Sorpresa y una profunda desazón provocó en Everton la muerte del utilero del primer equipo, Alejandro Valdés (41 años), quien se desempeñó por casi dos décadas en la institución y que perdió la vida la tarde del domingo, en la casa de su madre, aquejado de covid-19. El trabajador sufrió un paro cardiorrespiratorio del que no se pudo recuperar.

Hace dos semanas, en los controles periódicos que se le realizan a todos quienes trabajan en el club viñamarino, dos personas que trabajaban en el área de utilería y dos juveniles que alternaban en el primer equipo dieron positivo en sus exámenes PCR.

Valdés era uno de ellos, y pese a que en un primer momento no habría registrado síntomas de gravedad -por lo cual realizó su cuarentena obligatoria en la casa de su madre, en Reñaca Alto- finalmente su condición se comenzó a deteriorar.

El sábado, familiares del funcionario oro y cielo -quien fue monitoreado por el área sanitaria de la sociedad anónima- comenzaron a pedir ayuda médica ante su deteriorada condición de salud. Sin embargo, solo el domingo, por la tarde, un equipo de urgencias pudo llegar hasta el domicilio donde se encontraba Valdés, quien presentaba un paro cardiorrespiratorio que terminó ocasionándole la muerte. Sus funerales se realizaron ayer, pasado el mediodía, en el cementerio Parque Los Pensamientos de Viña del Mar.

El caso del trabajador de Everton le fue consultado ayer al ministro de Salud, Enrique Paris, quien respondió que "por supuesto que estamos preocupados" por la situación que se vive en el fútbol profesional. La subsecretaria Paula Daza, por su parte, manifestó que "todas las actividades que están ocurriendo en nuestro país requieren ser realizadas con un protocolo estricto para disminuir los contagios y en caso de que hubiese un contagio, poder tomar todas las medidas necesarias de trazabilidad y aislamiento".

Respecto al caso de Curicó Unido, que sufrió un brote de coronavirus en su plantel y debió presentarse sin suplentes el domingo pasado frente a La Serena, Daza señaló que por el momento no se piensa en suspender el campeonato, aunque "estas actividades siguen siendo fiscalizadas, monitorizadas y, obviamente, en caso necesario, se cursará el sumario sanitario".

Desde la sociedad anónima viñamarina se levantó a través de redes sociales un mensaje despidiendo a su funcionario: "Lamentamos informar el sensible fallecimiento de nuestro querido Alejandro Valdés B., ferviente hincha Oro y Cielo y trabajador de nuestro Club. Enviamos un fuerte abrazo y todo el apoyo a su familia, amigos y cercanos en este difícil momento". Además, se decretó duelo institucional, con tres días sin actividades oficiales y la bandera a media asta.

Otros clubes, como Coquimbo Unido, Antofagasta, Unión La Calera y Audax Italiano, también publicaron en sus cuentas de Twitter mensajes de condolencias por la muerte del utilero evertoniano.

La semana pasada, en tanto, un jugador del primer equipo viñamarino arrojó el resultado "indeterminado" en su examen PCR, previo al partido contra los Pumas en el norte, por lo cual fue separado de las prácticas y no viajó hasta Antofagasta como medida de precaución.

Ofician a ministerios

Debido al caso de Alejandro Valdés, la diputada (RN) Erika Olivera decidió oficiar a los ministerios de Salud y Deportes para tener antecedentes acerca de las medidas de seguridad en términos sanitarios que los clubes profesionales están tomando con sus trabajadores que no son futbolistas o miembros de los cuerpos técnicos. La parlamentaria también le pedirá información a la Asociación Nacional de Fútbol Profesional sobre este tema.

"Me gustaría saber cómo lo están haciendo los equipos para cuidar a sus trabajadores que no son visibles, porque existen protocolos sanitarios para los futbolistas, que son los más visibles, pero quiero recalcar que ellos no son los únicos trabajadores en el fútbol", expresó la parlamentaria, quien integra la Comisión de Deportes de la Cámara.

De acuerdo a la también exatleta, da la impresión de que existirían funcionarios de primera y de segunda.

"Los campeonatos no se suspenden porque existen protocolos, pero me preocupa la salud y la vida de los que están atrás, los invisibles, los que se ocupan de la utilería, los que lavan la ropa, los encargados de las canchas", manifestó Olivera.

"Me gustaría saber cómo lo están haciendo los equipos para cuidar a sus trabajadores que no son visibles".

Erika Olivera, Diputada RN

La fecha libre que tuvo Wanderers en la segunda jornada del campeonato de Primera División le ayudó a Ronald Fuentes para seguir afiatando su equipo y recuperando jugadores que estuvieron lesionados o que se integraron más tarde a los entrenamientos, como Canelón y Cabrera.

En el primer caso está el zaguero uruguayo José Manuel Aja, quien hace dos semanas sufrió una lesión en un talón que lo dejó fuera del estreno 2021 del Decano ante Unión Española (caída por 1-3) y también de los amistosos que se jugaron antes del inicio del certamen (frente a San Felipe y La Calera) y el viernes pasado contra Santiago Morning.

El jugador formado en Nacional de Montevideo superó su dolencia y pudo iniciar esta semana las prácticas de forma normal en Mantagua. En sus redes sociales el defensa central publicó una foto en la cancha del complejo wanderino con un breve comentario: "Estamos listos".

Otro que volvería hoy a entrenar con cierta regularidad es el delantero Sebastián Ubilla, quien de acuerdo al parte médico del club estuvo afectado desde hace casi dos semanas por un "estado viral". Ayer habría recibido su alta médica.

Quien no podrá trabajar es el delantero Diego Vallejos, que sufrió un desgarro.

Con respecto al último refuerzo que se integrará al Decano, el lateral izquierdo uruguayo Facundo Kidd, desde Montevideo se informó que el jugador está a la espera del envío de sus pasajes para viajar a Chile. Lo más probable es que este viernes el zaguero de Plaza Colonia se embarque rumbo a nuestro país.