Reconocimiento a una institución voluntaria
El aporte permanente al Bote Salvavidas, acordado por la Cámara de Diputados, destaca una labor de servicio humanitario. El acuerdo, resultado de una iniciativa presentada por varios parlamentarios, establece que un porcentaje de la recaudación de la Polla Chilena de Beneficencia irá a la Junta de Botes Salvavidas, que agrupa a siete instituciones del país.
En medio de tensiones y discusiones muchas veces inconducentes que tienen como escenario el Congreso Nacional, la Cámara de Diputados acaba de aprobar un proyecto de ley mediante el cual se da un financiamiento permanente al Bote Salvavidas.
El acuerdo, resultado de una iniciativa presentada por varios diputados, establece que un porcentaje de la recaudación de la Polla Chilena de Beneficencia irá a la Junta de Botes Salvavidas, que agrupa a siete instituciones del país que atienden en forma voluntaria las emergencias en el mar.
La más importante de estas instituciones es el Bote Salvavidas de Valparaíso, que tiene sus orígenes en arriesgadas labores de salvataje en la bahía acometidas el siglo antepasado.
Esta institución, con el paso de los años, ha incorporado diversos elementos para su operación en condiciones extremas en el mar, lo cual implica altos costos de mantención, más allá de los aportes que hacen sus voluntarios. En el caso del Bote de Valparaíso, la situación se ha hecho especialmente delicada, pues los aportes que tradicionalmente se lograban mediante la concesión del restaurante, situado en la parte superior del cuartel, han desaparecido por efecto del cierre del local en la actual emergencia sanitaria.
El proyecto ya aprobado por los diputados debe ahora pasar al Senado, donde se espera celeridad, ya que cuenta con apoyo transversal y no compromete recursos que puedan ser materia de objeciones. El tributo al juego, en este caso Polla Chilena de Beneficencia, es un aporte que no duele ni toca intereses.
Hay que hacer presente, sin embargo, que el rendimiento esperado es reducido, pues alcanza a solo 18 millones de pesos anuales. Con todo, tiene el mérito de ser una entrada permanente consagrada por ley, que podría ser un paso en una ruta futura de mayores ingresos en esa misma condición.
Destacando el valor de esta iniciativa, el capitán del Bote Salvavidas de Valparaíso, Hugo Montenegro, quien a la vez es comandante de la mencionada Junta, declaró a este Diario que "este es un aporte que viene a paliar una situación que ha afectado a nuestras instituciones, y la verdad es que nunca los botes salvavidas de Chile habían tenido un aporte en el presupuesto general de la nación en forma estable, permanente, y por lo tanto, siempre han debido subsistir con sus propios medios, con el aporte que hacen sus propios voluntarios y con eventuales proyectos que a veces ganan".
Puede que en lo económico el aporte que se entregará no sea muy elevado, pero su importancia reside en el necesario reconocimiento por ley a una institución de voluntarios que incluso arriesgan sus vidas para proteger a los demás. Ejemplo muy concreto, lejos del discurso, en tiempos en que la solidaridad es un recurso escaso que para muchos llega con un mezquino gotario.