lo que tenían, pero alcanzó a salvar el computador donde aloja buena parte del material patrimonial que lo cautiva.

Lo refiere sin drama ni aspavientos, pero admite que a veces todo eso le pasa la cuenta. Por eso hay momentos en que se va al borde costero o a los miradores, en la parte alta, y se devuelve caminando desde Las Torpederas hasta su casa.

Recuerdos y material perdidos

-Usted es nacido y criado en Valparaíso. ¿Cómo fue su infancia. ¿Cómo se entretenía con los amigos del barrio?

- Viví mi primera infancia en el cerro Barón. Prácticamente me crié solo, con un hermano, ya que el otro trabajaba, y vine a tener amigos muy tarde. De repente me voy a dar una vuelta donde vivía antes. Ahora ahí hay un templo mormón. Cuando tenía cuatro o cinco años nos fuimos al cerro Santo Domingo. Estudié en la Escuela 5, donde está la Escuela de Tripulantes. Era muy distinto a mis amigos a los que les gustaba jugar a la pelota y andar en grupo. Yo fui más solitario. Me entretenía con los autitos y pillaba insectos, pero después me puse ecológico y dejé de hacerlo. Siempre fui casero.

- En mayo de 2020 se quemó su casa en el cerro Santo Domingo. "Ha sido el peor día de mi vida. Me siento huérfano, abatido y abandonado", escribió en Twitter. ¿Lo perdió todo?

- Lo único que alcancé a rescatar fue el computador. Quedé con lo puesto. Lo que pasó fue que estábamos ayudando para que los vecinos no se siguieran quemando y nos quemamos todos igual. Como siete casas.

- ¿Cuál fue la pérdida por la que más sufrió?

- Más que nada los recuerdos de mis viejos que no estaban respaldados, porque los artefactos y la ropa se recuperan, pero cosas antiguas que eran de la mamá, todo eso se quemó. Con suerte me quedaron seis o siete fotos de ella en el computador.

- Pero usted tiene pocos libros de papel sobre patrimonio, su material lo maneja en el computador.

- Perdí mucho respaldo que tenía en DVD. Un montón de los libros. He estado recuperando los más importantes y las mismas personas que los escribieron me han hecho algunas donaciones, también otros amigos que intercambian libros me han hecho llegar algunos.

El despertar de una vocación desconocida

-¿Es cierto que su interés por el patrimonio de Valparaíso comenzó con una serie de fotos de Valparaíso antiguo que publicó este diario en los años 90?

- Fue en el año 85. El diario editó una serie de láminas y yo las fui coleccionando. Después recortaba fotos y empecé a comprar las que me interesaban. Como iba seguido, conocí a varios reporteros gráficos y periodistas. El que más me ubicaba era don Alfredo (Larreta), que siempre me atendía bien, se le echa harto de menos.

- En varias publicaciones y sitios sobre Valparaíso en internet se menciona su nombre como aportador de imágenes o antecedentes. Es un trabajo de hormiga de más de tres décadas.

- De repente me llaman para pedirme antecedentes, o personas que usan material que he subido y me preguntan si me pueden mencionar. Igual yo me hago un seguimiento por si acaso salgo malogrado por ahí. Una vez me hicieron una funa en un sitio porque yo criticaba la gestión patrimonial de la administración actual y se les olvidó que también criticaba a las anteriores. En realidad ya estoy curtido y no me afectan esas cosas.

TRES NOMBRES PARA UNA ESTATUA

-¿La recuperación de La República, robada en 2003 y recobrada en 2018, es su mayor triunfo como investigador urbano?

-Alguna gente lo considera así, pero yo creo que del mismo robo hay cosas que no se han recuperado, como un par de perros de fierro que son muy iguales a los que hubo en el Parque Italia. Cuando vinieron a tomarme declaración, los comisarios de la PDI me mostraron fotos y yo distinguí lo perros. Me pidieron antecedentes, los envié y no supe más de eso. Ahora que la investigación terminó tengo que insistir en el tema.

- La estatua había tenido otros nombres antes….

- Por catálogo se llama La Industria. En 1988, cuando se le coloca la placa de Rubén Darío por los cien años del libro Azul, le pusieron Minerva. Hay una información errónea sobre el nombre. Yo he seguido la historia de esta estatua. Muchos dicen que estuvo en la plaza La República, pero yo vi que no estaba ahí. Con lo del robo y su recuperación ahora todos la conocen como La República. Una persona me dijo que la vio en lo altos del actual paseo Rubén Darío y que la bajaron en 1963. Cabe la posibilidad. Algunos afirman que la instalaron en su actual ubicación en 1946, pero eso es erróneo. Yo comparo fotos y no me cuadran.

- ¿Por qué no le cuadran?

- Porque salen tranvías y la estatua no está, después salen buses de los años 50 y la estatua no está. Aparece recién en las fotos de los años 60. Pero tengo que contar con base para afirmar a ciencia cierta que fue el año 1963. Ahora, en relación al nombre, la gente se confunde con la Columna de la República que estaba frente a la Universidad de Playa Ancha y que tenía un busto, el cual desapareció.

- Y usted descubrió que era la misma estatua que vio en una producción de casonas en internet porque le faltaba un engranaje en la mano izquierda, ese fue el detalle.

- Ese fue el detalle. Después supe que solo llegó una estatua de ese tipo a Chile. No podía ser otra. En la PDI le hicieron peritajes y tiene un 98% de fierro, así que es la original.

Mudanza para la estatua el comercio

- ¿Así como ese ha sido uno de sus mayores triunfos, cuál ha sido su peor derrota como investigador urbano?

- La devolución de la estatua El Comercio, que cuando se cayó de su pedestal en el Parque Italia, después del terremoto de 2010, fue reinstalada en Plaza Simón Bolívar. Por años he pedido que sea devuelta al parque, porque forma parte de un conjunto de cuatro esculturas. De estas, en el citado parque sobreviven La Agricultura y La Marina. La que representaba a La Industria desapareció en un tiempo incierto, pero no hay que confundirla con la otra Industria, o sea, con la República.

- Usted debe caminar mucho por la ciudad para registrar minuciosamente tanto detalle.

- Paso mucho por algunas partes y de repente hago un escaneo de lo último que vi. Por ejemplo, hace unos meses iba en trolebús por la Aduana y lo primero que veo es que en Carampangue falta una placa de Santiago Wanderers que pusieron allí. La otra placa de Wanderers que se robaron fue en la misma sede de la calle Independencia, pero esa era de bronce. En mi recorrido habitual voy viendo todo lo que está.

- Se roban muchas piezas patrimoniales en Valparaíso, placas, medallas, bustos, estatuas…

-Medallones, placas, bustos, esculturas, monolitos que quedan botados por ahí. Y no pasa nada. Yo encuentro que Patrimonio no funciona. Una vez lo conversé con un concejal, le dije que a mi parecer la Dirección de Gestión Patrimonial debería ser disuelta o reestructurada. Tiene que salir la directora. Debería formarse una mesa directora con distintos actores, historiadores, arquitectos, artistas. En cada cambio de administración llega un nuevo director y todo vuelve a fojas cero. Patrimonio no debería ser municipal, sino una institución público privada sin fines de lucro.

Inspección de bienes patrimoniales

- Usted debe ser un dolor de cabeza permanente para la Dirección de Gestión Patrimonial.

- Yo creo que sí. Una vez reclamé por unos medallones de la Plaza Echaurren y una funcionaria me dijo molesta: "¿así que ahora vamos a tener que estar todos los día pendientes de sus denuncias?".

-¿Pero lo escuchan en Gestión Patrimonial?

-A veces creo que me escuchan más en la Dirección de Asistencia Técnica, porque cuando he reclamado por algún problema, como un grifo que está bloqueado, sí lo resuelven, como ha pasado ahora último. También informé que una señalización turística grande estaba botada en unos jardines en la avenida Brasil y fueron a retirarla. Eso se agradece.

- ¿En Gestión Patrimonial tienen inspectores para revisar los bienes patrimoniales como lo hace usted?

- Es que si no hay inspectores deberían mandar a dos discípulos de ahí para que hicieran un escaneo de la zona. Nadie les pide que hagan todo de un día para otro, sino que tengan una ruta para ir haciendo las cosas. Así como limpiaron al otro día el memorial de los detenidos desaparecidos que había sido rayado, ¿por qué no hicieron lo mismo con los demás monumentos? No sé qué institución lo limpió, pero eso debería replicarse.

- ¿Pero alguna administración municipal ha tenido inspectores con esa función o ninguna?

- Ninguna. Cuando he hablado con la directora, me ha dicho que no tienen presupuesto para eso. El día anterior a la reinstalación de La República, a mí me dijeron que se la iban a llevar para restaurarla, pero quedó ahí no más y ahora se la está comiendo el óxido. Parece que en San Francisco de Mostazal la limpiaron y le sacaron la pátina protectora. Acá le pusieron unas láminas con unos pernos muy mediocres para que no se la roben, pero yo hallo que tiene cero protección de la humedad y la salinidad del aire marino. Y parece un pastel. Ni siquiera tiene un pedestal, sino una base de ladrillos. 2

El Estado es garante de la preservación patrimonial y el municipio es el sostenedor. Esta es una ciudad con una extensa zona de conservación histórica. Yo también le tiro las orejas al Consejo de Monumentos porque tampoco actúa. He hecho varias denuncias y no obtengo ninguna respuesta".

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- ¿No se siente un poco persiguiendo fantasmas, un cazador de la decadencia de la ciudad?

- Es que decadencia hay, nos hemos transformado en una ciudad deteriorada. Desde que en 2003 fue declarada Patrimonio de la Humanidad, la depredación del mismo ha sido mucho más rápida que cuando no lo era. Se sacó la locomotora Borsig del año 1905 que estaba en la Plaza Waddington. Se demolió la Chilena de Tabacos, a la que entre gallos y medianoche se le quitó la protección de monumento histórico. Ahora pasó lo mismo con el edificio Zanelli de la calle San Ignacio, que se supone que estaba en la ficha de protección y me gustaría saber por qué. Entonces, seamos claros: hablen con la Unesco y que a Valparaíso le quiten la condición patrimonial, porque de las mil ciento y tantas construcciones declaradas como inmuebles de conservación histórica están quedando 999. Todos tenían ficha de protección y hay como 40 que tienen orden de demolición. Y a eso la gente no le presta atención".

- Valparaíso y ninguna ciudad deben tener recursos suficientes para hacerse cargo de la preservación patrimonial. Son los estados los que asumen el compromiso.

-El Estado es garante y el municipio es el sostenedor. El caso de Valparaíso es distinto de Isla de Pascua o las iglesias de Chiloé, en que la protección es mucho más focalizada. Esta es una ciudad con una extensa zona de conservación histórica. Yo también le tiro las orejas al Consejo de Monumentos porque tampoco actúa. Yo he hecho varias denuncias y no obtengo ninguna respuesta.

- ¿Le asigna responsabilidad a los porteños también?

- También. Nuestra responsabilidad parte por no botar un papel a la calle, por mantener limpio nuestro entorno, ese también es nuestro deber como vecinos. Muchos reclaman porque la municipalidad no retira la basura que se acumula en algunas partes, pero también tenemos que preguntarnos quién arrojó esos desperdicios. Y eso parte de la educación y de la cultura. 2