Cartas
Llamado
Queremos expresar nuestro lamento por el fallecimiento de José Miguel, estudiante de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso. Es un triste y severo recordatorio de la precaria atención que damos a la salud mental, no solo desde el punto de vista estrictamente sanitario, sino que estructural y organizacional, en nuestro día a día: trabajos, lugares de estudio, comunidad, familia.
El viaje que toman los jóvenes que aspiran a conformar equipos de salud está lleno de desafíos, entre los cuales, por desgracia, no podemos olvidar la constante carga psicológica y emocional que implica una carrera con altísimo contacto humano, particularmente con su dolor. Hacemos el llamado a escucharnos entre nosotros y no minimizar el sufrimiento de los que nos rodean, dejar atrás las prácticas educativas que promueven la humillación y trabajar por el completo bienestar físico, mental y emocional propio y ajeno.
Dres. Ignacio Hernández y Vicente Quiroz, Consejeros Regionales por Valparaíso del Colegio Médico de Chile
Petición
Ante las críticas y molestia expresadas por el Sr. Rodrigo Mundaca, le pediría, por favor, no llegar enojado a tomar el control de la Gobernación Regional. El conflicto antes de asumir nos pone a todos nerviosos. Lo sucedido desde el 18 de octubre de 2019, el covid-19 y la ayuda a destiempo han alterado dramáticamente nuestras vidas. Por tanto, esperamos de las nuevas autoridades un poco más de templanza y humildad en la tarea gigante que deberán asumir dentro de poco.
Octavio Quiroz
Factores
Entre los factores que hicieron de esta elección una de las más trascendentales de nuestra historia republicana se encuentra, en primer lugar, la fortaleza de nuestro sistema electoral. Resulta fundamental para la democracia y para la legitimidad de cualquier proceso eleccionario la existencia de un sistema electoral transparente y limpio.
Otro asunto importante fue la baja participación ciudadana. Esto último resulta preocupante, especialmente considerando que solo un 43,35% del padrón electoral concurrió a votar. La pregunta que surge es: ¿habrían variado los resultados con sufragio obligatorio?
Por otro lado, un tercer factor es Sebastián Piñera, de quien, sus mismos partidarios, han reconocido que se acostumbró "a llegar tarde" y eso tiene un costo político.
Un cuarto factor es la crisis de la clase política tradicional. La elección del fin de semana pasado implicó un importante debilitamiento de la clase política que gobernó Chile en los últimos 30 años y ello no es una sorpresa. Las últimas encuestas muestran a los partidos políticos y al Congreso Nacional como una de las instituciones que menos confianza generan en la ciudadanía, lo cual se reflejó en esta elección.
En los próximos meses vienen etapas cruciales para Chile. Es de esperar que el Gobierno termine con más aciertos que errores su período y que la clase política analice y sea capaz de leer estos resultados y logre conectar mejor con la ciudadanía, así como también que quienes redactarán la nueva Constitución lo hagan mirando el interés general y no actúen cegados por sus ideologías personales, pues la Constitución es el pacto que fija las reglas básicas y fundamentales de convivencia para todos y todas, incluso para los que piensan distinto.
Dr. Jorge Astudillo Muñoz Académico Facultad de Derecho, Universidad Andrés Bello
Responsabilidad
Con los resultados de la megaelección se ha abierto el debate sobre la urgencia de modificar nuestro régimen electoral. Frente a las ideas transversales de volver al voto obligatorio, otra arista ha sido el exceso de artificios que modifican y sustituyen, en la práctica, la voluntad mayoritaria depositada en el voto. Ello requiere volver a un punto de equilibrio.
Con todo, se echa de menos una reflexión más moderada, que no caiga en un excesivo optimismo refundacional ni en un pesimismo inmovilista. Las clases medias del país -columna vertebral del tejido social chileno-, en su legítima búsqueda de movilidad social, requieren de condiciones que permitan y habiliten a las familias a conseguir ese fin. Para ellas, la argentinización de Chile no es una alternativa: la movilidad, en general, quedaría atascada o, peor, retrocedería.
En esta coyuntura es necesario pensar e imaginar Chile desde la responsabilidad en sentido amplio. Ello, insoslayablemente, requiere complementar nuestra trayectoria de desarrollo con modificaciones urgentes y bien diseñadas, que al mismo tiempo apunten a sostener una institucionalidad sólida. Lo anterior, inevitablemente debiese rechazar el populismo cortoplacista y enfocarse, entonces, en una perspectiva de desarrollo de mediano y largo plazo. Esa brújula nos permitiría sortear el refundacionalismo rampante de una minoría aún embriagada por la victoria marginal.
Camilo Barría-Rodríguez
Apatía, rabia y cansancio
A pesar de que todos los partidos políticos fueron duramente castigados por la ciudadanía, no aprendieron nada de esta última elección.
La gente mostró apatía, rabia, cansancio de ver como siempre, en vez de legislar, se enfocaron en descalificaciones, acusaciones constitucionales, pasando a llevar al Presidente, creyéndose ellos dueños de la última palabra.
¿Hasta cuándo Chile y todos los que vivimos en él tendremos que soportar esta política sucia e infecciosa, peor que un virus, y que no se veía desde hace muchos años? Debo decir que este país retrocedió 50 años por la mala calidad de los políticos y seguirá retrocediendo con ideas añejas y fracasadas que se pretenden imponer.
M. Cristina Ruiz-Tagle L.
Crispación política
Si el Museo de la Memoria mostrase el clima de radicalización política y violencia que hubo durante el gobierno de la Unidad Popular (Partido Socialista, Partido Comunista, Movimiento de Acción Popular Unitario -MAPU-, Acción Popular Independiente -API- y el Partido Social Demócrata), hoy habría una mayor conciencia de lo fácil que es hundir la democracia y no estaríamos viendo esta tole tole y tristes espectáculos en los distintos sectores políticos que se arrogan tener el mejor camino para los ciudadanos.
René Adrián Zapata Valiente