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E. NERCASSEAU MORAN. SANTIAGO, NOVIEMBRE 9 DE 1873 E. NERCASSEAU MORAN. SANTIAGO, NOVIEMBRE 9 DE 1873
Título: Utilidad de los Periódicos Literarios. Revista de Valparaíso. Periódico quincenal de Literatura, Artes y Ciencias Número 1. Autor: E. Nercasseau Morán Editorial: Imprenta del Mercurio de Tornero y Letelier, 1873 Extensión: Dos páginas Precio: Descarga digital gratuita en bibliotecanacionaldigital.gob.cl
¡Ay de los pueblos que hacen un Dios del dinero!
Todos dicen, y con razón, que la pluma y la palabra son las armas más fuertes del siglo en que vivimos. Pasaron para no volver los tiempos en que la valía de los hombres se estimaba, por el mejor o peor modo con que rompían una lanza o desencajaban una celada en una justa o torneo. A las armas materiales han sucedido las armas intelectuales, y he ahí el gran triunfo del alma sobre el cuerpo, de la fuerza inteligente sobre la fuerza bruta. No solo útil sino necesario es, pues, el adiestrarse en el manejo de esas armas que han de servir para llevar a cabo la conquista del reino del saber y de la verdad.
Las malas ideas no se arraigan fácilmente en las inteligencias cultivadas, por más que el corazón esté depravado. La influencia deletérea que éste pueda ejercer sobre aquella queda un tanto avasallada y destruida por ese principio bueno, por ese gérmen de vida y de moralidad que la instrucción deposita en el entendimiento. Con tribuir, pues, a despertar el amor a la instrucción, a difundirla, es un deber de todos los que aman el progreso de la patria. Este deber es aún más imperioso en aquellos pueblos que no cuentan muchos años de existencia. Así como es un deber sagrado de los padres de familia el dirigir hacia el bien los sentimientos de sus hijos e instruirlos desde su primera infancia, es también un deber de todos los hombres entusiastas y de corazón el hacer cuanto posible sea, en el límite de sus fuerzas individuales, para coadyuvar al adelanta miento de su país. Y el medio más expedito para propaganda tan benéfica es el periódico literario.
Allí, al propio tiempo que se esparce la semilla de la instrucción, ábrese noble y ancha lid a las inteligencias nacientes. El que lee el periódico se instruye con sus artículos, y los que los hicieron han tenido que instruirse para escribirlos. Doble y bienhechor resultado, que habla mui en pro del adelantamiento de una nación. Pero, si en cualquiera ciudad o país es más que útil un periódico literario, en Valparaíso significa un hecho digno de llamar nuestra atención. Tiene que emprender una cruzada contra el positivismo, tan fácil de extender y desarrollarse en pueblos de tanto comercio como Valparaíso. ¡Ay de los pueblos que hacen un Dios del dinero! Al borde del abismo, el menor empuje los precipita dentro; el materialismo con todos sus absurdos y horrores toma entonces el puesto que debía ser ocupado por el culto de la verdad. Por eso, muy alto lo decimos: para que un periódico literario tenga vida, menester es que tenga el espíritu católico, porque fuera de éste no hay otro espíritu que el de la mentira y de la corrupción. Su ciencia no será ciencia, porque falta el fundamento de toda ella; su poesía no será poesía, porque no habrá un ideal de belleza hacia el cual se dirijan las aspiraciones del sentimiento.
¡Ojalá que la Revista de Valparaíso siga este camino!
Derecho nos dan a esperarlo el nombre y los antecedentes de nuestra distinguida amiga la señora Orrego de Uribe. Doble gloria tendrá entonces ella: la de haber fundado un periódico ele tamaña importancia, y la de haber tenido el acierto de dirigirlo por el buen sendero. Mientras siga la verdadera Senda, tendrá vida robusta y tendrá el aplauso y el apoyo de todos los hombres de bien y de inteligencia.
Siguiendo la opuesta senda, hallará la popularidad de un momento, que luego acabará, aíi como los resplandores fosfóricos que apenas lucen cuando se apagan.