Katherine Escalona M.

El casco histórico de Valparaíso vivió ayer otra lamentable jornada de colapso y ruina urbana. Pasadas las 09.00 horas, cuando algunas personas caminaban hacia sus lugares de trabajo, el frontis del edificio donde se ubicaba el tradicional Bar Inglés colapsó y parte de su fachada se derrumbó hacia la calle Blanco.

Evidenciando una fragilidad estructural que hace temer nuevos desplomes, el edificio se transforma en un recordatorio de lo lejos que está la Ciudad Puerto de honrar su designación como Patrimonio de la Humanidad.

Aunque en la emergencia no hubo heridos, la edificación de tres pisos presenta sus vigas podridas, con serios daños por la acción de las termitas, y ayer eran visibles desde la vereda los ladrillos del segundo y tercer piso, totalmente deshabitados. En el primer piso, en tanto, operaba el restaurante Wall Street, que vendía almuerzos por delivery.

El administrador de este negocio, Miguel Villalobos, dijo que "hace dos años restauramos el local, los cimientos, todo, pero la fachada de arriba estaba inestable. Se le informó al dueño del edificio al cual nosotros le arrendamos, pero no tuvimos respuesta de él, así que seguimos. Hace dos día comenzaron a caer unos ladrillos. Ayer (jueves) fue un poco más. Vinieron de la municipalidad, cercaron el lugar y hoy día (ayer), en la mañana, entré, cerré la puerta, comenzó a crujir y en alrededor de un minuto cayó toda la estructura".

Precisó que "esto nos pilla en un momento muy malo, (...) somos 23 trabajadores, de los cual estamos 10 a 12 personas trabajando y ahora teníamos todo preparado para el almuerzo y tuvimos que cerrar el local porque cortaron la luz, el gas y por preocupación nos hicieron salir. Quedamos ahí, a la deriva".

Al igual que Villalobos, el último arrendatario del ex Bar Inglés, Marcos Hume, recalcó que "esto era una crónica de una muerte anunciada, porque el dueño sabe perfectamente el estado en que se encuentra esa propiedad y se lo dije mil veces. Le pedí mil veces que invirtiera algo para poder sujetar esa propiedad, porque está en estado calamitoso. Todos sabían esto, pero el hombre no quiso hacer nada, no quiso invertir nunca".

Afirmó que "la estructura, me aventuraría a decir, no va a durar al invierno, porque por el tercer piso se llovía hasta el Bar Inglés; entonces, van a venir las lluvias y la situación es peor. A mí me preocupa. Él (refiriéndose al dueño) tiene retenidas cosas que son de mi propiedad y se niega a entregármelas. Para mí que ese derrumbe es una preocupación mayor. Ver cómo se está cayendo es una pena muy grande, pero estamos analizando con los abogados cómo lo vamos a hacer". Este Diario se contactó con el dueño del inmueble, un ciudadano de nombre Johnny, pero dijo estar muy ocupado y no dio ningún tipo de declaración.

Demolición municipal

Debido al riesgo de derrumbe total, personal de la Municipalidad de Valparaíso llegó al área para aplicar el artículo 156 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones y así evitar un desplome mayor que pusiera en riesgo a las personas.

El jefe de Emergencias del municipio porteño, Ezio Passadore, puntualizó que sobre el hecho fue "informado el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), la Subsecretaría del Patrimonio, pero es necesario establecer que cuando se aplica el artículo 156 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, como es en este caso, prevalece la seguridad de la gente por sobre cualquier otro tipo de consideración ".

Con respecto a la infraestructura que data de fines del siglo XIX, manifestó que "son distintos materiales de construcción, lamentablemente en muy mal estado", añadiendo que "las vigas estaban completamente podridas, se nota el efecto de las termitas, el paso del tiempo y la falta de mantención".

El operativo implicó el cierre de la calle Blanco, desde el Pasaje Ross a Urriola. Allí, maquinaria pesada procedió a demoler todo el frontis de la añosa infraestructura. El jefe de Emergencias municipal consignó que con el acordonamiento y aislamiento del lugar se evitó que "hubiera autos estacionados y tránsito peatonal por la vereda" y antes "nos habíamos comunicado con el dueño y planteamos la obligatoriedad de efectuar las medidas de mitigación correspondientes".

Polémica por demolición

La demolición de deteriorados inmuebles patrimoniales no es un tema nuevo. Tras el derrumbe de la escalera Pasteur, en calle Huito, el 13 de agosto de 2019, Passadore enfatizó en una transmisión vía Facebook del municipio que por este hecho la municipalidad entregó un informe al Gobierno Regional y hubo un compromiso del Ministerio de Vivienda para aportar los recursos para efectuar las demoliciones en aquellas propiedades que constituyen un riesgo para las personas.

"Lamentablemente, de esos recursos comprometidos no nos llegó ni un peso, nada, absolutamente nada", por lo que las demoliciones, dijo, han sido con recursos municipales. Sin embargo, eso fue refutado por el intendente, Jorge Martínez, quien señaló que "esto no es efectivo". Valparaíso, expresó, "está en ruina antes de la pandemia, Valparaíso está en ruinas antes del estallido social" y expuso que el año pasado sí estaban los recursos para obras de recuperación patrimonial en inmuebles -no para demoliciones-, pero el municipio no postuló proyectos acordes.

"Les puedo decir que solo se gastaron $400 millones y $600 millones no se ocuparon. Le enviamos oficios a la municipalidad para que nos enviaran proyectos que cumplieran la normativa y nos enviaron una serie de proyectos que no cumplían con ninguna normativa y se perdieron 600 millones de pesos para restaurar, recuperar y hacer obras", dijo.

A una semana de las elecciones municipales y ante un eventual golpe en su candidatura, el alcalde Jorge Sharp reaccionó a través de Twitter: "Falta groseramente a la verdad el intendente @jmartinezvalpo en medios de comunicación. Primero, porque fue negligencia del gobierno regional que impidió contar mil millones comprometidos; y segundo, porque esos recursos no estaban destinados para fachadas, sino para demoliciones".

Pero lo dicho por Martínez en su momento, y publicado por este Diario el 21 de febrero de este año, también fue manifestado por el presidente del Consejo Regional, Manuel Murillo (PS), quien sostuvo que "el municipio tiene diversos proyectos ingresados, pero en el hecho puntual de los mil millones los pilló descolocados, porque presentaron iniciativas de demolición en terrenos privados y no fue aceptado por Contraloría".

"Hoy día (ayer), en la mañana, entré, cerré la puerta, comenzó a crujir y en alrededor de un minuto cayó toda la estructura".

Miguel Villalobos, Restaurante Wall Street

"Nos habíamos comunicado con el dueño y planteamos la obligatoriedad de efectuar las medidas".

Ezio Passadore, Jefe de Emergencia municipal

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