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Deudas en el puerto y delicado escenario en quillota
Según lo informado por este diario el 17 de febrero, el informe trimestral sobre el ejercicio programático presupuestario de la Municipalidad de Valparaíso, el cual corresponde al cuarto trimestre de 2020 y que es de carácter preliminar, da cuenta de la compleja situación económica de la Ciudad Puerto, reconociendo deudas por pagar por un total de $12.934.516.000, lo cual debiese ser asumido por el presupuesto municipal del presente año, cercano a los $82.000 millones.
Además, se explica que la deuda "es la suma de obligaciones presupuestarias y obligaciones extrapresupuestarias que consideran convenios, pagos a proveedores, obligaciones devengadas pendientes de pago, obligaciones no devengadas de contratos, retenciones de impuestos, etc. -para los próximos años-, situación que difiere del déficit que disminuyó en un 12,1% en comparación con el 2019. El déficit presupuestario de 2020 alcanza los $3.826. 072.000".
Sobre este último punto, la Municipalidad sostuvo en su oportunidad que "la política financiera responsable que venimos impulsando desde que asumimos el año 2016, nos ha permitido ir reduciendo el déficit cada año, gracias al incremento del superávit del año 2020 se explica, entre otras cosas, por un mayor saldo inicial de caja y por una mayor cantidad de ingresos por sobre los gastos, aproximadamente en un 0,5%".
Otra de las casas consistoriales en dificultades es Quillota. El alcalde, Luis Mella, asevera que su comuna "trabaja con aproximadamente $155 mil por habitante al año, lo que la ubica dentro de las tres municipalidades que tiene menos recursos dentro de la Quinta Región y dentro de las 30 con menos recursos en Chile. Ese contexto es importante para analizar la situación".
El jefe comunal sostiene que el municipio llegó a tener una deuda cercana los $1.400 millones antes de la pandemia, destacando que "lo importante es que hemos ido rebajando la deuda, aun en tiempos de pandemia y con todas las dificultades de los menores ingresos, a causa de la menor recaudación que trajo consigo el confinamiento. El 2020 terminamos con una deuda cercana a los $960 millones. Esta es manejable. Siempre hemos puesto como límite de endeudamiento máximo el 10% de la ejecución presupuestaria del año, siempre nos mantuvimos en esa línea y lo importante es que el último año llegamos a un endeudamiento cercano al 6%, que es absolutamente manejable".
NÚMEROS AZULES Y sin deudas
En contraposición a lo expuesto en las ciudades anteriores, aparecen municipios como Villa Alemana, donde el alcalde José Sabat (Ind.) destaca que han trabajado "con mucha responsabilidad la administración de los recursos para este 2021 y debido a esto, aun con una pandemia a cuestas, hemos logrado cubrir todos nuestros compromisos adquiridos para este año sin mayores complicaciones. Somos un municipio que no tiene deudas y todos los gastos asociados a largo plazo están siendo cancelados, incluso algunos como el pago del edificio consistorial, suspendido hasta el año 2022, lo que nos permite cubrir otras necesidades".
En cuanto a las medidas para lograr esta buena salud presupuestaria, Sabat subraya que para evitar caer en déficit "hemos impulsado proyectos que generan reactivación económica, vinculados principalmente a la ejecución de proyectos de construcción como sedes sociales, continuando el plan de obras bianual 2020-2021, que supera los 2.000 millones de pesos".
Un panorama similar se vive en Limache, donde el jefe comunal y presidente regional de la AChM, Daniel Morales (RN), asevera que la realidad financiera para el periodo 2020-2021 "es bastante estable". "Nosotros tenemos un municipio que históricamente ha sido ordenado y creo que forma parte de los pilares sobre los cuales hemos construido nuestra administración y nuestra gestión. Eso ha permitido que podamos enfrentar la crisis, desde el estallido social hasta la pandemia, de una manera bastante estable y muy ordenada, pudiendo dar respuesta a los temas sociales que la gente nos ha pedido y, al mismo tiempo, a los temas administrativos y de desarrollo que significa la inversión en la comuna", remarca.
Al respecto, Morales apunta que "hoy en nuestra contabilidad no figuramos con déficit, por el contrario, hemos tenido un aumento del presupuesto en cuanto a ingresos y esa estabilidad, nos ha permitido enfrentar de manera bastante ordenada y precisa todo el proceso de crisis sanitaria que se ha vivido".
Quilpué es otro de los buenos ejemplos a nivel regional. El alcalde Mauricio Viñambres (PS) pone énfasis en que durante 2020 la ciudad cuadriplicó su patrimonio, por medio de importantes compras que hizo su administración, donde contabiliza, por ejemplo, el edificio Carozzi, el teatro municipal o el terreno de la feria de El Belloto, destacando que "no tenemos deudas".
"Hemos tenido una baja el 2020 producto de algunas patentes, pero no nos ha llegado con endeudamiento, por la calidad del manejo y priorización de los recursos. En ese caso, la municipalidad está con sus compromisos más inmediatos, que son las funciones propias -aseo, alumbrado público, entre otras-, pagados al día como corresponde, al igual que todos los servicios y funcionarios", asegura Viñambres.
En que respecta a la Corporación Municipal, la cual también goza de buenos números, el jefe comunal detalla que "el año pasado, después de 30 años, se pagó una deuda con los profesores en temas INP y AFP. Ahora mantiene las deudas que son de un mes para otro, pero no es endeudamiento, sino que son pagos a 30 o 60 días de proveedores, pero ni salud ni educación están con déficit".
Por su parte, el alcalde suplente de San Felipe, Christian Beals (RN), si bien no entrega cifras respecto a déficit o superávit en la comuna, indica que para el 2021 se redujo el presupuesto de $19.000 millones a $16.000 millones, cifra que representa "los ingresos reales a percibir y eso ya disminuye esa deuda flotante, que es la fuente de todos los males de los municipios y la corrupción, donde se genera ingresos que no existen, especialmente para contratar a honorarios a mucha gente con fines políticos".
Entre las medidas que se tomaron para fijar el actual presupuesto, se encuentra la reducción de funcionarios a honorarios asociados a algunos programas comunales, "muchos de los cuales estaban duplicados en su accionar", informa Beals, quien también explica que hubo un reordenamiento en materia de horas extraordinarias y una reestructuración financiera "para el cobro de esas prestaciones que son propias de la municipalidad, que no estaban cobradas y teníamos un arrastre de prácticamente $2.000 millones".
Reordenamiento sin descuidar lo social
El alcalde Beals enfatiza en que "todas estas reestructuraciones van orientadas a un buen uso de los recursos. (…) Esto nos ha permitido apoyar funciones básicas, como ayudar a los vecinos, suplementar almuerzos, colaborar en todos los servicios básicos y, especialmente, en las modificaciones que hemos hecho en la parte sanitaria, que es el servicio Sapudent, que está enfocado en un tratamiento dental preventivo y lo hemos cambiado para ejercer una acción en los pacientes edentados".
Luis Mella, en tanto, explica que pese a las dificultades por la pandemia y la baja cantidad de recursos que manejan, "no vamos a dejar de hacer ningún programa social o actividad, ni vamos a retroceder en la gestión municipal de Quillota, porque como una forma de enfrentar esta situación, en el presupuesto del 2021 dejamos la venta de un activo".
Sobre esto último, el jefe comunal detalla que el municipio compró una hectárea en el terreno aledaño al futuro Hospital Biprovincial Petorca-Quillota, "la cual ha crecido en valor prácticamente más de 10 veces y que se puso en el presupuesto como una posibilidad de venta para este año, de tal manera de poder tener una buena ejecución presupuestaria y financiera".
José Sabat, por su parte, afirma respecto a los programas asistenciales con financiamiento municipal, que "hemos querido priorizar en aquellos que van en directo beneficio de los más vulnerables, redistribuyendo el presupuesto para en miras de fortalecer el Programa de Asistencialidad, ampliando el rango de beneficiarios, cuyas necesidades serán canalizadas, a través de la Unidad Social y de la recientemente creada Oficina de Ayudas Covid-19". 2
Se percibe que este año debiera existir un déficit cercano al 15% y 25% en los ingresos en algunas municipalidades".
No vamos a dejar de hacer ningún programa social o actividad, ni vamos a retroceder en la gestión municipal de Quillota".
Somos un municipio que no tiene deudas y todos los gastos a largo plazo están siendo cancelados, incluso el pago del edificio consistorial".
La municipalidad está con sus compromisos más inmediatos, que son las funciones propias, pagados al día como corresponde".
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