Emprendedoras de Curauma realizan paseos para perros
"Paseos enriquecedores y de calidad" es el slogan del emprendimiento que dos jóvenes mujeres han impulsado en Curauma. Lo que comenzó como diversión, por una experiencia cuidando perros en Argentina, donde es muy común ofrecer el servicio de paseos de mascotas, es hoy para Paz Vásquez (32) e Isidora Luz Mera (28), fotógrafa y artista visual, respectivamente, la principal fuente de ingresos. Han encontrado en los cuidados de mascotas un estilo de vida y una verdadera pasión.
"Paseos de Felicidad", comenta Isidora, partió con salidas individuales en 2019 y actualmente abarca el cuidado de siete manadas de perros, con dos en Viña del Mar y cinco en Curauma. "Realizamos rutas porque los dueños de estos animalitos no siempre tienen el tiempo para hacerlo de manera habitual", explica. Pero no es un servicio cualquiera, sino uno que "incluso les ha servido a los dueños para mejorar la relación con sus mascotas". Paz Vásquez detalla que "hacemos petsitter, baños y también fusionamos nuestras habilidades y conocimientos artísticos con el emprendimiento, a través de las fotografías, vídeos, dibujos y esculturas".
Se estima que en Chile el 70% de los hogares tiene mascotas, con pocos sistemas de acompañamiento y tiempo limitado para paseos. Por lo mismo, para estas emprendedoras Curauma y Viña del Mar -con visitas al Jardín Botánico- se han convertido lugares perfectos para el desarrollo del proyecto. "Llevamos a las mascotas al bosque y tenemos circuitos. Los perros, dependiendo de su personalidad y tamaño, necesitan distintas actividades, entonces nosotras, como ya los conocemos, hemos ido creando estas comunidades de perros; se han hecho amigos y son muy felices, porque en las rutas ellos son libres y se crean vínculos. Son paseos de bienestar donde estamos todos felices", señala Paz.
STELLA Y BARTOLO
Stella es una perra de tres años, de raza fox terrier. Su dueña y vecina de Curauma, María José Grave (40), es veterinaria y ha optado por dejar en manos de "Paseos de Felicidad" a su mascota, que es como una hija. "Desde chiquitita la saco a pasear para que socialice con otros animales. Lo más importante en esta raza es la socialización temprana. Cuando llegó la pandemia ya no pude enviar a mi perrita al hotel y ellas -Paz e Isidora- aparecieron en mi vida. Las conocí, les presenté a Stella y ellas tienen un ángel. Se entienden muy bien con los animales. Stella sale cuatro veces a la semana. La vienen dejar y a buscar y llega lona, cansada y feliz".
Por otro lado, Karimme Sacre (31) es ingeniera industrial y su mascota es Bartolo. La profesional comenta que cuando vivía en Santiago su mascota salía con ella todos los días al parque, y que cuando comenzó la pandemia su familia se fue a vivir a Curauma. "Por Instagram me enteré de la existencia de los 'Paseos de Felicidad' y contraté el servicio, ya que fue la única instancia donde vivimos para que él estuviera con más perros dada la pandemia", detalla, y agrega que Bartolo no solo disfruta de la compañía de otros perros y de sus cuidadoras, sino que "también aprendió a nadar gracias a ellas, lo que no es menor, ya que antes Bartolo le tenía terror al agua; se acercaba a la laguna de Curauma y le ladraba al agua sin parar. Las chicas le enseñaron incluso metiéndose ellas a la laguna con él, y ahora para qué te digo: va a la laguna y se tira solo un piquero; ahora es su actividad favorita. Es realmente gratificante verlo tan contento". c&p
Proyecto rescata historia de antigua Central Hidroeléctrica El Sauce
"Complejo Hidroeléctrico El Sauce y La Luz. Patrimonio Industrial de Placilla de Peñuelas, Valparaíso" es el nombre del proyecto que el Centro Cultural de Placilla realiza con el objeto de investigar y difundir la historia, aporte y calidad patrimonial-industrial de este vestigio histórico, que durante el siglo XX -junto al Tranque La Luz- abasteció las necesidades de energía eléctrica de Valparaíso.
La Central Hidroeléctrica El Sauce está ubicada entre Laguna Verde y Placilla de Peñuelas y fue construida en 1908, como un proyecto encabezado por la Compañía de Tranvías Eléctricos de Valparaíso. Su principal función era abastecer de electricidad no solo a la ciudad, sino también a sus ascensores y los tranvías que circulaban en el plan de la comuna.
"La idea es recopilar información histórica, que ya tiene cierto avance porque tenemos documentación y variada información, pero lo que no habíamos hecho es ir a terreno y revisar desde la misma arquitectura y geografía del lugar los vestigios que podemos encontrar", explicó Pamela Fuentes, directora del Centro y quien lidera esta iniciativa financiada por un Fondo de la Cultura y las Artes (Fondart) adjudicado este año y que se ejecutará hasta diciembre próximo.
El proyecto tiene una inversión que supera los $13 millones y según explica el arquitecto Rodrigo Fuentes, magíster en Recuperación Patrimonial que forma parte del equipo, por un lado se realizará la revisión in situ de todo lo que es el conjunto hidroeléctrico que se inicia en el Tranque de la Luz. La labor continúa en el sector de contención del agua, donde hay también viviendas de ingenieros que trabajaban en el sistema para su funcionamiento; sigue en los túneles de carga, y se extiende hasta más abajo, en el área de la central El Sauce, donde también hay otras casas. "Nos servirá este recorrido para contrastar la información que hemos tenido gracias a un registro documental que entregó una persona cuyos familiares trabajaron en este lugar", detalla el profesional.
REGISTROS
El arquitecto agregó que con la información recopilada se va a poner en valor el lugar para desarrollar un reporte que se enviará al Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), como una propuesta para que se evalúe la posibilidad de otorgar protección oficial a este patrimonio histórico. "Esto es fundamental, porque hasta la fecha esta construcción patrimonial está en el abandono. No solo se han robado personas externas todo lo que había, sino que Esval, dueño de todo este complejo, lo tiene abandonado y lo ha dejado a su propia suerte", afirma, agregando que "a partir de esa declaratoria sería un lugar protegido por la Ley 17.288, que obliga al propietario del bien a cuidarlo y restaurarlo".
Paralelamente, mientras se termina la fase investigativa y la puesta en valor del lugar con el reporte técnico, se creará un libro que reúna toda la información para divulgar y concientizar sobre el tema tanto en la comunidad de Placilla de Peñuelas como en Valparaíso, donde será distribuido.
El proyecto culminará con una exposición fotográfica de la investigación. "Este es un proyecto de largo aliento que pretende recuperar el patrimonio de la conexión que existía hace casi 100 años entre Placilla de Peñuelas y Laguna verde, dos localidades que en estos momentos se conocen como el patio trasero de Valparaíso, y están constantemente siendo amenazados en aspectos medioambientales", dijo Pamela Fuentes. c&p