Iglesias defienden realización de cultos religiosos en fase 2
REGIÓN. Representantes afirman que sus protocolos permiten evitar contagios y algunos incluso piden aumentar aforos. Colmed advierte de posibles riesgos.
Tras el paso atrás del Gobierno respecto a la asistencia de fieles a cultos religiosos en fase de Transición -cuya prohibición generó molestia dentro de la Conferencia Episcopal-, las iglesias de comunas en dicha etapa cuentan con permiso para congregar hasta 20 personas en lugares abiertos y 10 en espacios cerrados. La decisión, sin embargo, no ha estado exenta de críticas y dudas. Por su parte, las diversas asociaciones religiosas regionales defienden la importancia de estos ritos, así como las medidas de seguridad que ya se están implementando en los templos.
Misas bajo protocolos
Desde la Diócesis de Valparaíso, que desde septiembre ha mantenido el vínculo con las autoridades para asegurar un plan progresivo de reapertura, aseguran realizar sus cultos bajo estrictas medidas sanitarias. "Para que los feligreses puedan asistir al templo deben inscribirse para luego generar una trazabilidad en un eventual contagio. Les entregamos una ubicación fija en el templo, en la que permanecen toda la celebración eucarística. Hay protocolos de ingreso y de salida, y se ha suspendido el saludo de paz", indica Diego González, sacerdote y delegado episcopal para la reapertura de templos.
"También hemos tenido capacitaciones para los fieles de la Diócesis. Llevamos más de 350 personas capacitadas y ha sido un trabajo intenso que hemos tomado con mucha responsabilidad, porque asumimos que el cuidado de la salud pública también nos compete. Pero hay una dimensión que me parece que hay que poner en realce, y es que la vida espiritual también aporta a la salud pública y mental de las personas. Nosotros queremos aportar desde ahí", agrega.
Sobre las últimas medidas adoptadas, luego de que las autoridades de la iglesia católica acusaran de "incomprensible" y "discriminatoria" la idea de suspender los cultos presenciales, González considera que "esto adquiere una connotación más pública porque hay un retroceso en una medida del Gobierno, pero la vuelta al templo ya estaba sucediendo desde hace un tiempo". "Lo que seguiremos haciendo es aplicar los mismos protocolos que ya estábamos aplicando y que están en conocimiento de la autoridad, sanitaria, así como los que ellos mismos nos han entregado", concluyó.
La vereda evangélica
De forma similar, en representación de la Coordinadora Evangélica de Pastores de la Región de Valparaíso, Rodolfo Torres afirma que las medidas ya vigentes son suficientes para asegurar una participación segura a quienes acuden a sus ceremonias. "Las iglesias han sido muy rigurosas en el establecimiento de protocolos. A cada persona que llega se le toma inmediatamente la temperatura, se le entrega alcohol gel, y las sillas están bastante separadas, cumpliendo con las normas de distanciamiento", sostiene.
"Todos llegan con la mascarilla puesta y se mantienen con ella durante una buena parte de la reunión. En algún momento se la sacan para cantar, pero inmediatamente después se la vuelven a poner. En Chile no hemos tenido el problema que hubo en California, donde el gobernador Newsom prohibió cantar en las iglesias. Afortunadamente, aquí las autoridades nunca han llegado tan lejos", dice.
Respecto a los últimos hechos, el relacionador público comenta que "los pastores aceptaron de buena gana las restricciones y la limitación de las actividades religiosas, pero les pareció muy bien la intervención del obispo católico de la Región Metropolitana, que además hizo un reclamo transversal presentando la necesidad cúltica de todas las iglesias. Así que nos alegra mucho que el Gobierno haya reaccionado rápidamente para que las iglesias puedan reunirse tanto en espacios cerrados como abiertos", reconoció Torres.
"es la nada misma"
Algo distinta es la visión de Rufino Pérez, presidente del Concilio de Pastores de Valparaíso y miembro de la Iglesia Visión Apostólica, quien asegura que el panorama actual "es igual de negativo" debido a los aforos.
"Es más de lo mismo, porque diez personas para un culto es la nada misma. En una iglesia grande, donde hay más de 100 personas, habría que hacer más de 10 cultos al día para poder atenderlos a todos. Yo, por ejemplo, prefiero seguir transmitiendo vía Facebook para conectarme con mis hermanos", asevera.
"Al aire libre, en una plaza, fácilmente pueden estar 50 personas. ¿Por qué tienen que ser 20? En todo caso, son las reglas que ellos ponen, porque no entienden esta parte. Pero aun así, ni los obispos católicos están de acuerdo con aquello", expresa molesto.
"El cuidado de la salud pública también nos compete, pero hay que poner en realce que la vida espiritual también aporta a ella".
Diego González, Obispado de Valparaíso
"Nos alegra mucho que el Gobierno haya reaccionado para que las iglesias puedan reunirse en espacios cerrados y abiertos".
Rodolfo Torres, Coord. Evangélica de Pastores
"Son las reglas que ellos ponen, porque no entienden esta parte. Aun así, ni los obispos católicos están de acuerdo".
Rufino Pérez, Iglesia Visión Apostólica