Javier Ossandón

Desde el pasado fin de semana era buscada intensamente por familiares y amigos la joven Claudia Vargas Valencia, de 24 años, estudiante de la carrera de Ilustración del Instituto Profesional Arcos de Viña del Mar y también instructora de danza, quien fue vista por última vez en las inmediaciones de la plaza Aníbal Pinto y el cerro Cárcel de Valparaíso.

Ante su inexplicable desaparición, su familia interpuso en la Policía de Investigaciones (PDI) una denuncia por presunta desgracia, por lo que la Brigada de Investigación Criminal (Bicrim) comenzó a realizar diversas diligencias para dar con su paradero.

Fue en este contexto que efectivos de la policía civil tomaron contacto con cercanos a la joven para recabar antecedentes que pudieran dar luces de su paradero, lo que motivó a uno de ellos a dirigirse ayer hasta la casa okupa ubicada en la calle Yungay, casi esquina Edwards, con el fin de revisar el inmueble, por cuanto también era frecuentado por Claudia.

En su recorrido, y en una dependencia alejada de los espacios regularmente transitados por sus moradores, halló su cuerpo, el que pendía de una especie de viga.

Tras concurrir al lugar personal de la Bricim y constatar el hecho, la fiscal Greta Fuchslocher instruyó a la Brigada de Investigaciones (BH) de la PDI de Valparaíso realizar las pericias respectivas.

De acuerdo a lo informado en el lugar por el jefe de la unidad, subprefecto Rodrigo Muñoz, "se dispuso de un equipo de investigadores, donde se trajo un médico criminalista y personal del Laboratorio de Criminalística de nuestro institución, logrando realizar las pericias respectivas en el lugar y donde se pudo establecer, hasta este minuto, que no existe participación de terceras personas en el fallecimiento de la mujer".

La data de muerte sería mayor a 72 horas y la causa del deceso se caratuló como asfixia por ahorcamiento.

Dos detenidos fueron los que dejó una intensa persecución desde un control preventivo en Reñaca hacia Concón, donde los delincuentes pretendieron evadir la fiscalización intentando atropellar a un funcionario de Carabineros, quien terminó con lesiones leves. Además, hubo años en el vehículo policial.

El hecho, que comenzó en calle Borgoño, intersección Angamos, ocurrió cuando se detuvo a un auto con los vidrios polarizados. Fue entonces cuando los ocupantes, según lo explicado por el teniente Germán Espínola, jefe de la Tenencia de Reñaca, "al percatarse de la presencia del personal policial, para evitar ser controlados se abalanzan en contra de uno de los funcionarios, quien logra esquivar el vehículo, impactando el costado lateral derecho". Luego de esta maniobra, los delincuentes comenzaron su huida, seguidos por Carabineros.

La persecución concluyó en Concón, frente a la empresa Enap, cuando el infractor de la ley perdió el control del móvil, "impactando a dos vehículos menores y quedando con daños de consideración en el eje central de la calzada".

Asimismo, el teniente indicó que, una vez detenido, se pudo verificar que si bien no mantenía antecedentes penales, la documentación del vehículo así como la licencia del conductor se encontraban vencidas, razón por la que se habría dado a la fuga durante la fiscalización.