La vuelta segura a clases, difícil meta
El regreso al aula tiene riesgos en tiempos de implacable pandemia, pero es una necesidad con múltiples alcances. Las amenazas de contagio son amplias, pero, por otro lado, la falta de clases presenciales no solo limita el aprendizaje, sino que también la socialización de los niños en las más diversas actividades.
La polémica sobre la vuelta a clases presenciales está instalada hace tiempo y cobra fuerza cuando el Ministerio de Educación impulsa el retorno. Desde el punto de vista pedagógico e incluso en opinión de organismos internacionales, las clases presenciales son insustituibles. Los sistemas online tienen valor, pero carecen del alma y nervio de las clases en aula.
Para la seremi de Educación, Patricia Colarte, se darían las condiciones para un retorno seguro. "Todos los colegios prepararon los protocolos de funcionamiento desde enero, los que se han aplicado de manera muy eficiente desde la iniciación del año escolar, logrando 4.500 colegios abiertos a nivel nacional, con una asistencia voluntaria promedio de 55%", declara, apoyándose, a su vez, en que los brotes en marzo alcanzaron solo un 2,25%. Ese mes el 40% de los establecimientos atendieron estudiantes en forma presencial. En estas cifras destaca la condición "voluntaria" de la asistencia, con un porcentaje que evidencia opiniones tanto a favor como en contra de la clase presencial.
El Colegio de Profesores regional, en tanto, mantiene su negativa al retorno en Transición, estableciendo que ello solo será posible en fase 4. Su tesorero, Leandro Silva, precisa que frente a esa postura "no hay un cambio, ya que nuestra mirada siempre ha sido cuidar la vida y la salud de la comunidad educativa".
Y si bien el Mineduc cifra en un 86% los trabajadores de la educación a nivel local que han recibido la primera dosis de la vacuna y en un 82% los que ya cuentan con las dos inoculaciones, el presidente de la delegación comunal Valparaíso del gremio docente, Andrés Arce, replica que "el proceso de vacunación no implica el fin de los contagios", lo que es cierto.
El mismo dirigente sostiene que "hay que condicionar el retorno a la realidad de cada territorio", posición lógica. Hay diversidad de entornos, independientemente de aspectos materiales de cada escuela. El clima, por ejemplo, tiene variables locales que condicionan el desarrollo de la pandemia y esto es aplicable a la situación sanitaria general.
El presidente de la Red Regional de Sostenedores de Colegios Particulares Subvencionados (Redco), Rodolfo Orrego, puntualiza que se ha verificado que se cuenta con las condiciones sanitarias y saliendo de la cuarentena "los colegios van estar abiertos y disponibles para quienes vayan voluntariamente".
El tema es polémico no solo en nuestro país. Los riesgos de contagios son amplios y se inician en el transporte de los estudiantes, se extiende a la comunidad escolar y se proyecta a los hogares. Pero, por otro lado, la falta de clases presenciales no solo limita el aprendizaje, sino que también la socialización de los niños en las más diversas actividades. Además, en los sectores más vulnerables se puede favorecer la deserción escolar. En este escenario, todos los actores de la educación, familias incluidas, deben sumar esfuerzos para tener como meta cercana una vuelta a clases segura, un objetivo difícil, pero necesario.