Las diferencias que hay en la desescalada
Las mejores cifras sanitarias permiten que 12 comunas de la Región dejen la cuarentena y avancen a la fase de Transición esta semana. La falta de consenso entre el Mineduc, el Magisterio y los alcaldes, impidió alcanzar un criterio de "mínimos comunes" que fuera en beneficio del proceso educativo de los niños y jóvenes del país.
Los 246 casos nuevos informados ayer por el Ministerio de Salud para la Región de Valparaíso, representan la menor cifra de contagios registrada en siete días y confirma el descenso -lento, pero continuo- de los índices que vive la zona desde fines de febrero, en la llamada segunda ola de la pandemia. ¿Son suficientes estos resultados para avanzar rápidamente en el proceso de desescalada? Una parte de esa respuesta llegó el lunes, cuando la subsecretaria de Salud Pública, doctora Paula Daza, informó que Quilpué, Villa Alemana, San Felipe, Los Andes, Putaendo, Calle Larga, Algarrobo y La Cruz dejarán la cuarentena a partir de mañana jueves. Estas comunas se sumarán a Quillota, Concón, Cartagena y Nogales, que avanzaron a Transición al inicio de esta semana.
La medida fue elogiada por varios alcaldes, quienes destacaron los beneficios económicos, sociales y de salud mental que se derivan del paso a fase 2. El confinamiento estricto queda para los fines de semana y de lunes a viernes está permitido el libre tránsito de las personas, siempre con respeto de las normas de cuidado personal; el funcionamiento de algunos locales de comida, y el reinicio de clases presenciales. Sin embargo, así como las medidas más estrictas decretadas por la autoridad no afectan a todos de la misma forma, tampoco la desescalada reparte sus beneficios de forma pareja.
Un ejemplo de ello es la diferencia de criterios que existe en la reanudación de clases presenciales entre colegios municipales y privados. Por decisión de los propios jefes comunales, de las comunidades educativas, del gremio de profesores o una combinación de esos factores, lo cierto es que la mayor parte de los alumnos del sector público permanecerá en sus casas, sin participar de los avances educativos y psicosociales que surgen de la asistencia física a la escuela o liceo, como lo han predicho numerosos especialistas en la materia. "Lo ideal es volver a clases lo antes posible", reconoce el alcalde de Quillota, Luis Mella, quien de inmediato hace la salvedad: "(Pero) nos parece que la fase 2 no reúne las condiciones para ello". La falta de consenso entre el Mineduc, el Magisterio y los alcaldes impidió alcanzar un criterio de "mínimos comunes" que fuera en beneficio del proceso educativo de los niños y jóvenes del país. Una consecuencia inmediata de este fracaso será la profundización de la actual brecha de aprendizaje entre los estudiantes de colegios públicos y privados, pero con seguridad hay otros impactos negativos en la formación estudiantil de los cuales nos enteraremos en el futuro. No es grato anticiparlo, pero el crispado ambiente que nos toca vivir, donde es tan difícil llegar a acuerdos, tendrá efectos duraderos. Lo plantea mucho mejor Chris Marker, documentalista francés: "Nada distingue los recuerdos de otros momentos. Solo se reconocen más tarde, por sus cicatrices".