Populismo y ataques personales en improvisado debate callejero entre Fujimori y Castillo en Perú
SEGUNDA VUELTA. El enfrentamiento reforzó la contraposición de ideas de ambos candidatos que se dieron cita en Chota, en la región oriunda del izquierdista.
El "populismo, la demagogia y la xenofobia" reinaron en el primer cara a cara entre Pedro Castillo y Keiko Fujimori, un improvisado debate al que los dos candidatos de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Perú se habían retado y emplazado en los días previos, informó ayer la agencia Efe.
Este duelo callejero y lleno de ataques personales entró en la historia política de Perú por ser el segundo debate presidencial que se celebra fuera de Lima y el primero en una zona rural, dado que tuvo como escenario Chota, un pequeño pueblo de los Andes peruanos de cuya provincia es oriundo Castillo y donde obtuvo en la primera vuelta 66% de los votos frente al 5% de Fujimori.
En la plaza principal de Chota era la cita, organizada en tiempo récord y de manera paralela a los dos debates presidenciales que espera celebrar el Jurado Nacional de Elecciones (JNE). "Si Fujimori quiere debatir, le espero en Chota", dijo Castillo esta semana, un reto que no asustó a Fujimori, quien aceptó la propuesta.
La jornada generó gran expectación durante la semana y el ministro del Interior, José Elice, confirmó la autorización para su realización, a pesar de las restricciones por la emergencia sanitaria y ordenó reforzar la seguridad.
Debate frontal
El debate se realizó ante la expectación de toda la población de Chota, que se aglomeró sin respetar las medidas sanitarias, aunque solo un pequeño grupo pudo entrar a la plaza.
"Después de poner tantas excusas, finalmente tuve que venir hasta aquí para intercambiar ideas", dijo Fujimori.
El cara a cara reforzó la contraposición de ideas que tienen ambos candidatos sobre el futuro del país, especialmente sobre la continuidad del modelo económico liberal que se ha mantenido en Perú desde el expresidente Alberto Fujimori (1990-2000).
Castillo, candidato del partido de extrema izquierda Perú Libre, apuesta por una nueva Constitución y la nacionalización de los recursos, mientras Fujimori representa a la derecha autoritaria de su padre y la continuidad de la Constitución vigente desde 1993, surgida tras el "autogolpe" de Estado de su padre.
"Esta Constitución hecha por la gran corrupción ha saqueado al pueblo peruano", dijo Castillo.
El candidato recordó que el expresidente Fujimori fue reelegido en el 2000 a pesar de que lo impedía la Constitución, antes de ser condenado a 25 años de cárcel por delitos de lesa humanidad.
Por su parte, la candidata del partido Fuerza Popular prometió "un país reconciliado y sin lucha de clases" porque el país "necesita un cambio, pero no un cambio hacia atrás ni un salto al abismo".
Populismo
Poco a poco los dos candidatos se enzarzaron en un intercambio de propuestas populistas, como conseguir una vacuna peruana contra covid-19, algo en lo que coincidieron.
Fujimori sugirió reducir los impuestos a los combustibles y entregar directamente a la gente el canon de la explotación de hidrocarburos que ahora reciben los gobiernos regionales.
En respuesta, Castillo afirmó que invertirá el 10% del Producto Interno Bruto (PIB) en educación y otro 10% en salud, dará su sueldo a los más vulnerables, los jueces serán nombrados por elección popular y firmará un decreto para que "en 72 horas se vayan del país todos los extranjeros que han venido a delinquir".
En educación, Fujimori prometió construir en cinco años 3.000 escuelas y dar mejores condiciones "a los profesores que enseñan, no a los que están con licencia sindical y dejaron abandonados a los niños", en referencia a Castillo.
El candidato, en respuesta, le recordó que ella llegó a Chota con un permiso judicial, pues afronta una acusación de 30 años de cárcel. Las últimas encuestas para la votación del 6 de junio, dan a Castillo el 44% de la intención de voto, con al menos diez puntos de ventaja sobre Fujimori.