¿Y dónde está el seremi de Salud?
Tras la salida de Francisco Álvarez, el Gobierno se comprometió a anunciar a su reemplazante a la brevedad. Ya vamos para las dos semanas... No deja de estar presente la tesis de que Álvarez terminó saliendo por los claros réditos comunicacionales y electorales que podía reportarle una repetida figuración pública.
Hace poco menos de dos semanas, durante la tarde del sábado 30 de enero, el intendente de la Región de Valparaíso, Jorge Martínez Durán, agradeció al hasta ese minuto seremi de Salud, Francisco Álvarez, mediante un comunicado de prensa "el compromiso y el importante rol desarrollado durante la emergencia sanitaria producto del covid 19" y le deseó "el mayor de los éxitos en sus proyectos profesionales y personales".
Se consumaba así la defenestración de uno de los hombres más visibles en el manejo de la pandemia a nivel regional a poco del inicio del proceso de vacunación, el cual fue delegado en su subrogante, el abogado y funcionario de la propia repartición, Emilio del Solar.
Los motivos de la salida de Álvarez -químico farmacéutico, militante de Renovación Nacional y alguna vez cercano al senador Francisco Chahuán- nunca quedaron del todo claras. Se habló del "término de un proceso" (ridículo eufemismo, tan habitual en un país que cultiva el perverso arte de no llamar las cosas por su nombre), el propio exseremi aseveró que la subsecretaria Paula Daza le comunicó que "su relación con el intendente no daba para más" y hasta se especuló sobre la mezquindad política de apartarlo para que no usufructuara de la evidente popularidad que le daría el ejercicio vacunatorio.
¿Fue una buena decisión sacarlo? Quién sabe. Pero lo cierto es que, y a diferencia de lo que aseguró el propio intendente, aquí no había ningún Plan B. La salida de Álvarez forzó la entrada en escena -supuestamente pasajera- de Del Solar, quien chocó de inmediato con los gazapos inoculatorios de Viña del Mar, en errores más bien de corte administrativo y de planificación que sanitarios. Asimismo, Martínez aseguró también que se revisaban con fruición diversos currículums para el cargo que se les habían hecho llegar al Gobierno Regional, pero una semana más tarde el intendente partió de vacaciones y el proceso quedó claramente truncado.
Siendo justos, el país ha dado muestras ejemplares -no solo a nivel regional, sino que incluso global- de cómo llevar a cabo las negociaciones, la preparación y la vacunación de buena parte de su población (más de un millón de personas a nivel nacional y más de cien mil en la zona), lo que habla bastante bien del proceso iniciado por el exministro Jaime Mañalich y continuado por el actual secretario Enrique Paris, además de la insustituible función cumplida por la ya referida subsecretaria Daza.
Por lo mismo, estará dentro de sus atribuciones (técnicas, profesionales y hasta humanas) despedir a un seremi en función de sus necesidades, pero en este caso específico -ante la dilación en el nombramiento de un sucesor y la improvisación con la cual pareciera haberse actuado- no deja de estar presente la tesis de que Álvarez terminó saliendo por los réditos comunicacionales y electorales que podía reportarle una repetida figuración pública.