Las discusiones sobre el patrimonio sin considerar cómo éste se mantiene vivo ya no resisten más análisis, sostiene enfático Iván Poduje, quien plantea que Valparaíso ha recibido más aspirinas que la cirugía de urgencia que requiere, por lo que cree que lo mejor es que la Unesco le retire temporalmente la condición patrimonial, con recuperación sujeta a compromisos de acción concretos por parte del Estado y del administrador del sitio, el municipio local.

El arquitecto de la Universidad Católica de Valparaíso, experto en desarrollo urbano y socio de la oficina de urbanismo Atisba, dice que el problema de fondo es que nadie quiere invertir aquí, "y no hay ninguna parte del mundo, incluso en países ricos, donde se mantenga una ciudad congelada a punta de recursos públicos; tiene que haber inversión privada", pero para eso "se requiere un plan, una propuesta, proyectos, y nada de eso existe".

Columnista de varios medios escritos y frecuente panelista e invitado a distintos programas y foros, cuyos seguidores en Twitter superan los 43 mil, la inacción es lo que más rebela a este arquitecto que en sus tiempos de estudiante pasaba días y días dibujando el Puerto. "Más allá del Estado y del daño del estallido, de la violencia, es que no se haga nada", subraya, y lo considera inaceptable.

Poduje también libra su batalla personal contra los promotores de los loteos brujos, "organizaciones con maquinaria, con topografía, con recursos, con ventas, con publicidad, con red, una industria criminal montada para usurpar y vender tierras robadas que al menos yo no había visto antes", mientras miles de familias que ahorran por largo tiempo para su vivienda demoran entre siete y ocho años en acceder a ella, lo que califica como extremadamente peligroso.

Por eso mismo está sobre la pista de los terrenos fiscales desocupados y le parece increíble que no se usen para construir casas. Uno de sus últimos tuiteos: "En plena crisis de vivienda @GrupoEFE "licita" terrenos en vez de entregarlos para familias sin casa. ¿Quieren operar como empresa privada? Entonces paguen su deuda o quiebren. Cuesta entender tanta indolencia".

Dolores de una ciudad golpeada

- ¿Qué problemas encarna a su juicio el derrumbe del edificio del Bar Inglés, construido en la década de 1860 y ubicado en la zona de amortiguamiento del área histórica de la ciudad?

- Yo creo que, así como al cuerpo cuando está enfermo le empiezan a fallar varias cosas, estos derrumbes son síntomas, son dolores de una ciudad que ya está muy golpeada por el abandono y la falta de inversión. Es muy triste lo que ocurrió con el Bar Inglés, uno de los tantos lugares emblemáticos que se ha perdido en el último tiempo. Una señal más del momento complejo que vive Valparaíso.

- Dos arquitectos ligados históricamente a la declaración patrimonial, Cecilia Jiménez y Mario Ferrada, acusan "patrimonicidio" y repudian la demolición, que la presidenta de Icomos Chile califica como "brutal". ¿Se pudo haber salvado?

- Lo desconozco, pero creo que efectivamente fue bastante poco cuidada, por decir lo menos, la forma en que se retiró la fachada. Pero más allá de este edificio en particular, el problema que tiene Valparaíso es mucho más complejo en su casco histórico, su plan, no solo en la zona de amortiguación, sino en el sitio del patrimonio. Pienso que eso debiera ser el foco de la discusión ahora, yo no me concentraría solamente en el Bar Inglés. Junto con lamentarlo tenemos que, de una vez por todas, ver cómo podemos resolver el problema que se refleja con esa señal y no solamente el síntoma.

- Muchos plantean que sin reactivación económica no hay patrimonio que resista, y Valparaíso se ha ido empobreciendo crecientemente, como lo constatan sus mismos estudios sobre expansión de los campamentos.

- Absolutamente, aquí el problema central es que la ciudad no recibe inversión ni del Estado ni de los privados. Tenemos además una administración municipal que espanta la inversión pública y privada, por lo tanto es un círculo vicioso, sin salida. Lo que se requiere es generar inversión en el plan y en los cerros por cierto, y en el caso del plan permitir que se densifique. No es aceptable tener un centro con siete mil personas mientras que la gente tiene que vivir en los cerros en condiciones muy precarias. Y todas estas discusiones por el patrimonio sin considerar cómo éste se mantiene vivo, ya no resisten más análisis. Cada día vamos a experimentar la caída de una fachada más, hasta que finalmente se termine cayendo el centro completo si es que no hacemos nada. Esperemos que este hecho tan lamentable sirva para atacar los problemas más de fondo.

Aspirinas para afección que requiere cirugía

- Respecto del caso de la fachada del Bar Inglés la presidenta de Icomos dice que la seguridad de las personas es lo primero, pero existen métodos para estabilizar una estructura mientras se evalúa el daño y se proponen acciones. El punto es que son inmuebles privados cuyos dueños no tienen los medios y parece que tampoco la confianza para invertir aquí.

- El problema es que nadie quiere invertir en Valparaíso, digámoslo como es. Y no hay ninguna parte del mundo, incluso en países ricos, como Italia o Francia, donde se mantenga una ciudad congelada a punta de recursos públicos. Eso no existe. En todas partes tiene que haber inversión privada y los propietarios tienen que poder mantener sus inmuebles, pueden recibir alguna ayuda, pero no puede ser eso responsabilidad completa del Estado, no hay caja que aguante. Pero para eso se requiere un plan, una propuesta, proyectos, y nada de ello existe. Volviendo a la analogía del médico: si tú no haces un tratamiento, se va a complicar un brazo, luego un riñón, hasta que el paciente se muere. Obviamente hay que hacer un tratamiento y eso es lo que no se ha hecho, se dan puras aspirinas y analgésicos para una cuestión que requiere cirugía y un tratamiento serio. Yo les pediría a los expertos en patrimonio que no nos desvelemos en la imprudente acción del municipio, sino que en algo mucho más serio que es la falta de un plan para recuperar el centro histórico de la ciudad, los cerros, etc. Ese es el problema.

- El punto es cómo partir. Hay propuestas sobre el repoblamiento del plan de la ciudad, pero no se avanza nada.

-No, porque las propuestas no son concretas. Hay ideas generales que ha trabajado la Cámara de la Construcción con el municipio, pero yo no he visto nunca un proyecto, un seccional para cuatro o cinco manzanas, el Ministerio de la Vivienda también tiene una idea, pero no he visto los planos, no he visto los recursos. Acá hay que hacer proyectos como se hizo en Barón, donde una idea se transformó en un proyecto, se licitó, se consiguieron los recursos y se va a empezar a construir. Tenemos que hacer lo mismo en el Almendral, en el Barrio Puerto, en el barrio financiero: construir, hacer proyectos, no más parches y no más lamentos. Este municipio ha sido incapaz de formular ni un solo plan para recuperar la ciudad. El Pladeco es un tratado de 350 páginas de fundamentación y 10 páginas de propuestas. El plan de acción es una cosa ambigua, sin recursos, sin cronograma, y más encima costó $900 millones, un escándalo. Así no se puede.

"unesco debe poner la presión necesaria"

- El Centro de Patrimonio Mundial de la Unesco hace años viene advirtiendo sobre diversos problemas, como el estado de conservación de los inmuebles, pero aún no existe un plan de gestión y manejo del sitio patrimonial, y desde 2003 han pasado distintas administraciones municipales.

-Me parece que ningún alcalde se ha tomado en serio este tema. Cuando una explosión reventó los inmuebles de Serrano, todo quedó botado ahí. Pusieron una placa e hicieron unas veredas, y ahí están las ruinas de Serrano. Se cayó la escalera de Huito, ahí están las ruinas. Se van cayendo pedazos de la ciudad, se hace una escandalera, un lamento, y ningún plan de acción. El Pladeco es una vergüenza y no hay un plan de gestión patrimonial. Yo creo que lo que tiene que hacerse la Unesco es retirarle la condición de Patrimonio de la Humanidad al sitio, para darle al Estado de Chile una señal de que se tiene que poner las pilas, porque no es aceptable que estemos todos los meses viendo cómo se va cayendo a pedazos la ciudad y se cruzan estas discusiones bizantinas sobre la fachada y la cornisa. Que la Unesco retire la declaratoria y le dé un plazo al Estado de Chile para tener un plan serio, con recursos, con plazos, para poder recuperarlo, y se la devuelva después. Y si no se hace, se pierde. Será lo que nos merecemos.

El problema es que nadie quiere invertir en Valparaíso. Y no hay ninguna parte del mundo donde se mantenga una ciudad congelada a punta de recursos públicos, no hay caja que aguante. Tiene que haber inversión privada. Pero para eso se requiere un plan, una propuesta, proyectos, y nada de ello existe".

"En Barón, una idea se transformó en proyecto, se licitó, se consiguieron los recursos y se va a empezar a construir. Hay que hacer lo mismo en el Almendral, Barrio Puerto, barrio financiero. Este municipio ha sido incapaz de formular ni un solo plan para recuperar la ciudad".

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