En el idioma chino, la palabra crisis se construye por la combinación de dos ideogramas que corresponden a las palabras "peligro" y "oportunidad". Y para Yary Sánchez la crisis que significó quedarse sin trabajo a inicios de la pandemia fue la oportunidad para atreverse con un emprendimiento: Curaumasabor, con el que elabora pisco sour en una docena de variedades que reparte vía delivery desde Curauma a varios puntos de la región.

Yary, quien vive hace 15 años en Curauma, cuenta que "soy asistente dental de profesión y trabajé en la Armada como marino, y pasé a retiro hace tres años. Después estuve haciendo algunos reemplazos, pero eso se terminó con la pandemia (...) Me vi en la obligación de buscar algo en que emprender, porque tengo tres hijas en la universidad. Y la verdad es que esto partió de la noche a la mañana, pues un día me desperté y les dije a todos en la casa 'voy a empezar a hacer pisco sour'. Lo hacía para mi familia, pero nunca imaginé que esto iba a crecer".

"Partí el 18 de mayo de 2020 -agrega-, primero vendiendo a los amigos y después ampliando la clientela, ya que esos mismos amigos se lo iban recomendando a otros. Mis hijas me han ayudado con las redes sociales, porque no me manejo mucho. Empezó el boca a boca y yo también empecé a aumentar los sabores, porque me di cuenta que las frutas me daban muchas posibilidades de mezclas interesantes".

El emprendimiento (@curaumasabor en Instagram), ha sido un éxito y actualmente Yary Sánchez prepara el pisco sour -sin preservantes ni aditivos- en las variedades tradicional, mango, maracuyá, frambuesa, frutilla, frutos rojos, arándanos, menta frutilla, menta jengibre, ají, albaca, whisky sour, piña jengibre y manzana jengibre.

Lo que viene

Pronta a cumplir un año con este emprendimiento, su creadora cuenta que "he variado los sabores, pero mantengo la misma receta y los gramajes de frutas. Hemos ido mejorando la presentación y hoy contamos con una etiqueta transparente, con las indicaciones. Con otros amigos emprendedores queremos asociarnos para tener nuestro propio lugar, ya sea de acopio o punto de venta, y hay interés en Santiago por el producto". c&p

El Centro Cultural de Placilla, en conjunto con el Museo Histórico del sector, desarrolla el Programa de Educación Ambiental dentro del cual se enmarca el proyecto "Reconocimiento de la biodiversidad en el bosque Las Nalcas, Placilla de Peñuelas", con financiamiento del Fondo de Protección Ambiental (FPA) del Ministerio de Medio Ambiente, adjudicado el año pasado y que e entregó importante información sobre la flora y fauna de este bosque.

Ángela Núñez, ingeniero ambiental, socia del centro cultural y apoyo técnico en esta iniciativa, explicó que "dentro del proyecto ganado teníamos que hacer un levantamiento de información de un sector de Placilla denominado Bosque Las Nalcas y para poder desarrollarlo se recopilaron datos del terreno elegido, cuyos resultados se debe entregar a la comunidad a través de un programa de educación ambiental en clases que en un principio fueron presenciales y que consideraban visitas a terreno, pero que debido al retroceso a Fase 1 debemos continuar en forma online".

El trabajo fue con avistamientos y cámaras-trampa. "Como equipo -detalló Ángela Núñez- formalmente hicimos tres salidas a terreno, pero entre medio parte del equipo fue varias veces a recolectar la información que tenían las cámaras. Ese trabajo duró tres meses, de noviembre a enero. Ahora estamos realizando un catastro de todo lo registrado y también de lo que pudimos observar en las salidas a terreno. Esa información se la iremos entregando a la comunidad y a los participantes en las Jornadas de Educación Ambiental".

Núñez comentó que "los resultados de este levantamiento de información de flora y fauna en el sector nos sorprendió mucho, porque hemos encontrado algunas especies que, según los expertos que estamos trabajando, están en el borde del territorio donde las podríamos encontrar normalmente (...) Algunas que lo más lejos donde se pueden encontrar, por ejemplo, es Concón, pero igual están acá, que es el caso de las fucsias magallánicas o las mismas nalcas. No son de esta zona y esa es una de las características que hemos podido encontrar".

Sobre la fauna del sector, detalló que "la hemos podido observar más por las cámaras-trampa que por la visitas a terreno. Encontramos una especia de matapiojos que es más grande y se llama Fénix Raptor; una aésla Papudo, que es una pancora tipo cangrejo, la cual habita solo en aguas prístinas; pocha chilena, que es un pequeño pez, y rana chilena".

"Por otra parte -agregó-, el zorro culpeo, que es la especie que más vimos, en el último tiempo ha hecho noticia porque se han encontrado algunos de ellos atropellados y otros quemados por los incendios. Es un tema sensible para la comunidad, porque están llegando a la zona urbana, pero si uno lo mira desde otra perspectiva, es que la zonas urbanas están ocupando su territorio".

NECESIDAD DE PRESERVACIÓN

Para la investigadora, "las características del sector y su flora y fauna nos ha llevado a considerar que es de vital importancia preservarlo, porque reúne especies que no encontramos en otros lados. La idea con este trabajo es poner en valor el lugar, porque es la primera vez que se hacía un levantamiento de información de flora y fauna".

El Centro Cultural de Placilla postula nuevamente a un fondo concursable del Ministerio de Medio Ambiente para realizar un levantamiento de información sobre la biodiversidad en el sector Salto del Agua. c&p