Apenas llegó a Lima para integrarse al equipo de la posta 4x400 que iba a competir en los Juegos Panamericanos 2019, Stephanie Saavedra recibió el apodo de "Tokio".

Estaba de moda la serie española "La Casa de Papel" y le dijeron que se parecía a la protagonista.

En la capital peruana la atleta de 30 años compitió por primera vez defendiendo a Chile, el país de sus padres. Ella, que nació en Madrid y creció en Alcorcón, tiene doble nacionalidad.

"En el 2019, cuando llego a mi mejor marca en los 400 metros y empiezo a lograr mi mejor nivel, me contactaron desde la Federación de Atletismo de Chile. Siempre he tenido doble nacionalidad, incluso tenía mi cédula de identidad sacada porque siempre me interesó competir por Chile, pero nunca había podido llegar a este nivel deportivo. Cuando se acercaban los Juegos Panamericanos de Lima se me acercaron, lo que para mí fue una gran alegría. En ese minuto tenía que decidir si participaba por España o por Chile y elegí a Chile", relata la deportista desde Barcelona, donde reside actualmente.

El vínculo de "Tokio" con el deporte es especial y tiene mucho que ver con su historia familiar. En 1989 sus padres, Luis Saavedra y Bernardita Araya, dejaron Valparaíso, la ciudad en que nacieron, para probar suerte en España.

"Mi familia tiene un gran espíritu deportivo, mi papá jugó al baloncesto en Chile, cuando era joven estuvo en Sportiva Italiana, además es seguidor del Wanderers desde España, aunque pasen los años, siempre lo tiene presente con todo su corazón. Creo que eso se traspasó a todos nosotros", cuenta la atleta, quien partió jugando básquetbol en su infancia y posteriormente, a los 14 años, dejó el parquet por el rekortán.

El vínculo de Saavedra con nuestro país es fuerte, y eso explica su decisión de buscar la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio defendiendo al país de sus ancestros.

"Mi familia está en Chile y siempre tratamos de ir, cuando éramos más pequeños con mi hermano, mis papás trataban de que viajáramos cada dos o tres años, según se pudiera, ahora más grande yo he ido varias veces sola. Mis padres siempre quisieron que estuviéramos unidos a nuestros familiares de allá y en casa, aunque he crecido en España, siempre hemos tenido costumbres chilenas, la forma de comer es chilena, la forma de educarnos también. Aunque en el colegio hubiera mucha influencia española, en casa primaba la idea de mis padres", recuerda.

Su carrera en la pista se reactivó cuando terminó de estudiar en la educación superior -es ingeniera de edificación- principalmente como un proyecto familiar, pues su esposo, el atleta Pau Fradera, también es su entrenador.

"Durante los años que estudiaba en la universidad también practicaba atletismo, pero no fue a tan alto nivel como ahora, en que trabajo media jornada, que son 20 horas, y con la ayuda de mi familia tengo tiempo para entrenar y combinarlo con el cuidado de mi hija que tiene dos años y medio", relata.

Su primer acercamiento al equipo chileno de la posta 4x400 se produjo a través de la atleta Fernanda Mackenna, a quien conoció entrenando en Madrid. La cuarteta la completan Martina Weil y María José Echeverría. "Me sentí muy acogida por ellas, muy incluida, muchas buenas vibras y me gustó mucho la experiencia", afirma Saavedra.

La meta de las deportistas es lograr la marca para clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio, que se deben realizar este año tras ser pospuestos en 2020 por la pandemia de covid-19. La primera opción para meterse entre las primeras 16 del mundo que tienen es en mayo, cuando se dispute el Mundial de Relevos en Polonia. Ese mismo mes también competirán en el Sudamericano de Buenos Aires.

"Mis metas son esforzarme en todos los entrenamientos, tratar de sacar mi mejor versión tanto durante las prácticas como en las competiciones, porque pienso que lo que haces en el día a día se refleja a la hora de la competición. Pensando a más largo plazo, me gustaría mucho poder clasificar a los Juegos Panamericanos de Santiago 2023", dice la atleta nacida en Madrid.

Volviendo al plano personal, la deportista revela que su vínculo con Valparaíso es profundo, pese a vivir toda su vida en Europa. "Para mí es un lugar muy especial, siempre lo tengo en mi corazón porque es donde han crecido mis padres. Aún mi abuelita materna vive allá, siempre que he ido me he quedado unos días en su casa, me gusta recorrer, me voy a los cerros, paseo en los autobuses, intento integrarme con la ciudad y tener una experiencia similar a una persona que vive ahí, no la de un turista que va, llega y ve los museos".

"A mí me gusta caminar por Valparaíso. Cuando estoy en otros países me gusta que cuando cuento que mis papás son de Valparaíso la gente reconoce de inmediato la ciudad", advierte Stephanie Saavedra, quien guarda como un preciado recuerdo los paseos junto a su padre por los cerros Alegre y Concepción, donde vivió cuando era niño. "Me encanta saber de su infancia, que me muestre las calles y las casas que conoció, su niñez en los cerros", dice la deportista.

"Me gustan mucho los cerros Alegre y Concepción, no porque sean turísticos sino que porque mi papá vivió ahí".

Stephanie Saavedra, Atleta chileno-española