El primer día del resto de nuestras vidas
La trascendencia de lo que termine ocurriendo esta noche marcará a las futuras generaciones y al país que todos soñamos construir. Concurrir a las urnas es, finalmente, el respeto a todos aquellos que quedaron en el camino del desatado progreso y modernidad que no los incluyó.
Sometido a un trance histórico, el país define este fin de semana, en el proceso electoral más relevante desde el regreso a la democracia, la posible cicatrización de la más profunda de las crisis sociales y políticas acaecidas desde 1973.
Conseguir de alguna manera cerrar de forma pacífica e institucional las dudas instaladas aquel hoy lejano 18 de octubre de 2019 y el consecuente Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución del 15 de noviembre del mismo año es quizás el mayor compromiso que la ciudadanía tiene hoy con su país, con su democracia y consigo misma, aun cuando muchos de quienes hoy se arrogan tales banderas -qué mejor ejemplo que el alcalde de Valparaíso- estuvieron del lado de la cobardía y el silencio en aquellos aciagos días.
La posibilidad cierta de volver a conversar a cara descubierta y de forma transparente sobre el país que queremos construir es quizás el mayor legado que recibirán las futuras generaciones, validando de forma democrática, geográfica, étnica y paritaria el documento que rija nuestros destinos.
De algún modo todo confluyó para hacer de ésta la madre de todas las elecciones, aun cuando la definición de los gobernadores regionales sea invisibilizada por la trascendencia del proceso constituyente y las siempre tan atractivas batallas municipales, hoy incluso más competitivas que antes tras la ley que impidió la reelección tras tres períodos. Valparaíso, de esta forma, recoge el testimonio de aquella histórica mesa asesora para la descentralización de la Presidenta Michelle Bachelet, integrada precisamente por el actual intendente Jorge Martínez y el candidato a gobernador Manuel Millones, días en los cuales también nació la Fundación Piensa, y otro candidato, el exrector Aldo Valle, posicionó política y nacionalmente al G9 desde el Puerto.
Las ciudades determinarán, asimismo, si apostarán por el continuismo de Jorge Sharp en Valparaíso, la opción de Andrea Molina o Macarena Ripamonti en Viña del Mar, las siempre atractivas comunas de Villa Alemana, Quilpué, Concón, San Antonio, Quillota, Los Andes y todas esas pequeñas comunidades que esperan de sus dirigentes al menos una brizna de esperanza respecto del futuro.
Concurrir a las urnas es, finalmente, el respeto a todos aquellos que quedaron en el camino del desatado progreso y modernidad que, sencillamente, no los incluyó. Ir a votar es rechazar de plano el insulto, el populismo y los proyectos personales de quienes pretenden secuestrar la política para sus miserables intereses.
Si usted no lo hizo ayer, vaya hoy y marque sus preferencias sin miedo ni sesgos de ninguna especie. Mucho se luchó en el pasado para devolverle a la gente un derecho por largo tiempo conculcado.