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"Los dejan entrar -recordemos los aviones provenientes de Haití que llegaban en la madrugada y el flujo de personas entrando por largos meses por el norte-, y cuando están aquí no se les ofrecen plenas garantías civiles ni laborales. Se les amenaza con expulsión, y así, en una aparente calma, cuidan a los enfermos o ancianos que nadie quiere cuidar, hacen labores de limpieza hasta altas horas de la madrugada, cosechan lo que irá a suculentas mesas, transportan alimentos bajo la lluvia o el calor infernal, en condiciones laborales deplorables, mal pagados, sin previsión. Y como si fuera poco, viven hacinados en lugares infrahumanos y caros", agregó el prelado.
Posibles efectos del nuevo orden
En una entrevista en ADN, la directora nacional del Servicio Jesuita a Migrantes, Waleska Ureta, planteó que la ley "avanza en un aspecto muy importante" como la institucionalidad, pero no considera la realidad del continente y crisis humanitarias como la de Venezuela.
"Eso nos preocupa porque tenemos una migración, dada por la crisis humanitaria en Venezuela, que no necesariamente tiene la calificación profesional para optar a un trabajo o los vínculos, los contactos, para obtener una oferta laboral", argumentó.
"Las personas que vienen huyendo desde Venezuela, porque en su país no están las condiciones de vida y hay vulneraciones graves de derechos humanos, debiesen ser consideradas en calidad de refugiadas", expuso, enfatizando que la legislación debe contemplar aspectos como ese, porque "las restricciones de controles de fronteras sin asumir que hay una crisis humanitaria en uno de los países de la región" puede fomentar el tráfico de personas.
Más crítica fue la Cátedra de Racismo y Migraciones de la Universidad de Chile, que en una declaración pública planteó que "el Gobierno corona tres años de instrumentalización de la política migratoria y de discriminación de carácter racista contra las personas migrantes frente a la ciudadanía nacional, consolidando un relato donde iguala narcotráfico y delincuencia internacional con migración indocumentada".
En tanto, la directora del Programa Interdisciplinario de Estudios Migratorios de la Universidad Alberto Hurtado, Carolina Stefoni, opinó en Radio U. de Chile que la norma representa "la instalación en el discurso público de pensar la migración como un gran problema, como una suerte de amenaza a la seguridad nacional". Pese a valorar avances como un nuevo Servicio de Migraciones, agregó que la ley instala "la idea de una migración que es necesario controlar y la idea de cerrar las fronteras a los delincuentes y todo, es la criminalización de la migración".
Expuso asimismo que "exigir un contrato laboral a alguien que viene del trabajo doméstico, la agricultura, la construcción, es inviable. Eso lo único que genera es que agencias empiecen a negociar este tipo de contratos con un intermediador y facilitar el trabajo para las redes de bandas que empiezan a vender este tipo de ofertas".
A su juicio, las medidas que se están adoptando "van a incrementar después la irregularidad migratoria, que es un tremendo problema, porque la ley no permite y no entrega mecanismos eficientes para que esas personas puedan después regularizarse".
"desincentiva el ingreso clandestino"
Desde la otra vereda habló el martes 13, en Cooperativa, Álvaro Bellolio, jefe del Departamento de Extranjería y Migraciones -futuro Servicio Nacional de Migraciones-, quien sostuvo que la nueva ley incidirá en una baja de la migración irregular y dificultará el tráfico de personas.
"Los migrantes no deciden de un día a otro venirse a Chile u otro país", sino que "buscan las mejores condiciones, pero también quién entrega más facilidades para entrar de esa manera", señaló, y planteó que "si Chile se pone los pantalones y toma medidas que desincentivan el ingreso clandestino y el tráfico de personas, la cantidad de gente que ingresa en forma clandestina va a disminuir".
Argumentó que los flujos migratorios en el continente se relacionan con las señales que dan los estados. "Cuando la señal es que si tú ingresas clandestinamente te va a costar mucho insertarte, pero si quieres venir a ver a tu familia se va a priorizar la visa de reunificación familiar en los consulados, eso cambia un poco la lógica de las razones por las cuales vienen".
"También si Chile toma la decisión -y la tomó- de no aceptar que las personas no sinceraran las razones de ingreso en la frontera, y dijeran que venían como turistas cuando venían en verdad a trabajar, y hacemos un proceso ordenado y consular, mucho más rápido de lo que hay ahora, ayuda a la integración y a la cohesión entre nacionales y extranjeros, y a preparar a los gobiernos locales, a los municipios que reciben a estos migrantes", añadió.
Para Bellolio, la nueva ley "disminuye en forma considerable el concepto de irregularidad", es decir, personas que declaraban en la frontera venir como turistas y se quedaban a trabajar, pero al mismo tiempo arriesgaban ser víctimas de abusos al no contar con documentación. "Ese proceso ya cambió, tú ya no puedes venir como turista a Chile en la lógica del 'turismo laboral' a quedarte meses o años a ver si se genera alguna oportunidad".
"lo que menos hace es ordenar la casa"
Otra es la mirada de la diputada Andrea Parra (PPD), presidenta de la Comisión de Gobierno Interior, Nacionalidad, Ciudadanía y Regionalización, quien remarca que "la migración es un fenómeno mundial que va a continuar independientemente de la ley, y en ese sentido la normativa entrega un marco más actualizado, pero también cae en idealismos que no se condicen con la realidad y que además pueden terminar incrementando la ilegalidad".
Contrariamente a lo que plantea el Gobierno, sostiene que "esta nueva ley lo que menos hace es ordenar a casa, porque en definitiva impone una restricción excesiva y poca flexibilidad en la tramitación de visas y en la regularización de migrantes ilegales. Eso lo que va a provocar es incentivar aún más la inmigración irregular". Y agrega que "las y los inmigrantes que estaban escapando de una realidad como la de Venezuela, donde su derecho de migración no forzada no existe, van a buscar todas las formas para su sobrevivencia y la de sus familias".
Además, señala, la ley quedó sin un procedimiento de retorno asistido de niños, niñas y adolescentes, porque el Tribunal Constitucional consideró inconstitucional que se dejara en manos de la autoridad administrativa como lo contemplaba el Ejecutivo.
"Hay algunos aspectos que no nos gustan para nada, como que sea solo el Presidente quien fije la política migratoria, dejando al Consejo de Política Migratoria sólo como un órgano de carácter consultivo. Eso es más bien radicar la definición de la política migratoria en un nivel más político y menos técnico, cuando precisamente lo que queremos es todo lo contrario", expone.
"Uno aspira a que se evite el exceso de instrumentalizaciones y se aborde la migración como un fenómeno multisectorial, interministerial y con una dirección más bien horizontal", resume.
"ayuda a que tengamos una migración ordenada"
Integrante de la misma comisión, el diputado Andrés Longton (RN) considera que la nueva normativa "es un gran logro, porque estamos hablando de una nueva ley completa de migración y extranjería en reemplazo de una que tenía más de 45 años y que no respondía al fenómeno migratorio de hoy".
Por eso, dice, "y por las políticas públicas mal implementadas del gobierno anterior, tuvimos, más allá de las alzas de inmigración que se empinaron por sobre un millón 400 mil personas, inmigrantes a quienes se les permitió cambiar las condiciones en que ingresaron al país, lo que generó hacinamiento, abusos laborales, precariedades y una violación constante de sus derechos humanos".
Longton destaca la creación del Servicio Nacional de Migración con una estructura descentralizada, la posibilidad de reunificación familiar y que se establezca "un resguardo robusto de las garantías de los migrantes", como también "reglas claras respecto del ingreso al país, es decir, el que viene a Chile tiene que sincerar el motivo previo a su ingreso, en el consulado correspondiente; ya no puede venir de turista y cambiar aquí su situación a residencia transitoria".
En su opinión el nuevo texto legal desincentiva el ingreso por pasos no habilitados porque considera expulsiones administrativas más rápidas, sin necesidad de iniciar una acción penal. "Además se incorpora una cantidad importante de delitos para efectos de las prohibiciones imperativas de ingreso al país, es decir, personas que no van a poder ingresar por ningún motivo, y también de prohibiciones facultativas, que van a quedar en alguna medidas entregadas al criterio de la autoridad administrativa, por ejemplo en casos de quienes presenten antecedentes falsos".
"Habrá mucha más restricción respecto al ingreso, obviamente bajo motivos fundados y establecidos en la ley, sobre todo personas con antecedentes penales o que vengan a nuestro país no a trabajar ni a desarrollarse, sino a delinquir", expone el parlamentario.
Plantea que todo lo anterior "ayuda a que tengamos una migración ordenada: el que quiera arraigarse en nuestro país va a venir con todo listo desde antes, ha ido al consulado, le han dado su visa y va a ingresar a nuestro país: sabe a lo que viene y en qué condiciones viene, no viene a la vida. Fue un proyecto al que le dedicamos mucho tiempo; hay que ver ahora cómo se implementa". 2