"La participación confío que sea igual o superior a la del plebiscito"
El abogado, profesor de Derecho y Premio Nacional de Humanidades tomó la decisión de buscar un cupo entre los 155 escaños para escribir la Constitución. Es así como no ha dudado en salir a los semáforos, andar por los barrios y hacer reuniones telemáticas para convencer al electorado del Distrito 7 que voten por él.
"Ha sido toda una experiencia acercarme a automovilistas y peatones para presentarme y entregarles un volante con información", asegura, reconociendo que "he vivido la campaña como algo muy extraño, muy distinto a mis ocupaciones normales, pero lo que está en juego tiene muchísimo sentido y eso me alienta".
En cuanto a la respuesta de las personas la califica como "muy positiva". "Las pocas veces que me observan con hosquedad noto que no es por mí, sino porque alguien se les acerca hablar de política. Hay un fastidio muy notorio con los políticos y con los partidos", analiza.
- Para ud. ¿cuál sería el régimen óptimo?
- Un presidencialismo atenuado, o semipresindencialismo, que se aleje del presidencialismo casi monárquico de la Constitución del 80, pero que no llegue a un régimen propiamente parlamentario. La ley del péndulo no suele producir buenos efectos en política.
- ¿Considera que se debería fijar en el texto la plurinacionalidad?
- Claro que sí, porque eso es lo que somos. No basta con decir que somos un país multicultural, porque todas las sociedades democráticas y abiertas lo son. La nueva Constitución, sin que el país deje por ello de ser unitario, tendrá que reconocer un hecho que tenemos ante las narices y que hemos escamoteado por siglos: somos una sociedad plurinacional
- Uno de los temas sensibles para el país, y en especial para esta región, es el del agua. ¿Cómo debería quedar en el texto?
- El agua es en Chile un bien nacional público, pero sobre los derechos de aprovechamiento de ella se puede constituir propiedad privada y lucrar y hasta especular con tales derechos. Habrá que sustraer el agua, como bien común que es, a la propiedad privada y terminar con la contradicción, si no la hipocresía, que arrastramos por décadas: un bien nacional de uso público cuyo aprovechamiento es privado. El acceso al agua para consumo humano no puede ser sino un derecho, como también lo tendrá que ser, por ejemplo, para pequeños agricultores.
- ¿Qué otros derechos considera ud. que debería estar sí o sí?
- El derecho a una atención oportuna y de calidad, a educación pública integradora y de calidad, a vivienda digna, a retribución justa por el trabajo, a una previsión también oportuna y justa, a un medio ambiente sano y libre de contaminación, a conectividad a internet. O sea, acceso garantizado a bienes básicos o primordiales sin los cuales nadie puede llevar hoy una existencia digna, responsable y autónoma. ¿Y por qué todo eso? Porque todos compartimos una similar dignidad que nos reconocemos unos a otros. La primera disposición que propondría para la nueva Constitución sería esta: "Las personas nacen y permanecen iguales en dignidad y en esta se basan ciertos derechos fundamentales que se reconocen a todas ellas sin excepción". ¿Algunos deberes también? Claro que sí: participar en las votaciones populares, educar a los hijos, recibir instrucción hasta cierto nivel de la enseñanza, y, por cierto, pagar los impuestos que correspondan sin eludirlos ni evadirlos.
- ¿Considera que hay algún aspecto de la actual Carta Magna que debiera ser conservado?
-El recurso de protección, sin duda, aunque ampliando su campo de acción. También la segunda vuelta electoral en el caso de elecciones presidenciales y de gobernadores. Lo mismo con el régimen bicameral para el Congreso Nacional, aunque simplificando el proceso de formación de las leyes y autorizando la iniciativa popular de ley; la revocación del mandato dado a representantes que incumplan gravemente sus deberes jurídicos o éticos, y plebiscitos y referéndums para que sea la ciudadanía la que dirima temas de especial relevancia que produzcan mucha división en el país. Mantendría también, cómo no, el régimen de libertades, pero con la convicción de que el ejercicio efectivo de ellas se vuelve ilusorio para personas y familias que viven en malas condiciones materiales de existencia.
- Por último, ¿qué le parece que se haga la votación en dos días?
-Me parece bien, porque eso favorecerá la participación y la hará más ordenada, aunque los candidatos seguramente manejaremos más o menos no más nuestra ansiedad. Pero la participación es esos días lo más importante, y confío en que sea igual o superior a la que tuvimos en el ejemplar plebiscito que habilitó un proceso constitucional que no pocos rechazaban.
"He vivio la campaña como algo muy extraño, muy distinto a mis ocupaciones normales, pero lo que está en juego tiene muchísimo sentido".