Señal importante tras una modesta inversión
Los avances en la recuperación del Café Vienés constituyen un pequeño paso, que debe ser replicado, en la ruta del rescate de Valparaíso. Se trabaja en un modelo de gestión del tradicional recinto, con la participación de diversos organismos locales, entre ellos el Colegio de Arquitectos, entidad que, sin duda, tiene mucho que decir en ese proyecto.
Hacen falta las buenas noticias en el golpeado Valparaíso. Y en medio de esa necesidad, el anuncio sobre el avance del proceso de recuperación del tradicional Café Vienes es un aporte no solo a la estética de la ciudad, sino que también al ánimo de los porteños y de aquellos que quieren trabajar por el rescate de la ciudad.
Bienes Nacionales, propietario del inmueble ubicado en la calle Esmeralda, informa de la inversión de $15 millones para la recuperación de la fachada, que acusa daños y el castigo de numerosos rayados. Los recursos provienen de la Subsecretaría de Desarrollo Regional y ya se realizó la licitación correspondiente.
Junto a esos trabajos, se trabaja en un modelo de gestión del tradicional recinto, con la participación de diversos organismos locales, entre ellos el Colegio de Arquitectos, entidad que, sin duda, tiene mucho que decir en ese proyecto y en la recuperación de los valores urbanísticos de Valparaíso.
La secretaria regional ministerial de Bienes Nacionales, Rosario Pérez, afirmó que junto a la recuperación "invitamos a toda la comunidad a participar y opinar aportando ideas sobre el uso que debiera tener este histórico inmueble". Se busca así un modelo de administración "sustentable en el tiempo, que respete el valor patrimonial de la ciudad".
Este llamado es importante y necesario, ya que es urgente insistir en el respeto a la ciudad, valor que se ha perdido con los penosos resultados conocidos. Y en ese respeto también cabe lo que es participación, presencia ciudadana que condene y rechace el daño al patrimonio.
Por cierto, la inversión anunciada es modesta en relación a la importancia del inmueble y a su condición, pero es un señal que debe convocar a un mayor gasto público y privado en construcciones de este tipo, con prestancia histórica y social, en este caso concreto tratando de rescatar un centro de encuentro, como fue por décadas el Café Vienés.
Se debe tener presente, además, que el local forma parte de un gran edificio que albergaba, desde principios del siglo pasado, al Hotel Royal, uno de los más importantes de la ciudad. La construcción misma es de gran calidad, pero el paso del tiempo y los terremotos ha provocado un daño que debe ser evaluado en su contexto, gestionando inversión para su reparación total y nuevos usos, como el que se busca para el Vienés. Dentro de todo el bloque, el sector mejor conservado es el correspondiente al Instituto Chileno Norteamericano, donde hay una mantención cuidadosa, recuperación de espacios y un uso cultural tradicional ahora frenado por las circunstancias sanitarias.
Hay que considerar, también, la conservación del edificio por calle Blanco, impulsando así su total recuperación y su ocupación de acuerdo a su calidad y ubicación en uno de los lugares más importantes y tradicionales de la ciudad.