Pamela Boltei

Pese a que son 30 las comunas que se mantienen en cuarentena, 14 de estas, es decir, casi la mitad, no han logrado bajar la positividad de covid-19 en estas semanas -y en varios casos más de un mes- en fase 1.

Si bien hay ciudades que disminuyeron este indicador, como San Antonio, que comenzó su confinamiento total el 27 de febrero y logró bajar su positividad desde el inicio de su fase 1, cuando tenía 17,3%, a 10,1%, según el último informe epidemiológico, no ocurre lo mismo en varias otras comunas.

Valparaíso es un claro ejemplo. Al comenzar su cuarentena, el 11 de marzo pasado, registraba 16,4% de positividad y ahora tiene 21,4%. Quillota comenzó el 13 de ese mes su confinamiento con 9,5% de positividad y hoy tiene 9,8%; Viña del Mar, que partió el 20 de marzo, tenía entonces 14,2% de positividad, ahora tiene 16,8%, al igual que Quilpué, que en esa misma fecha tenía 11,8% y ahora registra 13,9%.

El 27 de marzo comenzaron la fase 1 Cartagena, Llay Llay y Olmué, y ninguna bajó su positividad. La primera tenía 8,2% y ahora 13,9%; la segunda, 8% y ahora 8,2%; y la tercera, 10,9% y ahora registra 13,9%. El 1 de abril fue el turno de La Ligua y los resultados tampoco son tan buenos: de 7,9% de positividad en esa fecha pasó a 10,2%. Quintero, Papudo y Santo Domingo iniciaron el 3 de este mes y todas subieron este indicador. En el primer caso subió de 17,3% a 19,3%; en el segundo, de 11% a 21,1%; y en el tercero, de 8,3% a 11,7%.

Otras tres comunas que comenzaron el 8 de abril la cuarentena tampoco repuntaron en su positividad. Calle Larga subió de 7,1% a 8,4%; Algarrobo aumentó de 10,3% a 15,2%; y Santa María, de 8,2% a 13,2%.

Sobre esto, Mario Parada, médico especialista en Salud Pública de la Universidad de Valparaíso, sostiene que "mientras más exámenes hagan y si hay una circulación importante del virus, va a tener mayor tasa de positividad. El hecho de que no ceda la positividad y el contagio a pesar de cuarentena total significa que no sirve, y ahí hay que preguntarse por qué esta estrategia que debería ser eficaz, en la práctica, en una comuna como Valparaíso, no lo está siendo".

El especialista señala que una vez encontradas esas respuestas hay que "aplicar soluciones locales y no estar esperando las soluciones nacionales. Desde mi punto de vista, una idea que parecía luminosa de armar en los cerros focos de atención para que la gente no bajara al plan, no resultó. ¿Qué está pasando en los barrios que al armar esa estrategia no resulta? Una hipótesis a trabajar es que el plan sigue siendo atractivo para los porteños, sigue siendo más barato, pese a que gaste en locomoción y genera aglomeraciones. Si pasa esto, tomemos medidas para que la gente tenga menores probabilidades de contagiarse, y no hablo de más fiscalizadores, sino muchos dispositivos de alcohol gel, o para lavarse las manos con jabón, señalética de distancias, etcétera. De aquí a que alcancemos inmunidad de rebaño van a pasar meses y no sabemos qué va a pasar con las vacunas y las nuevas cepas, entonces hay que buscar para el futuro cómo nos vamos a proteger".

El doctor Guillermo Cabrera-Vives, director de la Unidad de Ciencia de Datos del Departamento de Ingeniería Informática de la U. Concepción, reconoce que la positividad durante la última semana "ha sido bastante alta, sobre el 10%, lo que quiere decir que el número de contagiados que estamos midiendo está subestimando a los contagiados reales. En otras palabras, no estamos midiendo a todos los contagiados reales. Cuando la positividad supera el 10% es que empezamos a perder cada vez más casos. Sin embargo, al igual que el número de contagiados, la positividad en la Región de Valparaíso va a la baja y con algo de esperanza durante la próxima semana podría bajar del 10%".

Ignacio de la Torre, presidente regional del Colegio Médico, plantea que lo que mide la positividad es "la contagiosidad y la cantidad de personas que están contagiándose cada día y eso se relaciona con la efectividad de las medidas para evitar reducir el riesgo de contagio. Para que una cuarentena logre reducirlo tiene que bajar la movilidad y si no se produce eso, lo que uno puede ver es que se mantienen los contagios positivos, pese a la cuarentena. En nuestra región la disminución de la movilidad durante cuarentenas no ha logrado ser mayor de un 25%, salvo el fin de semana en que se suspendieron todos los permisos, cuando hubo una disminución de movilidad cercana al 34%. El 25% es insuficiente para cortar o disminuir la cadena de contagio y, por lo mismo, no es sorpresa que incluso durante las primeras semanas de cuarentena se siguieran produciendo aumentos en los casos activos y que hoy se produzca esta especie de meseta, bordeando los 600 casos diarios en la región".

"Poca efectividad de tta"

Esto ocurre, analiza, porque las medidas para controlar el contagio "no han logrado ser efectivas, principalmente testear, trazar y aislar". Por ejemplo, en la razón de contactos por cada caso, la región tiene un promedio de 2,9, superior a la media nacional (2,6), pero aún insuficiente según expertos. Comunas como Valparaíso y Viña tienen 3 y 2,8, respectivamente, y la ciudad con este indicador más alto es San Esteban, con 4,8.

"El testeo sigue teniendo problemas estructurales, pues los fines de semana tenemos una gran disminución de los test realizados en la región; la trazabilidad ha mejorado en las últimas dos semanas, sobre todo en notificación oportuna de los casos, pero tenemos debilidades en identificar los casos secundarios lo cual quiere decir que todavía 3 de cada 10 casos nuevos no sabemos dónde ni quién los contagió, y así es difícil lograr modificar los lugares donde se producen. Y aunque logramos aumentar de 2,7 a 2,9 la razón de contactos por cada caso, la cifra debiese llegar a 5".

"¿Por qué esta estrategia que debería ser eficaz, en la práctica, en una comuna como Valparaíso, no lo está siendo?".

Mario Parada, Médico especialista en Salud, Pública U. Valparaíso

"Ha sido bastante alta, sobre el 10%, lo que quiere decir que el número de contagiados que estamos midiendo, está subestimando a los contagiados reales".

Guillermo Cabrera-Vives, Dir. UCD Ing. Informática Universidad de Concepción

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Preocupación hay en Quillota por la ocupación de la sala de Urgencias para ventilar pacientes covid en el Hospital San Martín, algo que se hace generalmente, pero que con la pandemia alerta a la comunidad.

El Observador de Quillota dio a conocer esto, y el jefe de la UPC del recinto, el doctor Jaime Chang, explicó que la práctica responde a una situación de alta demanda no solo de esa comuna, sino de otras cercanas, por lo que esperan poder contar con las dependencias del nuevo hospital biprovincial en septiembre.

"Hace bastante rato esto ya ocurría de vez en cuando. Siempre allí hay un par de ventiladores en caso que llegue alguien por un paro cardiorrespiratorio y en el contexto de covid se da más por la naturaleza de los pacientes. En Quillota también ha ocurrido y se quedan en ventilación mecánica allí mientras se genera un cupo en la UCI del hospital o hasta que la UGCC lo derive. Pero sí, se ventila en Urgencias. Ese paciente que está en Urgencias es un paciente crítico, pero no hay dónde ponerlo en la UCI", contó.

Relató que "nuestra UCI ha crecido cerca de un 130%, el personal sigue siendo casi el mismo, los lineamientos de cuántos médicos o enfermeras por ventilador muchas veces no se pueden cumplir y hay que estirar el rendimiento. Se ve una sobrecarga laboral, se nota en el cansancio de los colegas. La entrega del hospital de parte del MOP iba a ser el 17 de abril y se retrasó. Esperamos que esté en condiciones de recibir todos los servicios y entiendo que la UPC es la primera que va a pasar. Se supone que la entrega y ocupación será en septiembre y estamos intentando tener todo listo. Si tuviésemos esa unidad nueva serían 36 camas UPC, y actualmente tenemos 27 estirando a fondo. No tengo los recursos humanos para acaparar 36 camas, con suerte lo logro con 27. Es necesario por la pandemia, pero no es solo poner un ventilador con una cama. Esperamos que lleguen nuevos cargos".

Claudio Fernández, director del hospital, dijo que habilitaron camas complejas en Emergencias hace dos meses "para enfrentar la mayor demanda de pacientes críticos" y que ayer, a las 8 de la mañana, tenían un promedio de ocupación del 90% de las camas críticas, "situación que se ha mantenido en la semana, pero siempre hemos tenido camas". Además, dijo que "estaríamos recibiendo el edificio como Servicio en la primera quincena de mayo, pero luego hay que habilitarlo y equiparlo, por lo que esperamos en un par de meses tener todo y empezar a trabajar en el último trimestre de este año trasladando algún tipo de prestación sanitaria".