Vicente Rodríguez

En 2018, tras realizar una gira por Europa enfocada en incorporar nuevas ideas, Sebastián Núñez volvió a Chile en busca de oportunidades laborales como director técnico. Sin embargo, al contrario de lo que había imaginado, no se encontró con ningún ofrecimiento.

Por ello, cuando se le presentó la opción de ir a Bolivia, no lo pensó dos veces. Dejó su trabajo en la Municipalidad de Concón y emprendió rumbo al país vecino.

Ahora, junto a su cuerpo técnico compuesto por los conconinos Ignacio Benavente (ayudante) y Cristián Cárdenas (preparador físico), ya se han hecho un nombre y se preparan para afrontar su segunda etapa con Always Ready, el vigente campeón boliviano, que tiene su sede en la ciudad de El Alto, a 4.150 metros de altura, y que el año pasado consiguió su tercer título profesional. El anterior fue en 1957.

"Tuvimos un problema con la salida en Nacional Potosí. Nosotros pedimos que no nos presentaran todavía, pero el lunes comenzamos a entrenar. Ya estamos en La Paz, sin ninguna complicación", cuenta el estratega, quien es muy claro a la hora de hablar sobre su formación, el desafío en la Copa Libertadores con el denominado "conjunto millonario" y un posible retorno a Chile, para dirigir en la liga local.

-¿Cómo fue su paso por las inferiores de Santiago Wanderers?

- Pasé ahí casi 15 años de mi vida. Unos trabajando como entrenador y preparador físico, y los otros jugando en las inferiores. Yo me formé como DT estando ya dentro del club. Entré primero a trabajar como preparador físico, luego estudié e hice el curso de DT en la AFA, Argentina, y ahí me titulé. El último periodo fue el 2017, donde fuimos campeones con la Sub 12. Ahí ya decidí emprender nuevos rumbos y buscar algo nuevo.

- ¿Y en qué momento se dio la posibilidad de ir a dirigir a Bolivia?

- Esto fue gracias a Francisco Pedraza, exjugador de Wanderers y amigo mío. Él estaba jugando en Bolivia y cuando firma en un equipo nuevo le preguntan si conoce un entrenador joven, para cambiar un poco lo que se hacía allá. Él me recomendó, mandé mi CV y llegué a este equipo de tercera. Estuve un semestre, logramos ascender y así empecé mi carrera en Bolivia.

- ¿Tuvo que golpear muchas puertas en Chile antes de esa oportunidad?

- Sí, en varios lugares. Al salir de Wanderers me fui a hacer una gira a Europa para perfeccionarme. Cuando volví pensé que se iban a abrir varias puertas, pero no se abrió ninguna. Estuve cerca de un equipo de Tercera, pero tampoco se dio. Y después me salió esto de Bolivia y no la pensé mucho. Dejé mi trabajo como director de deportes en la Municipalidad de Concón y partí.

- Ha tenido un paso exitoso por Bolivia, clasificando a copas internacionales y siendo campeón con César Vigevani en Bolívar.

- Hemos tenido la fortuna de conseguir algo en todos los equipos. Con el cuerpo técnico de Vigevani fuimos campeones de Bolivia. Ahí tomé la decisión de independizarme y partir con mi cuerpo técnico, que ya lo tenía pensado hace tiempo. Vinimos a Always Ready por primera vez y clasificamos a Sudamericana después de 50 años. Fuimos a Nacional y también nos metimos a la copa.

- ¿Superó las expectativas que tenía en un comienzo?

- No. Cuando vine a Bolivia la intención era llegar rápido a primera división. Por eso dejé el FATIC, mi primer club acá, para integrarme al cuerpo técnico de César y poder estar en primera lo más rápido posible. Ya cuando decidí lanzarme solo pude corroborar lo que pensaba y creía. Los pasos que hemos dado han sido importantes, pero planeados en nuestra carrera.

- ¿Cómo ve el nivel del fútbol boliviano en comparación al chileno?

- La diferencia más importante es la geografía del país. Acá se juega a 4 mil metros de altura un día y a los tres días te toca jugar a nivel del mar, pero con 38 grados. Es muy complicado, pero eso también lo hace entretenido. Te pone dificultades semana a semana. Creo que el nivel hoy está bastante parejo. Si ves la Libertadores, Wilstermann en la última campaña llegó a instancias superiores que los equipos chilenos. Fue y le ganó a Colo Colo. Poco a poco el fútbol boliviano se va haciendo camino a nivel sudamericano.

- ¿Siente que el chileno mira en menos a otras ligas de América?

- Totalmente. Creo que es el gran error que tenemos en el fútbol chileno. Yo estaba en conversaciones con un club de primera división de Chile y algunos decían 'si este dirigió en Bolivia tiene que empezar en tercera acá'. Eso es una estupidez. Mirando en menos a otras ligas lo único que hacemos es estancarnos y no avanzar.

- Ya tuvo una primera etapa en Always Ready, pero con Copa Libertadores el desafío es mayor. ¿Cómo se toma este regreso?

- Me toma súper maduro. Estoy muy confiado en lo que podemos hacer con mi cuerpo técnico. Confío mucho en lo que hacen los muchachos también. Sé que vamos a estar a la altura de las circunstancias. Tenemos una responsabilidad importante, porque detrás nuestro está el nombre de los técnicos chilenos. Sabemos que es un proceso difícil, pero estamos muy preparados.

- ¿Cuáles son sus metas en la copa Libertadores?

- Tenemos que pasar la primera ronda. Ese es nuestro objetivo. Después veremos lo que pueda pasar, pero queremos meternos entre los dos primeros del grupo para poder seguir en campaña. Tenemos un gran equipo y además hay un factor importante que es la geografía del lugar donde hacemos de local. Hay que sacar ventaja ahí.

- ¿Es una deuda pendiente dirigir en Chile?

- No, para nada. Nunca ha sido una obsesión dirigir en Chile. Si se da la oportunidad, felices nosotros, pero si no se da somos súper valientes y estamos preparados para cualquier desafío, en cualquier parte del mundo. Si se diera en algún momento sería bienvenido, pero si no se da vamos a buscar oportunidades donde el fútbol nos abra puertas.

- ¿Ve el fútbol boliviano como un trampolín?

- Totalmente. Queremos hacer una buena copa, que nuestro nombre suene a nivel sudamericano y después ir buscando otros mercados. Ya tuvimos oportunidades de ir a Ecuador el año pasado, pero no se dio. Queremos ir escalando, ojalá en algún momento cercano llegar a Argentina, México o un país más grande.

- ¿Le gustaría dirigir a Santiago Wanderers en algún momento?

- Siempre están las ganas, más que nada porque mi familia es wanderina y yo también soy hincha. Con mi cuerpo técnico nos identificamos mucho con el club y la gente también nos conoce. De hecho, ya nos han pedido, pero con el tiempo se podrá dar, no tenemos que apurarnos. Si no se da, seguiremos siendo hinchas y alentando desde afuera.

- ¿Cómo ve la actualidad del cuadro caturro?

- Está en una etapa de estabilidad. El año pasado ascendió y este año tiene que confirmar eso. Quedarse en Primera y no ponerse objetivos tan grandes, sino consolidarse en la división. Ya el próximo año pueden aspirar a algo mejor. Espero que mantengan la categoría y puedan pensar en cosas más grandes después.

-Y en la Selección chilena, ¿qué le parecen los candidatos a DT?

- Creo que no hay una línea clara de lo que se busca. Han sonado un montón de entrenadores que son de líneas distintas. Lo primero que debemos hacer es forjar una política deportiva, que diga a qué queremos jugar. Si queremos ser ofensivos, defensivos o equilibrados. Buscar una identidad y recién ahí salir a buscar entrenadores. Ojalá en algún momento sea un chileno. Ya es el momento.

"(En Bolivia) se juega a 4 mil metros de altura un día y a los tres días te toca jugar a nivel del mar, pero con 38 grados. Es muy complicado (...)".

"Es el gran error que tenemos en el fútbol chileno (...) Mirando en menos a otras ligas lo único que hacemos es estancarnos y no avanzar".

"Nunca ha sido una obsesión dirigir en Chile. Si se da la oportunidad, felices nosotros, pero si no se da somos súper valientes y estamos preparados".