"Las constructoras están haciendo su trabajo; los que no lo están haciendo son los municipios"
Nieto del fundador del Banco de Crédito e Inversiones e hijo único de Jorge Yarur Banna, quien fue su presidente durante casi cuatro décadas, Jorge Yarur Bascuñán se ha mantenido al margen de la extensa tradición empresarial de su familia. Fundador y director del internacionalmente prestigioso Museo de la Moda, se dedica a la filantropía mediante el refugio animal Tu Amigo Fiel y la agrupación ciudadana Duna Viva, que aboga por la defensa del campo dunar ubicado entre Concón y el balneario de Reñaca, en Viña del Mar.
A través de diversas acciones, principalmente jurídicas, este último movimiento ha logrado sentar bases en torno a la protección de un patrimonio natural amenazado por el crecimiento inmobiliario y la falta de planificación urbana. Hace una semana, de hecho, la Corte Suprema acogió un recurso de protección "histórico" a favor de Duna Viva y la Corporación Pro-Defensa Del Patrimonio Histórico y Cultural de Viña del Mar, paralizando una obra -Makrocéano- por no contar con un estudio de impacto aprobado por el Sistema de Evaluación Ambiental.
- ¿Lo considera una victoria?
- La verdad es que no considero que sea una victoria, porque no es una cuestión de quién gana y quién pierde. Yo siento que estamos haciendo lo que es correcto contra lo incorrecto. Así que en lo personal, ni me siento victorioso ni cada vez que sale algo abro una botella de champaña. Me siento tranquilo porque estoy haciendo bien las cosas, nada más.
"son un lugar único"
- Hay quienes consideran perdida la batalla contra las inmobiliarias en las dunas. ¿Cuál es su visión sobre el actual panorama?
- En realidad, yo encuentro que a esta altura estamos salvando lo que queda de las dunas. Es decir, ya hay harto perdido, pero no sé si la batalla.
- ¿De dónde surge su interés por los temas medioambientales y por la preservación de estas dunas en particular?
- No me siento una persona fanática ambientalista. Me encanta la arquitectura, pero la buena. Lo que han hecho acá es horrible, los edificios no tienen nada que ver uno con otro, no calculan la cantidad de gente por metro cuadrado, es bien chocante. Estamos en una sociedad bastante enferma en el sentido de que hay cero empatía con el resto de los ciudadanos. Es más que un tema netamente medioambiental. Las dunas son un lugar único. No hay que ser muy sabio para darse cuenta de lo que son y de lo que significan. Hay que pensar que cuando tenemos turismo, la gente viene a ver ese tipo de cosas y no los edificios horrorosos que han hecho. También estoy muy a favor de los animales y creo que ellos tienen el derecho de estar bien y protegidos. Como humanos pensantes tenemos que respetarlos; entonces, lo veo como un tema de tener conciencia y empatía con lo que está alrededor tuyo.
- ¿A qué y quiénes atribuye la magnitud de la explosión inmobiliaria en esta zona?
- Les están dando permiso para que hagan lo que quieran. Entonces, las constructoras, las inmobiliarias, simplemente están aprovechando. Quiero dejar muy claro que yo no estoy en contra de que construyan, de que hagan edificios bonitos, hoteles o cosas así, pero hay que ver cómo, cuándo y dónde lo hacen, y eso es responsabilidad de los municipios. Las constructoras están haciendo su trabajo; los que no lo están haciendo son las municipalidades, que tienen que poner las reglas para protegernos como población. Ellos están haciendo lo que les conviene a ellos y punto. Me impresiona cómo no piensan un poco en el legado que están dejando estos dos alcaldes, la señora Reginato y Sumonte. Imagínate dentro de la historia cómo van a quedar.
- ¿Cómo evalúa el papel que han jugado los municipios de Concón y Viña del Mar?
- Hace rato vengo mandando cartas a El Mercurio sobre el estado de Viña. No es difícil darse cuenta de que las platas no están yendo a donde corresponde. Es cosa de mirar las veredas, el pavimento, esta proliferación de torres en cualquier parte, la falta de paisajismo. Te das cuenta de que hay cosas irregulares, que no hay un orden, y bueno, está todo el tema de las platas de las horas extra en el municipio de Viña. Para qué decir en Concón, donde se están peloteando quién tiene la culpa el alcalde y el director de Obras. Al final, hay cosas que son corruptas y los que salimos trasquilados somos quienes vivimos acá.
Municipios
- ¿Cuál es su postura ante este conflicto entre Óscar Sumonte y su director de Obras Municipales, Julio Leigh, sumariado por rechazar la instrucción de dejar sin efecto los anteproyectos y permisos de Reconsa?
- La verdad es que a mí no me sorprende. Al final, tanto en Concón como en el caso de Reginato en Viña, los alcaldes son la cara del municipio. Y en mi casa yo tengo que saber lo que está pasando, así que al final el responsable es el alcalde. Acá tú ves la proliferación de muchísimas torres cuando vas pasando, no es una cosa que esté escondida. No es como que haya desaparecido plata, por ejemplo. Acá tú lo estás viendo y se puede notar a simple vista que está pasando algo raro. Con el tema del proyecto de Vimac yo ya estaba preocupado, pero cuando vi que cortaron la duna, que le sacaron un pedazo, dije: "Acá hay que hacer algo, porque esto no puede ser". Cortan y le ponen un muro de cemento. Entonces, no hay ninguna armonía, ningún respeto.
- Específicamente, ¿qué objetivos persiguen a través de Duna Viva?
- El objetivo de Duna Viva es preservar las dunas, o lo que queda de ellas. Entiendo que en los bosques de Reñaca y en tantos otros lados ahora van a construir, y la gente tiene que entender que a más cantidad de torres, va a ser más complicado vivir acá. No se va a poder circular. Es un lugar mínimo y está tan mal planificado que es como meter un edificio donde quepa, no hay una planificación urbana correcta. A mí lo que más me impresiona es que a los municipios, que supuestamente están para cuidar y velar por la seguridad y la calidad de vida de la población, lo único que hacen es velar por sus propios intereses. El resto les importa un comino.
- ¿Le ha traído dificultades personales su oposición a este tipo de proyectos?
- No dificultades personales, pero en realidad mandaron a una persona a hablar conmigo por otro tema similar, que tiene que ver con el borde costero. Vinieron a preguntar qué tenía yo en contra de ellos, como si fuera algo personal. La verdad es que acá no se trata de rencores personales con la gente, yo creo que es un tema de hacer las cosas bien o mal, y aquí se está haciendo todo mal. Se está pasando a llevar no solamente el tema ambiental, sino que también a mucha gente y vecinos que cuando hemos hecho actividades por las dunas han apoyado, y los afecta. Hay niños que han ido a limpiar las dunas, por ejemplo, o cosas así; pero de la gente que tiene medios, yo soy el único que está a cargo de esto.
"Yo encuentro que a esta altura estamos salvando lo que queda de las dunas. Es decir, ya hay harto perdido, pero no sé si la batalla".
"Cuando vi que cortaron la duna, que le sacaron un pedazo, dije: 'Acá hay que hacer algo, porque esto no puede ser'. Cortan y le ponen un muro de cemento. Entonces, no hay ninguna armonía, ningún respeto".