El martes recién pasado el gobierno marcó un hito al sentar en una misma mesa a la mayoría de los involucrados en el retorno a clases presenciales (no hubo apoderados ni estudiantes). Y el registro gráfico final del Presidente Piñera con el ministro de Educación, Raúl Figueroa, a su derecha; el titular del Colegio de Profesores, Carlos Díaz, a su izquierda; la presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches, y otras autoridades, fue celebrado como un triunfo por el Ejecutivo mientras arreciaron las críticas contra Díaz y Siches.

El retorno presencial a clases, a pesar de ser anunciado para partir de este lunes 1 de marzo en todo el país, sigue siendo una incógnita. El Mandatario dejó la decisión a los padres y tanto Siches como Díaz en el mismo palacio de La Moneda manifestaron algunas aprensiones luego de tomarse la foto. El hecho es que todos los establecimientos del país debieran estar abiertos, aunque no llegue ningún alumno.

El ministro Figueroa dice en esta entrevista que empatiza con los padres y apoderados escépticos, pero apuesta a que el sistema será capaz de darles confianza mediante los conceptos de seguridad, gradualidad, flexibilidad y educación mixta.

-Ministro, ¿para qué sirvió la reunión?

-La reunión creo que marca un hito porque permite dar a conocer un consenso que estaba mucho más instalado pero que por diversas razones no era notorio hacia la ciudadanía: que la presencialidad es fundamental para el proceso educativo, pero que debe darse de manera segura. También, que el trabajo participativo es muy importante para lograr el éxito de volver a abrir las escuelas.

-¿No debió ser mucho antes, no una semana antes del reinicio?

-Lo que pasa es que por diversas razones no fue fácil generar un hito como éste, porque el trabajo venía realizándose hace bastante tiempo. Y esto no ha sido fácil en ninguna parte del mundo. En todas partes el proceso de reapertura de las escuelas ha sido similar. Por razones bastante obvias, como el temor de la ciudadanía, la incertidumbre que genera volver a un proceso que prácticamente durante todo el 2020 estuvo suspendido. Y en ese sentido lo importante es destacar que todos los actores están disponibles para iniciar el año escolar de la mejor manera. Ahora, el hecho de que sean las familias en definitiva las que tengan que tomar la decisión creo que también despeja muchas dudas. Y podría ocurrir que el 1 de marzo una escuela abra y por distintas razones no lleguen alumnos los primeros días. Y eso hay que trabajarlo para generar esa confianza en esas comunidades educativas para que tomen esa decisión. Pero lo que sería muy inconveniente es que las familias quieran ir y que sus establecimientos estén cerrados.

-La instrucción entonces para todos es abrir sí o sí el 1 de marzo.

-El año escolar parte este lunes y es importante que todos los establecimientos que están preparados para tener actividades presenciales las puedan iniciar de manera gradual. No significa que todos partan el mismo día, se va repartiendo a lo largo de la semana o el mismo mes. Y los establecimientos que no están listos, lo que tenemos que hacer ahora es trabajar para que se preparen y estén disponibles para sus familias lo antes posible.

Nadie ha querido referirse en forma despectiva a los docentes, eran declaraciones que estaban marcadas más bien con las tensiones con la directiva del gremio, pero hay que dejarlo atrás".

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