Compromiso efectivo ante ejemplo comercial
La anunciada reapertura del "Cinzano" aparece como un llamado a la recuperación del reiteradamente castigado Valparaíso. La iniciativa debe ser alentada, cuando las condiciones sanitarias lo permitan, con presencia de público y, además, con una efectiva protección por parte de la autoridad.
Dentro del cuadro general depresivo de Valparaíso la anunciada reapertura del restaurante "Cinzano" es una buena noticia, una pequeña inyección de optimismo, claro que a un plazo aún no definido. En todo caso su actual administración está trabajando en la restauración de un lugar que data del siglo antepasado y que marcó un punto importante dentro de los centros de encuentro de la ciudad, sumando a la oferta gastronómica el espectáculo.
La reapertura del "Cinzano" tiene un alcance especial pues el local se ubica en un lugar que ha sido reiteradamente castigado por la violencia extremista cubierta con el generoso manto de protesta social. De social poco y nada cuando la expresión va acompañada de destrucción del espacio público y de los bienes y actividades privadas.
Esta actitud de los empresarios del tradicional restaurante merece no solo un reconocimiento en las palabras, que poco ayudan, sino que en los hechos. La iniciativa debe ser alentada, cuando las condiciones sanitarias lo permitan, con presencia de público y, además, con una efectiva protección por parte de la autoridad. No se trata solo de proteger un negocio específico, sino al castigado comercio en general de ese lugar y de toda la ciudad.
El comercio en todas sus formas y volúmenes es parte fundamental del tejido que da vida a una ciudad prestando variados servicios a residentes y visitantes y también generando empleos directos e indirectos. Cuando no hay seguridad, cuando reiteradamente se atacan los negocios o la violencia callejera no permite su funcionamiento, se está destruyendo esa red que sí tiene importancia social.
Por otra parte, la falta de seguridad en el espacio público afecta también al comercio por el lado de sus clientes, de los consumidores que limitan sus horas de circulación para el abastecimiento y también para el esparcimiento, que es una necesidad del ser humano.
La reapertura del "Cinzano" en medio del actual clima de incertidumbre sanitaria y de inseguridad social es un ejemplo de confianza en el futuro que debe ser imitado y que invita a desarrollar una asociatividad entre quienes desean un efectivo rescate de la ciudad y de sus actividades, asociatividad que llama a ese comercio resiliente y también a las autoridades locales que por momentos parecieran ausentes o temerosas de asumir en forma activa su rol de promotoras del bien común, esperando resultados electorales o lejanos milagros constitucionales.
En este punto la responsabilidad de la autoridad va desde el compromiso efectivo, en terreno, con la seguridad, hasta el apoyo financiero que puede tener muchas formas pero que debe mirar con realismo la precaria situación en que se desarrolla toda la estructura del edificio social.