"Tenemos que buscar los puntos de encuentro y planes en común, sobre todo con el gobernador regional". Propósito del presidente de la Asociación de Empresas de la V Región (Asiva), Ricardo Guerra, al analizar los resultados electorales.

Posición similar tiene la presidenta regional de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Marisol Cortez, quien expresa el compromiso de su sector a "colaborar activamente con las autoridades, para que en base a la escucha, el diálogo y la participación podamos construir en conjunto".

El llamado debería ser más profundo, pues lo que requiere la Región es una reconstrucción en muchos frentes, como la recuperación del empleo, factor determinante en la estabilidad económica y social, luchando paralelamente contra la pandemia.

En tanto, el presidente de la Cámara del Comercio y Turismo de Viña del Mar, Rodrigo Rozas, afirma que cuenta con propuestas para presentar a la alcaldesa electa, Macarena Ripamonti, las que "apuntan a una reestructuración que beneficie especialmente a la actividad comercial y turística". Sostiene que en la ciudad hay más de 5 mil desempleados y 25 mil personas con suspensión laboral. Recuerda que su decaído sector genera más de 40 mil puestos de trabajo. Insiste en el eterno tema del comercio ambulante, "competencia desleal que no tiene relación con los gastos fijos que tiene una empresa, sin considerar las riñas que se generan en el espacio público". Problema grave, nacional, que golpea con fuerza al comercio y a la seguridad, con mayor fuerza en Valparaíso y Viña del Mar, pero difícil de atacar por sus alcances sociales y electorales.

Con toda razón el presidente de la Cámara Regional del Comercio de Valparaíso (CRCP), José Pakomio, espera que las autoridades electas "pongan especial foco en la reactivación económica" atendiendo a los rubros más afectados. Insiste en el diálogo y búsqueda de consensos y en la necesidad de acotar, "por el bienestar de quienes más lo necesitan", la incertidumbre que inevitablemente acompaña al proceso constituyente.

Explicable incertidumbre cuando se escucha al vocero de la Lista del Pueblo, representada con 27 escaños, quien afirma que "con la derecha no vamos a conversar nunca… tampoco con los partidos mientras no sean liberados los presos políticos de la revuelta". Frente a esas posiciones cerradas es conveniente atender al constituyente Agustín Squella, que postula para el trabajo de la Convención "buena fe, lealtad y la adopción de un tono tranquilo, contenido, pausado, completamente distinto de aquel que emplean las barras bravas rivales cuando se encuentran camino del estadio". Ello, para lograr una nueva Carta que "no tendría que ser la madre de todas las batallas, sino que la madre de todos los acuerdos". ¿Tendrá eco esa sabia recomendación que ayudaría a derrotar la incertidumbre?

Finalizada la efervescencia de las elecciones, es momento de retomar con urgencia y seriedad el plan de salvataje y reactivación de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).

Si bien algunas propuestas han tenido aspectos positivos, como subsidios directos, reestructuración del Fondo de Garantía para Pequeños Empresarios (Fogape) y condonaciones de patentes, el problema de las mipymes debe ser abordado de forma integral.

Hace unas semanas, como Multigremial Nacional enviamos al Gobierno un plan de reactivación con una mirada de mediano y largo plazo, además de medidas para la emergencia.

Entre otras cosas, propusimos terminar con la "mochila" previsional que se ha convertido en un dolor de cabeza para miles de emprendedores que se acogieron a la Ley de Protección al Empleo por más tiempo del previsto, generando leyes sociales de trabajadores impagas, lo que generó una avalancha de empresas "manchadas" impedidas de postular a recursos del Estado.

Pensando en la reinvención pospandemia, propusimos la creación de un Fogape Permanente que permita financiar entre seis a ocho meses de ventas de todas las mipymes del país (quiero remarcar la palabra "todas", que incluye al millón de mipymes), con garantía estatal al 90% efectiva y tasas cercanas a 0% real, lo que permitiría bancarizar a 700 mil emprendedores informales.

Medidas de corto aliento son importantes para dar ayuda urgente y sortear la crisis. No obstante, es fundamental incluir iniciativas que vayan más allá de lo inmediato y que sean abrazadas por todos los sectores políticos.

De otra forma, en algunos meses más seguiremos viendo despidos y quiebras de micro, pequeñas y medianas empresas por no tener herramientas para levantarse y subsistir.

Esperamos que la propuesta del Gobierno incluya la visión y propuestas de todos los sectores. Escuchar es trascendental y la elección recién pasada así lo evidenció. De seguir atrincherados, al menos 300 mil micro, pequeñas y medianas empresas podrían cerrar en el corto plazo y la recuperación de estos emprendimientos tardaría al menos 10 años al país.