado por el productor Jerry Weintraub para adaptar al cine un artículo sobre un niño que se convirtió en cinturón negro para defenderse de los matones del barrio.
A Kamen no le costó combinar esa historia con la suya para escribir "Karate Kid", película dirigida por John G. Avildsen ("Rocky") que fue uno de los grandes hits cinematográficos de 1984, con Ralph Macchio interpretando a un alter-ego de Kamen y Pat Morita en el kimono del Señor Miyagi, personaje inspirado en los maestros orientales que el guionista conoció para fortalecer la seguridad en sí mismo.
"Karate Kid" y las dos secuelas que le sucedieron, consistió en una trasplantación del cine de artes marciales al rentable contexto de las cintas para adolescentes que triunfaban en la época. A pesar de sus falencias y lugares comunes, quedaron estampadas en la memoria de una generación; susceptibles a posteriores referencias, homenajes y explotaciones. Fueron los mismos protagonistas de la saga -un Ralph Macchio que navegaba por los mares del olvido y William Zabka, su rival en las películas- quienes comenzaron a revivir a sus viejos personajes en tiempos en que la industria de la nostalgia comenzaba a sacar buenos cálculos. En 2013, ambos aparecieron en un capítulo de "How I Met Your Mother" tras figurar en humoradas de Internet y en el videoclip de una banda llamada No More Kings. Cuatro años más tarde fueron convocados por tres productores ejecutivos de poca experiencia para protagonizar "Cobra Kai", serie que se estrenó en Youtube Red en 2018 y, debido a su baja sintonía, fue cancelada. Netflix acudió entonces en su ayuda como rescatistas de la memoria colectiva y productores de artefactos vintage para una generación infantilizada. Estrenó dos temporadas en 2020 y ahora contraataca con un tercer ciclo que ocupa el puesto número 2 de las producciones de la plataforma más vistas en Chile por estos días.
Los seguidores ya deben saber lo básico: que Johnny es ahora un borracho impulsivo y derrotado; y Daniel, un exitoso vendedor de autos. También que, aunque los vemos pelear, ocupan los roles de mentores para una nueva generación que incluye al hijo y la hija de ambos, además de un adolescente latino que carga con el esfuerzo y la épica que recaían sobre Daniel en los 80. En esta nueva temporada, los vínculos se vuelven más complejos y aparecen nuevos guiños al pasado. Todo con el mismo nivel de artificialidad narrativa, pie forzado y candidez de las apuestas originales. "Cobra Kai" es consciente de la naturaleza desechable de su fuente de inspiración. Esto no impide que su gran operación sea destruir el maniqueísmo ochentero con una mirada más humana a los personajes. De hecho, el borracho Johnny suele caer mejor que el prodigioso Daniel. En este sentido, no es insignificante que John Kreese, el mayor antagonista de la saga original (mentor de Johnny y enemigo de Miyagi), entregue en uno de los nuevos capítulos un mensaje que parece resumir las intenciones discursivas de la producción: "Lo bueno es cuestión de perspectiva. El enemigo cree que está haciendo lo correcto. No existe lo bueno. No existe lo malo. Solo la debilidad y la fortaleza".
Los protagonistas originales de la historia se encuentran en la adultez.
Por Andrés Nazarala R.
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