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"En general cuesta mucho avanzar con las iniciativas que se relacionan con el combate de la delincuencia. Es de esperar que los altos niveles de preocupación y alarma por la inseguridad ciudadana que revelan las encuestas incentiven una mayor celeridad en la agenda anti delincuencia", agrega, a propósito del proyecto de ley marco que sigue en tramitación.
Para el consejero regional y presidente de la Comisión de Seguridad Ciudadana y Protección Civil del Consejo Regional de Valparaíso, Christian Macaya, es grave y preocupante que la tenencia de armas sea superior a lo que muestran los registros como armas inscritas, "sobre todo considerando que la génesis de esta conducta, tiene que ver principalmente con que las personas hace mucho vienen desconfiando de la capacidad del Estado en cuanto al ejercicio de protección de las personas".
El abogado plantea que "los índices en materia de inseguridad de parte de los ciudadanos superan con creces los datos del panorama delictual y consecuencialmente, ellos buscan formas de proveerse la seguridad a sí mismos".
En lo que respecta a la tardanza en la tramitación de la nueva normativa, a pesar de que tiene suma urgencia, considera que es una situación lamentable. "Si bien la creación normativa lleva consigo un conjunto de procesos complejos, es del todo claro que una legislación que regule de manera orgánica esta materia exige la mayor celeridad posible", remarca.
Dice que aun cuando la pandemia y sus urgencias han copado la agenda pública, incluyendo la actividad legislativa, "no podemos dejar sin cobertura proyectos tan importantes como este, que entre otras iniciativas regula la inscripción de armas, la tenencia de ellas, importación, almacenamiento, control, tipificación y aumento de penas por porte de armas".
Plan de fiscalización bien diseñado
Respecto de la ley marco, el director ejecutivo de Paz Ciudadana recuerda que la Fundación hizo una serie de recomendaciones en la mesa por la seguridad convocada en 2018 por el Ejecutivo, en conjunto con un grupo de personas que aportaron con sus respectivas propuestas para generar 150 medidas orientadas a mejorar la seguridad en Chile, dentro de las cuales un capítulo completo estaba dedicado al control de armas.
"Evidentemente, el primer foco era mantener el sistema restrictivo, pero mejorar los controles en la inscripción, en cuáles son las facultades que debe tener una persona para ser poseedora de un arma. Y se aumentaban las restricciones en ese sentido, fortaleciendo además la fiscalización al permitir una mejor coordinación entre el Ejército, Carabineros y la PDI, que pasaba a tener un rol en el control de armas", detalla.
Daniel Johnson observa que es muy importante contar con un programa de control bien diseñado. "Aunque no haya fiscalización de todas las armas en un año, se puede poner un desafío de controlarlas en un plazo determinado, de modo que no se estén fiscalizando las mismas todos los años. La idea es que todas las armas pasen una vez cada cierto lapso por una fiscalización. Para eso se necesita programar bien e incorporar a otras instituciones, lo que también está contemplado en el proyecto", expone.
"Y en tercer lugar, hay que atacar las fuentes posibles de ingreso de armas al país, en una tarea coordinada con Aduanas. Entonces, se fortalece la coordinación entre las policías, el Ejército, la DGM y la Aduana, para tener un mejor mecanismo de control que permita evitar el ingreso de armas al país. De modo que creemos que la ley tiene aspectos positivos y por lo tanto, sí es deseable que avance y se apruebe lo más pronto posible", resume.
Avanzar en una política integral
Las ideas matrices de la ley marco son incluir a la PDI en el sistema de control de armas, fortalecer el rol de Carabineros en la fiscalización; conocer el origen y destino de ellas; establecer mayores exigencias para su inscripción; permitir la tenencia de hasta dos armas como máximo y exigir contar con las aptitudes psíquicas y físicas para tenerlas. ¿Cuáles son más urgentes y relevantes?
"Yo no categorizaría por importancia. Si uno observa detenidamente estos proyectos que en su conjunto conformarán una legislación marco, resultan ser un todo orgánico, coherente y armónico, que sencillamente atañe a aspectos distintos de una misma necesidad", responde el core Christian Macaya. "Jerarquizarlas incluso podría conducirnos a caer en la tentación de aprobarlas por etapas y creo que es un imperativo trabajarlas de forma orgánica y aprobar con el mismo nivel de importancia y urgencia el paquete legislativo completo y no unas en desmedro de otras.
Para el diputado Pardo, "todas son importantes y es necesario avanzar en una política integral que aborde todos los factores que inciden para tener una política pública que permita a los ciudadanos que reúnan los requisitos ser tenedores responsables de armas de fuego y al mismo tiempo reducir las armas de fuego que circulan entre los delincuentes".
Campaña de entrega voluntaria
El 4 de febrero último, la Gobernación Provincial y la Prefectura de Carabineros de Viña del Mar dieron a conocer que en 2020 esa jurisdicción policial incautó 40 armas en procedimientos policiales, y el jefe de Zona de Carabineros indicó que en ese mismo periodo en la región se entregaron voluntariamente 220 armas, en el marco de la campaña "Entrega tu arma".
Sobre ese aspecto el presidente de la Comisión de Seguridad Ciudadana del Consejo Regional considera que este tipo de campañas son efectivas "y lo serían más aún si existiesen incentivos; no hablo solo de un refuerzo positivo contenido en un mensaje, sino de algún tipo de beneficio consistente por ejemplo en la exención de alguna carga o una rebaja de aquella y en esto se puede ser muy creativo".
Pero, plantea, hay que distinguir las vías por las cuales llegan las armas a las casas para saber cómo orientar el mensaje a cada grupo. "Por ejemplo, está el caso de quien hereda un arma de fuego debidamente inscrita, en esas situaciones el mensaje debe ser claro e informativo. Muchos, por temor al trámite, prefieren esconderla".
Luego, dice, "están los casos de aquellos que han perdido la confianza en el rol protector del Estado y la adquieren para el ejercicio de la legítima defensa y en estos casos es forzoso que definamos como país cual será nuestra postura al respecto, porque si bien sería deseable que los particulares no tuviesen ni portasen armas, sabemos que el Estado, quien ostenta el monopolio de la fuerza, no siempre puede estar en el momento de una agresión ilegítima y en esos casos le es lícito a la víctima defenderse con los elementos de que racionalmente disponga". Y en este ámbito opina que "los países que toleran la tenencia de armas generan un mensaje disuasivo al delincuente que pretenda aventurarse en lugares habitados".
Finalmente, menciona los casos de tenencia y porte a propósito de la actividad criminal "y en esos casos naturalmente que el camino es la incautación o comiso".
Un largo camino por delante
En una de las últimas sesiones en que el Senado revisó la iniciativa, el senador Carlos Montes dijo: "hemos despachado cuatro leyes en este sentido, que buscaban reducir las armas, las municiones y aumentar los requisitos, pero no se han logrado buenos resultados. Falta una política efectiva", mientras Felipe Harboe planteó: "Hay personas que inscriben más de un arma, y otros que las inscriben para arrendarlas. El delincuente la arrienda y el que la inscribe la reporta como robada. Esa es la dinámica".
El diputado Pardo comenta a este respecto que "es necesario eliminar los espacios para que usando o abusando del registro legal, se facilite el comercio ilícito de municiones, que se penalice el arriendo de armas de fuego de forma mucho más drástica y todo eso pasa por una política integral más que de leyes o soluciones parche".
"Los senadores tienen conocimiento y experiencia en estas materias, por lo tanto, el aludir a la casuística, a los comportamientos pretéritos y a las fuentes materiales enriquece enormemente el texto legislativo definitivo", señala Christian Macaya. "Sin embargo, esa misma casuística nos va a demostrar que la elaboración de un texto de ley, y una vez aprobada, promulgada y publicada, no erradica el flagelo de manera automática; desde ese momento se inicia un enorme camino de difusión, educación y concientización en la población y el marco legal es clave en ello; las leyes no solo son prescripciones de conductas que contienen sanciones, son asimismo herramientas de educación que conducen en el deber ser".
Y el director ejecutivo de Paz Ciudadana subraya que una nueva normativa que incluya los aspectos ya señalados no es lo que va a solucionar las balaceras en los territorios, porque los problemas de fondo son otros. "Es deseable avanzar con esta norma, pero no hay que exigirle que resuelva situaciones como esas. Para eso nos tenemos que hacer cargo de otro tipo de problemas, como el narcotráfico, la segregación en las ciudades y otros factores que desencadenan conductas delictuales. En paralelo, junto con el control de armas, debemos atacar esos factores, porque el problema no se va a resolver solo con una ley más estricta sobre las armas". 2
Lo que se requiere es una política integral más que de leyes o soluciones parche".
Una legislación que regule de manera orgánica esta
materia exige la mayor
celeridad posible".
"Las armas están hechas para matar y son muy eficientes; se producen más muertes cuando hay más armas".
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la discusión sobre la conveniencia o la peligrosidad de tener un arma en el hogar para defenderse sigue en pie.
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