Los ajustes de los candidatos para enfrentar los comicios
Junto con la reforma constitucional que permitió la postergación de las megaelecciones de abril, se aprobaron varias disposiciones que pueden dejar en mal pie a algunos aspirantes. Distintos postulantes fijan sus posturas frente a las nuevas normas.
Tras semanas de alzas de contagios, las cuales se siguen evidenciando hasta hoy, el Gobierno envió al Congreso un proyecto de reforma constitucional para postergar las elecciones municipales, de convencionales constituyentes y gobernadores regionales, las cuales estaban fijadas para este fin de semana, luego de un anterior aplazamiento en 2020 a causa de la pandemia y de la aprobación de otra iniciativa para que los comicios se realizaran en dos días, también bajo argumentos sanitarios.
De todas formas, la iniciativa presentada por el Ejecutivo, no solo contemplaba la nueva fecha de las elecciones. El texto incluía una serie de artículos que, pese a la tramitación exprés, generó bastante polémica entre los parlamentarios. Uno de los puntos más controversiales tenía que ver con la suspensión de las campañas, tanto de forma territorial como virtual, desde la promulgación de la ley hasta 15 días antes de la elección. Eso sí, no se incluía una restricción para recibir aportes durante este tiempo, lo cual causó molestia en algunos sectores.
Así también, otro punto polémico tuvo que ver con la disposición de que los alcaldes incumbentes, es decir, aquellos que van a la reelección o quienes postulan a otro cargo y estaban siendo subrogados, podían retomar sus funciones el 28 de abril. Esta indicación causó molestia en distintos sectores: tanto expertos como algunos legisladores sostenían que de volver a su puesto, los jefes comunales podían hacer "uso político" de la Municipalidad; mientras que los afectados, criticaban que la medida respondía a cálculos electorales y algunos, como la autoridad de Recoleta, Daniel Jadue, afirmaban que "un mes y medio fuera del municipio sin poder hacer campaña, pero también sin poder asumir nuestras responsabilidades, no tiene ninguna explicación racional en ninguna parte de Chile".
Finalmente, luego de un intenso debate que incluyó una sesión extraordinaria el pasado domingo en el Senado, el martes 6 la Cámara Alta despachó el proyecto, tras la aprobación por 23 votos a favor, 13 en contra y cuatro abstenciones, de la indicación que prohíbe que los candidatos reciban dinero para propaganda política. Con esto, sólo podrán hacer uso de los recursos con los que ya cuentan para gastos como sus respectivas sedes de campaña, pero nadie podrá entregarles apoyos monetarios hasta el 28 de abril a las 23:59.
Así, terminó casi en tiempo récord la tramitación de un proyecto respaldado tanto por el mundo político como por expertos en el área de la salud, ante la necesidad de adoptar medidas para evitar que sigan aumentando los contagios por covid-19. Pero no solo eso, ya que también sirvió como argumento la posibilidad de igualar o superar el padrón electoral del plebiscito de octubre del año pasado (50,95%) y, sobre todo, el de los últimos comicios municipales, cuando apenas llegó al 35%.
Sin recursos y sin campañas
El punto más complejo de la reforma es la suspensión de las campañas, lo cual podría afectar principalmente a los candidatos a la constituyente, considerando la gran cantidad de postulantes independientes y poco conocidos para la ciudadanía, y que requerían de todos los elementos posibles para darse a conocer. Y con la imposibilidad de recibir más recursos, varios han tenido que empezar a sacar cuentas para ver cómo sortearán las semanas previas a los comicios y llegar de buena forma para retomar su despliegue.
Este fenómeno afecta, incluso, a quienes pertenecen a coaliciones con amplio historial. La abogada y candidata a constituyente por el Distrito 7, Jeanette Bruna (Ind. pro RN), comenta que desde un inicio se había puesto el 7 de abril como fecha tope para realizar la campaña, lo cual consideraba "adecuado". De todas formas, repara en que "lamentablemente la adición de 15 días de campaña produce un desequilibrio entre los candidatos que cuentan con más recursos o que ya han ostentado cargos respecto de quienes por primera vez entran a la arena política y en particular respecto de quienes no militan en partidos".
Así y todo, la jurista remarca que "acepto las reglas acordadas democráticamente. En el intertanto, seguiré manteniendo una campaña educativa para que la ciudadanía sepa la importancia histórica de estas elecciones, por ser la primera Constitución que será redactada por 50% de mujeres y por personas electas por los ciudadanos".
"Y cuando se retome el período de propaganda saldré a jugar el resto del partido con el mismo ímpetu y garra que ya conocen. Soy wanderina y soy mujer, conozco bien lo que es jugar partidos con reglas y recursos dispares y sé que se puede ganar igual", añade Bruna.
Por su parte, Claudia Espinoza (PS), geógrafa y postulante por el Distrito 6, asume que la modificación de fechas "nos afecta a los candidatos y candidatas, porque hay un lapso donde no tenemos la posibilidad de salir a terreno, de trabajar con nuestros brigadistas, utilizar publicidades en redes sociales y en la prensa. Además, se suma a esta disposición que no se pueden recibir aportes de terceros o generar los propios, lo cual nos deja en desigualdad entre los mismos candidatos; por ejemplo, en relación a la derecha, que ya tiene porcentajes altos de recaudación, frente a los que son independientes, que están en desigualdad en la competencia. Me pongo en los zapatos de ellos".
Cambiar los días de las elecciones de abril para mayo, no fue lo único que se aprobó estos días en el Congreso. A ello se suman varias disposiciones que repercuten en las candidaturas.
Nicolás Reyes Acevedo
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