"Los objetivos del club iban en distinta dirección con los del cuerpo técnico"
"Quiero ir a la playa, en los dos años y siete meses que estuve en Wanderers nunca pude ir a la playa", confiesa Miguel Ramírez, quien el lunes decidió no renovar su contrato como entrenador del Decano.
"Cheíto" dice que desea descansar, recorrer los cerros de Valparaíso, compartir con su familia y sacarse de encima la tensión que acumula.
"Llegó el momento de detenerse para poner en perspectiva lo que puede venir a futuro", reflexiona el exdefensa.
Mientras termina de cerrar su ciclo en Valparaíso, el técnico que logró el ascenso con los verdes el 2019 y que en la última temporada estuvo a muy poco de lograr la clasificación a la Copa Sudamericana, repasa el tiempo que pasó en la banca caturra.
"Tomo este momento con mucha tranquilidad, porque los objetivos que año a año fueron planteándose se pudieron cumplir, y estoy contento porque pudimos darle una identidad al equipo. Además, logramos con los wanderinos una identificación con el equipo", reflexiona.
- ¿Se sorprendió con las particularidades del club cuando llegó?
- Antes de llegar, yo sabía de esa pasión que sienten los hinchas de Wanderers, cómo acompañaban en las buenas y en las malas a la institución. Cuando fichamos nos dimos cuenta que en cada cancha donde jugaba el equipo había un hincha wanderino, y a pesar de los buenos o malos resultados el hincha está. En la B era increíble la cantidad de gente que llenaba nuestro estadio, iba más gente que a los partidos de Primera División. Cuando uno va a los cerros para el 18 de septiembre, más que banderas de Chile ves banderas de Wanderers, esa es la identidad del wanderino, lo que se te pega en la piel.
- ¿Piensa que logró implementar en sus equipos la idea de juego que busca?
- Lo que pudimos entregar siempre fue bien recibido. Nos hubiera encantado ascender el primer año que llegamos, se tuvo que lograr en el segundo y para este torneo 2020 nosotros como cuerpo técnico teníamos un objetivo propio. La meta era clasificar a un torneo internacional. Hay objetivos institucionales, pero nosotros también tenemos nuestros propios objetivos. Nuestra idea es llegar a dirigir en Europa.
- ¿Por qué si se logró la meta que había puesto el club, que era mantenerse en Primera, no se logró un acuerdo para su continuidad?
- No se llegó a acuerdo porque los objetivos del club iban en distinta dirección con los del cuerpo técnico. El 2020 participamos en Primera División en desventaja económica con respecto a todos los demás equipos, excepto Serena. Para este torneo 2021 se supone que vamos a estar a la par de todos los equipos, pero el club se está restringiendo con los recursos destinados a reforzar el equipo. Lo principal no es el sueldo del cuerpo técnico, sino potenciar el equipo, nos íbamos a restringir en los refuerzos y con jugadores que nos podían permitir desarrollar un mejor trabajo. Eso era lo que pretendíamos para 2021, pero los objetivos del club son otros, así que consideré que era mejor que viniera otro entrenador a desarrollar el trabajo que el club estaba determinando.
- Pesó más entonces la restricción de recursos para refuerzos que la rebaja de un 25% en su sueldo.
- Por supuesto. Hay que acordarse que cuando vino la pandemia todos nos pusimos la mano en el corazón y aceptamos una rebaja en nuestras remuneraciones para que ningún funcionario del club fuera despedido. A diferencia de lo que pasó en otros equipos, donde los técnicos y jugadores pidieron que les devolvieran la plata, nosotros no lo hicimos. Y ahora iba a venir otra rebaja más. Pensábamos que Wanderers estaba preparado para dar un salto de calidad con el ingreso de los nuevos recursos de la ANFP. Por eso digo que lo principal no era la rebaja del sueldo del cuerpo técnico, sino la rebaja de los recursos para fortalecer al plantel.
- ¿Hubiera cambiado su decisión de partir si lograban la clasificación a la Copa Sudamericana?
- No sé si hubiese habido recursos para reforzar al equipo en una Sudamericana. Lo hablamos en su momento, y si íbamos a ir a un torneo internacional era para competir, no para participar. Yo creo que este equipo está para competir, sumando algunos refuerzos para potenciarse.
- ¿Qué es lo mejor y lo peor que le pasó en Wanderers?
- Lo mejor, sentir en la piel lo que siente el hincha wanderino por su club, el sentido de pertenencia que está en todos los rincones de Valparaíso. Lo peor, quedar eliminado en la liguilla de ascenso ante Cobresal, que nos impidió coronar el torneo que hicimos. Fue un dolor terrible, porque veníamos bien y se nos acabó la bencina.
- ¿Cómo explica el hecho de no clasificar a un torneo internacional?
- Nuestra vuelta luego de la pandemia fue muy buena, trabajamos muy bien durante el receso. Tuvimos una gran prueba de ese trabajo en el partido contra Colo Colo en el Monumental, donde conseguimos un gran triunfo que nos demostró que estábamos para competir, piensa que estuvimos cuatro meses siendo los últimos. En la recta final pensamos que nos estábamos reforzando pero finalmente fuimos un equipo que se despotenció. Llegó Ronnie y al poco tiempo se fue; se nos lesionó Luna, que era uno de los titulares y tuvo una recuperación demasiado extensa; Rotondi se lesionó; vino la suspensión de Miño y Retamal; se nos lesionó Alarcón. Pasamos de ser un equipo que conseguía resultados a tener demasiadas dificultades para armar el once. A pesar de eso lo pudimos sostener, pero no nos alcanzó en la última parte.
- ¿Cree que el partido clave fue con Universidad de Concepción, cuando les empatan al final?
- No sé si en otro partido han dado ocho minutos de descuentos. Siento que fue exagerado, pero no lo pudimos sostener, no dimos cinco pases seguidos y tanto va el cántaro al agua que nos empataron. Fue un golpe duro que no lo pudimos sobrellevar, sobre todo para el último partido.
- Usted hizo debutar a muchos juveniles; sin embargo, uno podría pensar que fue más por necesidad que por convicción.
- Siempre hay de todo en eso, en todos los equipos pasa, pero tengo claro que es difícil darle la titularidad a jugadores de 18 años, pensando en que sus campeonatos de cadetes estuvieron suspendidos por mucho tiempo y no tenían minutos de partido. No es fácil poner un juvenil, debes saber hace cuánto tiempo que jugaron un partido completo, cuántos minutos de fútbol tenían. Se hizo una planificación pensando en que había que darle minutos paulatinamente. Hay excepciones, jugadores que tienen la personalidad para asumir este tipo de desafíos, como Daniel González, quien no tuvo problemas para tomar la camiseta de titular y no soltarla más. Tuvimos a Herrera, Gama, Espinoza, Rojas, Kennan, Marín, León, Aldrix, a todos se les dieron minutos que fueron importantes para su crecimiento.
- ¿Lo complicaron las críticas que recibía Bernardo Cerezo? Usted lo mantuvo como titular.
- Uno tiene que escuchar, leer, procesar las críticas, pero la realidad del día a día la veo yo. Lamentablemente no tenía un jugador que pudiera reemplazar a Bernardo, porque uno ve cómo desarrollan el juego los demás.
- ¿Está pensando en asumir en un nuevo club?
- Para nada, no tengo ofertas.
- Su nombre suena en la UC.
- Cada vez que hay problemas en Colo Colo y la Católica aparece mi nombre y yo nunca he tenido una oferta, salvo en una oportunidad antes de llegar a Wanderers, cuando se me ofreció en Colo Colo la gerencia deportiva.
"Los partidos que más me gustaron fueron dos: el que le ganamos a Cobreloa acá el 2019, luego de haber perdido en Calama, y el triunfo 3-0 contra Colo Colo".
"Cuando uno va a los cerros para el 18 de septiembre, más que banderas de Chile ves banderas de Wanderers".
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