El nuevo desafío, frenar la influenza
La vacunación paralela ser acompañada de una completa información para evitar dudas que, finalmente, afectan a una importante campaña. Hay que cautelar no solo la seguridad sanitaria en los recintos de salud, sino también la seguridad del personal que allí trabaja, debido a que a veces es víctima hasta de agresiones, como ha ocurrido en el Hospital Van Buren.
Un nuevo desafío se presenta para los sistemas de salud de todo el país: la campaña anual de vacunación contra la influenza. En estos momentos la aplicación de esa vacuna es particularmente importante, pues se trata de frenar la aparición de una enfermedad cuyas complicaciones pueden agravar la crítica situación que estamos afrontando con la pandemia.
Ayer, lunes, se inició la inmunización, partiendo con los mayores de 90 años y con las mujeres con más de 33 semanas de embarazo, para continuar en escala descendente con otros grupos etarios.
La vacunación cubre de manera preferente y gratuita a personas de más de 65 años y enfermos crónicos. Además, se incluye a grupos seleccionados por sus funciones o condiciones de residencia. La inoculación se realiza en centros de salud públicos y privados. En Viña del Mar se han habilitado 19 puntos de aplicación y en Valparaíso, 13.
Con toda la importancia que tiene este proceso es necesario tener presente las condiciones en que se realiza. Por una parte, un personal de salud sobrecargado en todos sus niveles, pero también se debe atender a la importancia de evitar aglomeraciones insistiendo en el uso de mascarillas y el distanciamiento social.
En cuanto a los recintos de salud, hay que cautelar no solo la seguridad sanitaria, sino que también la seguridad del personal que allí trabaja bajo constante presión, debido a que a veces es víctima hasta de agresiones, como ha ocurrido en el Hospital Van Buren de Valparaíso.
Es de suponer, además, en cuanto a lo propiamente sanitario, que se han adoptados medidas para evitar confusiones entre el proceso de vacunación contra el covid-19 y el que está comenzando contra la influenza. Hay que atender, también, a los resguardos entre la aplicación de una y otra vacuna. Se ha informado que la distancia en tiempo de las aplicaciones debe ser de 14 días.
En este aspecto, es fundamental mantener a la comunidad plenamente informada, despejando aquellas dudas que, en último término, afectan a los dos procesos en marcha.
Una cuestión importante dentro de toda la crisis actual refiere a la movilidad de las personas entre sus domicilios y puntos de vacunación. Se ha informado que para ese traslado es necesario un permiso de desplazamiento, permiso que, de acuerdo a la norma general, tiene una duración de dos horas. Este aspecto puntual debe ser claramente definido, pues es muy posible que más allá de la aplicación misma de la vacuna, las personas superen ese límite en desplazamiento y espera de la atención correspondiente. Con las nuevas restricciones y los esfuerzos por bajar la movilidad, es fundamental mantener a la población bien informada sobre las condiciones en que se realiza esta campaña paralela, nuevo esfuerzo para proteger la salud de toda la población.