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etcétera. ¿Es suficiente? Por supuesto que no, nunca va a ser suficiente en un país en que la mitad de los chilenos viven con menos de 400 lucas mensuales. Por eso yo hablaba de los cuatro pilares. Mientras el Estado no haga más transferencias, no mejore su gestión ni el gasto público, mientras no seamos capaces de poner en urgencia los problemas de las personas, no vamos a ser creíbles para los ciudadanos. Pocas veces hablamos de cómo, en lo cotidiano, la política es capaz de cambiar la vida de las personas a través de la gestión que hace Estado. La peor respuesta que podemos tener es seguir conversando de lo macro y no darnos cuenta de que en esa revolución de lo cotidiano, de la demanda social, del día a día de los chilenos, hay una demanda de que hagamos bien nuestro trabajo.
- ¿Cuál es su reflexión sobre la quema del furgón de Carabineros por sujetos que les arrojaron molotov al interior? ¿Y la escalada de violencia en La Araucanía?
- Primero, el estado de derecho tiene que defenderse a toda costa por moros y cristianos, el solo pensar que en eso hay algo de "idealismo" es una brutalidad. No solo tenemos que condenar los hechos sino aplicar todo el rigor de la ley. Si vivimos en una sociedad que llegue a aceptar que es viable quemar o golpear a la autoridad pública o quemar monumentos o estructura pública, lo que estamos haciendo es de una irresponsabilidad profunda porque estamos minando las bases de la democracia, que es el respeto al orden, a la autoridad y a las normas legales. Por eso a mí me espanta cuando parlamentarios promueven leyes como indultos o tratan de justificar el ejercicio de violencia contra la autoridad. Todos aquellos que creemos en la democracia sabemos que lo mínimo es respetar las reglas del estado de derecho o si no finalmente se acaba la democracia. Lo mismo pasa en La Araucanía y no hay que confundir esto o tratar de disfrazarlo de asuntos ideológicos, intelectuales o demandas sociales, porque cuando hay violencia lo que tenemos no es demanda social, lo que hay finalmente es no respeto a la democracia, que es la regla de convivencia común que tenemos todos.
-En otro aspecto, el plan del Gobierno para la supervivencia del turismo incluye apoyos por $180 mil millones, pero los operadores, sobre todo las pymes, que han estado cerrados buena parte de la pandemia, piden una exención temporal de contribuciones. ¿Usted se lo concedería?
-Yo tuve el tremendo privilegio de que mi primera pega fue trabajar en el Sernatur y en el sector turismo, y ser parte de los redactores de la ley del sector. Hay que entender que en esta crisis cualquier recaudación fiscal de quienes tienen paralizada su actividad productiva debería ser cero. Es ridículo pedirle a alguien a quien le contrajimos la demanda, no por su culpa, sino por decisiones de la autoridad, que pague, cumpla o esté sujeto a contribuciones. Pero esto no puede ser una política universal, tiene que ser aplicado de acuerdo a las características del territorio donde la actividad se suspendió. Probablemente la forma más eficaz es transferir subsidios directos que suplementen lo que no se puede pagar en contribuciones.
¿libertad o prohibición para apoyar?
- ¿Hay humo blanco en la petición de que RN no sancione a los militantes que lo apoyen a usted o sigue viendo "signos de cierta exclusión" en Chile Vamos, ya que Desbordes fue enfático al declarar que "Sebastián Sichel no es el candidato de RN"?
-Yo soy candidato independiente y me encantaría que los independientes pudiéramos competir en igualdad de condiciones en una primaria de la misma coalición, que se supone representa el mismo proyecto político. Eso significa que podamos apoyarnos mutuamente y que la gente de los partidos que quiera respaldarnos lo pueda hacer. Sería paradójico que después del 5 de julio todos saliéramos apoyándonos, pero que antes hubiera estado prohibido. Eso sería ridículo para nosotros, pero también para los ciudadanos, no nos creerían jamás que somos parte del mismo proyecto político. Ojalá fuéramos libres de apoyarnos entendiendo que el independiente es alguien que no tiene partido, por lo tanto cualquiera es libre de apoyarlo. Y que avanzáramos también en partidos que, más que ver la política como un asunto militar, la vieran como un asunto de creencias, principios, valores y de participación democrática, más dentro de una coalición. Hay que demostrar sentido de unidad si queremos garantizarle gobernabilidad del país y eso implica no sancionar, implica también respetar la libertad de apoyo y un respeto entre nosotros respecto al trato que nos damos como candidatos.
- Usted declaró que espera que "demostremos que Evelyn, Joaquín, Mario, Ignacio y yo somos de un mismo equipo". ¿Cree que se puede lograr tras las declaraciones de Matthei en el sentido que usted es el candidato de los empresarios y de los sectores que no quieren perder privilegios?
-Me encantaría que fuera así, que nos demostráramos como una coalición, que no tuviera una especie de vicio oculto que existe históricamente en las coaliciones, pero particularmente de la centroderecha, de dedicarse más a atacar al competidor con argumentos absurdos como esos, que demostrar un proyecto país, que es lo que esperan los chilenos, y no el ataque continuo entre nosotros. Pero hay candidatos que históricamente se han ido instalando de esa forma, atacando a otros, destruyendo a otros. No es mi estilo ni mi forma. Espero que después del 5 de julio podamos demostrar unidad, pero eso va a tener mucho que ver con el camino que recorramos en conjunto. Y hay dos cosas que son vitales para eso: si vamos a castigar por apoyarnos entre nosotros, y si vamos a tratar de inventar caricaturas para ganar una pequeña ventajita política, poniendo en riesgo nuestra posibilidad de ser creíbles, serios y construir mayorías políticas en el futuro. Lo más absurdo a esta altura, siendo quien soy, con mi historia, de donde vengo en política, es armar caricaturas ridículas como las que se armaron, pero eso demuestra que muchas veces la oportunidad del momento político hace que algunos olviden el horizonte que es básicamente darle gobernabilidad a Chile y dar muestras finalmente de nuestra capacidad de trabajar en conjunto. 2