se hacen muchos a través de nuestro aeródromo, como también rescates aeromédicos: todas las personas que se evacuan de Juan Fernández, por ejemplo, pasan por Rodelillo", relata su presidente, Hernán Santibáñez, quien agrega que "esas son cosas que los vecinos no ven, pero que están ocurriendo todos los días".

Con respecto a la operación vacunas, el directivo señala que por la cercanía de esta zona con Santiago y la accesibilidad terrestre con que cuenta, los pilotos del club -que tiene 65 socios- aún no han participado de estos operativos, "pero estamos disponibles para lo que se nos solicite". Sin embargo, en casos como los gigantescos incendios de Peñuelas y Quilpué, que determinaron aviso de evacuación para 25 mil personas a mediados de enero, "nosotros detenemos todas nuestras operaciones, entregamos el aeródromo al uso de Conaf y de las unidades aéreas que contrata la Onemi, les proporcionamos soporte logístico, combustible, agua y colaboramos en todo lo que podamos ayudar".

La niebla y la vaguada costera tan comunes en estas ciudades a veces les ha jugado en contra. Santibáñez recuerda que "en las tres últimas emergencias ha estado nublado y no hemos podido salir en ayuda. Pero para el terremoto de 2010 se trasladaron más de 30 toneladas de alimentos en estos aviones, que cargan no más de 200 ó 300 kilos", lo que significó efectuar numerosos vuelos sociales para alcanzar ese tonelaje.

Desde murta y villa o'higgins hasta melinka

El presidente del Club Aéreo de Coyhaique, Rafael González, cuenta que la institución destinó dos aviones para distribuir vacunas a Puerto Murta, pequeña localidad de 200 habitantes ubicada en la ribera norte del Lago General Carrera; Chile Chico, con una población de poco más de 5.000 personas, en la ribera sur del mismo lago; Cochrane, con 3.700 habitantes, capital de la provincia Capitán Prat, y la lejana Villa O'Higgins, con esforzados 655 vecinos que viven en la punta sur de la Carretera Austral, a 1.240 km al sur de Puerto Montt y a casi 600 km de Coyhaique.

En la parte norte de la zona patagónica trabajó el Club Aéreo de Aysén, que es la otra institución de este tipo que existe en la XI Región. También con dos aviones distribuyeron las vacunas en La Junta, Chaitén y en Melinka, localidad ubicada en el archipiélago de Las Guaitecas, con una población de 1.800 habitantes.

"La región es muy extensa y tiene malos caminos. Río Tranquilo está como a 200 kilómetros de Coyhaique, pero equivalen a tres, a veces a cuatro horas de viaje. Entonces, la aviación civil siempre está aportando a la comunidad, sobre todo en los lugares más apartados. Nuestro club se creó en 1956 y en esa época sí que no existían caminos, y gran parte de los traslados los hacía el club aéreo", refiere el directivo, con siete años como piloto.

Dice que hay localidades desde donde los vecinos pueden demorar seis horas en llegar a la capital regional, mientras que en avión ese tramo se cubre en una hora. ¿Entonces los vecinos y las autoridades estarían contentos con las vacunas? "Por supuesto. Si desde Villa O'Higgins se manda una ambulancia a buscarlas a Coyhaique y se le pincha un neumático, se puede complicar la cadena de frío. Estos traslados son servicios que no cuesta tanto hacer y que representan un gran aporte para la comunidad", subraya.

Un trabajo extenuante y un día maravilloso

Una de las personas más contentas con los operativos de la Federación Aérea es la secretaria regional ministerial de Salud de Aysén, Alejandra Valdebenito, quien dice que la región se caracteriza por su extensa dispersión geográfica y poblacional, "con distancias que locamente medimos en horas y no en kilómetros. Muchas localidades requieren traslado tanto terrestre como marítimo, teniendo que ajustar los recorridos a las salidas de los transbordadores o embarcaciones".

En este proceso de inoculación, agrega, la vacuna de Pfizer en particular tiene la alta complejidad de su inestabilidad térmica una vez descongelada, por lo que no tolera muchas horas de transporte y debe ser usada antes de 4 a 5 días aproximadamente. "Por esta razón la ayuda brindada por la Federación Aérea de Chile, principalmente los clubes aéreos de Coyhaique y Aysén, sin duda alguna que fue vital para acercar esta campaña a lo largo de todo nuestro extenso territorio regional".

Un total de 960 dosis de Sinovac y 305 de Pfizer fueron distribuidas el 9 de este mes por ambos clubes. "Fue un trabajo muy extenuante, con hartas horas de vuelo, para llegar a cada localidad. Un día maravilloso, sin duda, que nos permitió entregar esta cuota de esperanza a nuestros adultos mayores principalmente".

La seremi añade que Melinka, Villa O'Higgins, Chile chico y Cochrane, son las localidades más complejas para llegar, por las distancias y el tipo de ruta. "Paisajes maravillosos, pero que requieren ser muy cautos, prudentes y precavidos en la conducción lo que enlentence aún más el recorrido".

Subraya que "sin duda alguna, el trabajo realizado por ellos, de manera voluntaria y sin luces, ha sido un tremendo aporte a la salud pública, en tiempos donde entre todos debemos ser parte de la lucha contra la pandemia. Estamos muy agradecidos desde el sector Salud y solo esperamos esos abrazos que tanto añoramos". 2

Estamos súper contentos del apoyo que hemos podido dar y eso nos motiva: nuestro lema es 'Volando con sentido".

Somos una pista importante en la zona central, iluminada, con aproximación instrumental, y hacemos un aporte relevante a la región".

El trabajo realizado por ellos, de manera voluntaria y sin luces, ha sido un tremendo aporte a la salud pública".

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"Somos parte de la comunidad y es muy importante que la comunidad quiera y defienda sus aeródromos, porque las ciudades empiezan a crecer alrededor de ellos y después muchos reclaman por los ruidos, porque pasó un avión sobre su casa, pero no saben que están cumpliendo una tremenda labor".

La reflexión del presidente del Club Aéreo de Valparaíso y Viña del Mar, Hernán Santibáñez, la comparten tanto el presidente de la Federación Aérea de Chile, Mauricio Malbec, como Nathán El Moro, titular del Club Aéreo de Talca, que se convirtió en un neurálgico centro de operaciones tras el terremoto del 27F, como también durante los incendios forestales de la zona centro sur en el verano de 2017.

"Yo creo que falta hacer ver la importancia que tienen los aeródromos y los clubes aéreos en las ciudades, la red secundaria de aeródromos es vital para el país. Nosotros, mensualmente, apoyamos una cantidad importante de traslados de personas accidentadas, enfermos críticos y traslados de órganos", señala el aviador talquino, sin contar los servicios que prestan durante las frecuentes emergencias que golpean al país.

Hernán Santibáñez relata a modo anecdótico que en uno de los últimos grandes incendios, una vecina llamó a Rodelillo para reclamar por el ruido de las aeronaves en su sector, sin percatarse de la magnitud del siniestro en desarrollo "ni de que los aviones estaban combatiéndolo y que gracias a eso el incendio no iba a llegar a su casa. Siempre que hay incendios llaman al aeródromo para reclamar por qué meten tanta bulla".

Mauricio Malbec: "Hay que defender los aeródromos en las ciudades. Ha estado muy en la polémica el aeródromo de Tobalaba, que es un punto fundamental para la operación en emergencias. Y además porque el futuro del transporte es aéreo. Los aeródromos están emplazados en las ciudades y no pueden desaparecer. Y hay que aprender a convivir con la aviación, porque en el futuro nos vamos a desplazar mayoritariamente en forma aérea". 2