Un aporte para mejorar la conectividad de Valparaíso será la renovación del aeródromo de Rodelillo, terminal de propiedad del Club Aéreo de Valparaíso que tiene un importante rol de servicio público. Para acometer el mejoramiento se han destinado $357 millones financiados por el Gobierno Regional utilizando recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional. Con estos fondos se harán los estudios de diseño de la remodelación del aeródromo construido en 1965 por el mencionado Club.

El proyecto considera la reconstrucción y prolongación de la pista de aterrizaje, nuevas plataformas para helicópteros de combate contra los incendios forestales, nueva base y centro de mantenimiento de los equipos aéreos de Conaf y mejoramiento de los espacios de recepción de aeronaves en general. Los trabajos que se ejecutarán en base a los anunciados estudios incluyen también la iluminación del campo aéreo e instalación de instrumental que permitan operaciones las 24 horas del día durante 365 días del año.

Este terminal tiene importancia para el uso de la aviación civil, pero cobra rol decisivo como base para el combate desde el aire de los incendios forestales. También es un punto relevante en la conectividad aérea sanitaria en el caso de transporte de órganos para trasplantes y, actualmente, en la eventualidad de traslado de pacientes afectados por el covid-19. Hay que destacar como una ventaja la ubicación de este terminal en el eje de la variante Agua Santa, lo que facilita el acceso de vehículos de abastecimiento de agua y de combustible para el caso específico de los incendios forestales, y de ambulancia para vuelos relacionados con la salud.

Anunció el intendente Jorge Martínez que para los mencionados estudios está en marcha el proceso de licitación. Realizado ese trabajo se espera iniciar las obras en terreno el año 2023 para terminarlos en 2024. Hernán Santibáñez, presidente del Club Aéreo de Valparaíso y Viña del Mar sostuvo que las obras anunciadas son "un paso importante para dotar a la Región de un terminal adecuado a los nuevos tiempos y con las capacidades necesarias para recibir la creciente demanda de operaciones". Así, una entidad privada realiza un aporte decisivo al servicio público.

Y en ese sentido, hay que considerar las posibilidades de uso para el servicio de vuelos turísticos, con las limitaciones propias de recepción de aeronaves mayores, y la ubicación estratégica de Rodelillo entre Valparaíso y Viña del Mar. En términos de conectividad aérea regional no se puede olvidar el aeropuerto de Concón, sobre el cual se han hecho numerosos anuncios que hasta ahora no presentan avances. Ese terminal, con las condiciones técnicas adecuadas, está llamado a ser un eslabón importante en la vinculación de Valparaíso con las rutas aéreas nacionales e internacionales.

Hace unos días se conocieron los resultados de las postulaciones a las universidades chilenas en un proceso que implicó varios desafíos: una nueva prueba transitoria de selección; mayor libertad para que las universidades establezcan el peso de los instrumentos como el ranking, NEM y prueba; la Subsecretaría de Educación como ente a cargo del proceso por primera vez y un contexto de pandemia que desafió la logística desde la rendición de la PTU.

Si bien es pronto para sacar lecciones -aún no termina el proceso de matrícula y faltan las listas de espera- sí se produjeron algunos hechos que dan cuenta de cambios positivos respecto a años anteriores.

El más relevante es la disminución de las brechas entre colegios particulares pagados y municipales en todas las pruebas analizadas, así como entre colegios científico-humanistas y técnico-profesionales, con un acortamiento especialmente notorio en la Prueba de Comprensión Lectora.

Además, este año por primera vez las instituciones tuvimos mayor libertad a la hora de ponderar los distintos instrumentos de selección, ajustándolos de manera más precisa a nuestros diferentes proyectos educativos y realidades, lo que incidió en la disminución de las brechas mencionadas.

Esperamos también que esta mayor flexibilidad pueda ayudar a disminuir la deserción estudiantil, ello gracias a la selección de perfiles de estudiantes más idóneos para cada carrera, con las habilidades adecuadas para concluir con éxito su formación académica y profesional.

Otro aspecto que influyó en la disminución de las brechas fue la posibilidad que tuvieron los estudiantes del 10% superior de rendimiento en su establecimiento de egreso, de acceder al sistema sin haber obtenido más de 450 puntos en la PTU. Según el Mineduc, más de 2.200 jóvenes que se vieron beneficiados con esta situación postularon, de los cuales el 95% quedó al menos seleccionado o en lista de espera en alguna de sus preferencias, mientras que el 72% fue directamente seleccionado.

Si bien hay mejoras, aún persisten varios aspectos a los cuales hay que dedicarle atención, como la necesaria disminución de la brecha de la PTU entre la Región Metropolitana -con hasta 16 puntos por sobre el promedio- y regiones, particularmente en las más extremas.

Estuvimos muchos años con un sistema que segregaba. Ahora debemos concentrarnos en que los cambios sean positivos, estén bien aplicados y se enfoquen en el mejor interés de nuestros estudiantes. Igualmente, se requiere que las universidades sepan, quieran y puedan generar políticas internas que contribuyan a nivelar y apoyar a aquellos estudiantes que vienen con una desventaja respecto de sus pares, la que puede darse por el colegio de origen, factores socioeconómicos o por diversos factores relacionados a sus procesos de aprendizaje.

Ahí también está el desafío.