Parque Barón, mala suerte y desprolijidad
Observaciones de la Contraloría que frenan una alta inversión detienen, también, un proyecto de alta demanda de mano de obra. En el supuesto que el proyecto, con un presupuesto de $ 18 mil millones, siga su curso, es fundamental que el Serviu cumpla con su obligación de cautelar la correcta ejecución de la obra y evitar nuevas paralizaciones.
Pareciera que el proyectado Parque Barón, que busca facilitar el acceso directo al borde costero en un espacio amable, tiene mala suerte. Ya en octubre de 2019 la Contraloría General de la República había objetado el resultado del concurso convocado para un proyecto en el disputado sector.
El concurso fue ganado por un grupo de profesionales de la Universidad de Chile, premio de $ 35 millones, pero la Contraloría determinó que la decisión del jurado calificador debió declararlo "inadmisible", pues se apartaba de las bases técnicas y administrativas.
Superado el problema y redefinido el proyecto, que compromete una inversión de casi 18 mil millones de pesos, fue licitado y adjudicado por el Servicio de la Vivienda y Urbanismo (Serviu) a Waldo Sánchez Román, quien tendría el mayor puntaje y cumplía con las condiciones esenciales exigidas.
Este criterio no fue compartido por el organismo contralor, cuya Unidad Jurídica "no dio curso, en esta oportunidad, al acto administrativo del rubro", estimando que "se aprecian diversas similitudes entre las ofertas presentadas por el adjudicatario (Sánchez) y el proponente Empresa Constructora Ecmovial". Precisando las observaciones, los abogado de la Contraloría solicitan al Serviu de Valparaíso aclarar "por todos los medios que disponga las circunstancias descritas, previo a efectuarse el control preventivo de legalidad".
De este modo, el proyecto queda en suspenso y no se entregan los cuantiosos recursos en juego.
De acuerdo a lo informado a este Diario por el propio Serviu, el 26 de febrero se respondieron las observaciones señaladas. A su vez, el organismo afirmó que "por tratarse de una obra de esta magnitud y dada la gran inversión, este servicio supervigilará el buen desarrollo del contrato en todos sus aspectos, especialmente los vinculados a la correcta ejecución de las obras".
Es posible que el servicio señalado aclare las observaciones de la Contraloría, pero de cualquier modo se echa de menos en su decisión inicial una mayor prolijidad, dado el monto de la inversión, la mayor con recursos públicos en esta ciudad tan dejada de la mano de Dios, y el lugar de ejecución, centro de largas disputas, donde incluso en 2017 un fallo de la Corte Suprema invalidó el permiso de construcción de un gran polo comercial.
El temor es que la respuesta del Serviu no cumpla los estándares de la Contraloría y la adjudicación sea declarada desierta, con un retraso en la iniciación de las obras y en la creación de una tan necesaria fuente de demanda de mano de obra, independientemente del aporte que esta iniciativa significará para la ciudad.
Pero en el supuesto que el proyecto siga su curso, es fundamental que el Serviu cumpla con su obligación de cautelar, paso a paso, la correcta ejecución de la obra y evitar nuevas paralizaciones.