Desafíos prácticos del nuevo gobernador
Tras ganar de forma contundente en primera vuelta, Rodrigo Mundaca asumirá el 14 de julio como la máxima autoridad en la Región. Rodrigo Mundaca deberá asumir un cargo que carece aún del conjunto de competencias que le permitirán ejecutar las propuestas de su programa y en un contexto marcado por la crisis económica y la emergencia sanitaria.
Con 60 años de edad, ingeniero agrónomo y por 15 años profesor en las cátedras de frutales de hojas persistentes y conservación de recursos naturales en la Universidad Santo Tomás, Rodrigo Mundaca Cabrera obtuvo un arrollador triunfo en la elección de gobernador regional de Valparaíso, cargo al que postulaba en el cupo de Revolución Democrática, Frente Amplio. Conocido por su defensa irreductible de aquellos vecinos afectados por la falta de agua en zonas como Petorca, Cabildo y La Ligua, Mundaca fundó en 2010 el Movimiento de Defensa por el Acceso al Agua, la Tierra y la Protección del Medioambiente (Modatima), agrupación que le dio una plataforma y el respaldo para enfrentarse a las grandes exportadoras de paltas y la agroindustria. Por todo ese trabajo, fue distinguido en Alemania con el Premio Internacional de Derechos Humanos de Nüremberg.
La victoria de Mundaca en primera vuelta fue una sorpresa, porque analistas y fuerzas políticas percibían que el equilibrio previo entre los candidatos más populares -Manuel Millones, de Chile Vamos; Aldo Valle, de Unidad Constituyente, y el finalmente ganador - iba a derivar inevitablemente en una segunda vuelta. Pero la carrera electoral deparó otra cosa. Para dimensionar el fenómeno es necesario precisar que el líder de Modatima obtuvo el domingo un total de 298.363 votos (43%), muchos más que los 150 mil sufragios que sacó el senador Francisco Chahuán en la senatorial de 2017, cuando varios lo mencionaban como un hito de alcance nacional, y no tan distante de los 387 mil que obtuvo en la Región el Presidente Sebastián Piñera, durante la segunda vuelta presidencial, ese mismo año.
Sin embargo, es una incógnita aún si ese empoderamiento de votos tendrá un efecto concreto en el desempeño del cargo de gobernador regional, una institución nueva, cuyos límites y responsabilidades son aún difusos, debido a que carece de las competencias adecuadas y el financiamiento contundente que le permitan una operatividad a la altura de lo que representa. El proyecto de ley que delimita mejor su asignación de recursos se encuentra aún en un primer trámite constitucional en el Senado y todo indica que no estará promulgado cuando asuma Mundaca, el 14 de julio. Hay otras precariedades que envolverán la instalación de la nueva institucionalidad regional. Por ejemplo, en vez de asumir en el piso 19 del edificio de la Intendencia, Mundaca tendrá que conformarse con una adaptación de oficinas en la séptima planta. Pero el desafío más relevante será liderar una región envuelta en crisis económica, dificultades sanitarias, alto desempleo y disenso en torno a cuáles deben ser las bases de su desarrollo.