"Hay que preguntarse quién mandó a hostigar a Rafael González"
"El hecho que nadie se haya adjudicado el atentado contra Rafael González demuestra la calaña de esta gente", parte diciendo el periodista deportivo Juan Cristóbal Guarello respecto al ataque con explosivos a la casa del presidente de Santiago Wanderers, perpetrado la noche del domingo pasado.
Este año el comentarista de radio ADN publicó su libro "País Barrabrava", ensayo donde expone su visión respecto a las hinchadas de los clubes de fútbol.
De acuerdo al escritor, las estructuras de los grupos ultras del fútbol chileno han cambiado en los últimos años y ya no hay rostros visibles ni líderes conocidos, como sucedió en sus primeros años.
Por eso, su reflexión sobre el amedrentamiento al dirigente de la sociedad anónima caturra parte con un ejercicio retórico: "Lo primero que hay que preguntarse es quién mandó a hostigar a Rafael González".
"Las barras bravas tienen tres estratos, los periféricos, que son la gran mayoría, luego los militantes y el núcleo duro. Generalmente los comunicados los hace el núcleo duro, pero en las redes sociales uno nunca sabe quién está hablando, hoy estos grupos son mucho más líquidos que antes. En la Garra Blanca y en Los de Abajo tú ya no sabes quién es el líder, eso se puede prestar para cualquier cosa. No hay una cara visible porque se han dado cuenta que poniendo su rostro se exponían y terminaban fácilmente reducidos o detenidos", expone Guarello.
El periodista compara esa estructura con la de los carteles de la droga en el mundo: "Los 'Chapo' Guzmán o los Pablo Escobar ya no existen, porque se dieron cuenta que florearse y exponerse era una mala idea para el negocio, no sirve para el negocio".
- ¿Y cuáles son sus teorías respecto a lo que pasó en Wanderers?
- Existen dos posibilidades, que efectivamente haya sido un grupo de Los Panzers, un piño que tuvo la mala idea de hacer este atentado. No sé si hubo en estos últimos días algún otro tipo de manifestación.
- La semana pasada un grupo de hinchas irrumpió en el entrenamiento del equipo en Playa Ancha por la mala campaña.
- Eso significa que lo que pasó con González no fue un caso aislado. Se puede decir, entonces, que la barra está en una campaña apretando a los jugadores por la mala campaña futbolística, lo que no es nada nuevo bajo el sol. Eso se enmarca dentro de "barrabravismo" clásico.
- Quizás la diferencia en este caso sea que la barra porteña estuvo prácticamente desde siempre en contra de la gestión de la sociedad anónima. Esto es distinto a lo que pasó con Colo Colo, por ejemplo, donde la Garra Blanca aparentemente actuaba cooptada por los dueños de Blanco y Negro.
- Claro, pero nunca tuvieron problemas con Reinaldo Sánchez. Les pasaban plata. Acuérdate que Los Panzers irrumpieron en la concentración de Jorge Coulon, del Partido Comunista, el 2017. Yo creo que alguien los contrató. Es muy viejo eso. Y reitero, Los Panzers convivieron muy bien con Reinaldo Sánchez. Quizás Nicolás Ibáñez les dijo que no les iba a pasar plata. En lo objetivo, con los microbuseros, Wanderers funcionaba como un club privado de Reinaldo Sánchez, era el dueño del club. Ahora se le dio un marco legal, pero en ningún caso es que hayan pasado de ser un club transversal, abierto, participativo, a ser una simple empresa. Ya era una empresa que tenía la exención tributaria del club social y deportivo.
- Hubo un paréntesis en 2007, cuando los socios se hacen cargo del club, pero terminan descendiendo y con serios problemas económicos. Después de eso un grupo de empresarios pudo comprar el club más barato.
- Claro, pero insisto en que la posición de la barra contra la sociedad anónima es porque estaban muy cómodos con Sánchez. Los Panzers nacieron y prosperaron con esa administración. En esto es quién paga más nomás. Y respecto a lo del amedrentamiento hay dos posibilidades, o los mandó alguien interesado, pensemos que Valparaíso está bien movidito; o simplemente que el núcleo duro quiere pegar un cuartelazo o busca cuotas de poder con Rafael González. Eso es todo. No es más enredado que eso. Todo el componente ideológico déjaselo a los sociólogos que andan dando pena en seminarios "barrabravísticos" lamentables, porque un acto como el del domingo no son capaces de explicártelo.
- ¿Usted ve indicios de que el narco ha entrado en las barras?
- Los narcos están en el mundo popular y las barras también. Los barristas no son seres de luz que no se contaminan. De una u otra manera tienen que convivir con eso; por lo tanto, es imposible que en algún momento un grupo importante no termine cooptado. Ahora, que las barras bravas sean directamente grupos narcos, yo no tengo pruebas al respecto. Que hay integrantes de las barras bravas que son parte de los carteles narco, totalmente sí, porque son parte de la sociedad.
- En su libro usted se refiere a la participación de las hinchadas en el estallido social y no les da demasiada importancia.
- Se integraron como se integró todo el mundo popular, pero en ningún caso son articuladores. Esto ya quedó comprobado el 18 de octubre del 2020 en la plaza Italia, los tipos se agarraron a puñaladas entre ellos y apareció la diferencia histórica entre las barras, eso explotó y toda esta teoría idiota de que "perdimos tanto tiempo peleando entre nosotros" murió aquel día. Se acabó para siempre y todo lo que se diga después es una farsa, es una mentira, un acomodo y una deshonestidad intelectual terrible. Y seguramente si Everton le llega a ganar a Wanderers, nuevamente vamos a tener mambo. Nada nuevo bajo el sol.
- ¿Y cómo ve la influencia del pinochetismo en la Garra Blanca y Los de Abajo? Se sabe que líderes de ambas hinchadas eran admiradores de la dictadura.
- Yo creo que el pinochetismo ya está muerto, murió el domingo antepasado, se acabó como fenómeno masificado. Yo creo que en las barras bravas también fue desapareciendo en la medida que se fue diluyendo en la sociedad.
- Se lo preguntaba por los vínculos de "Pancho Malo" y el "Mono Ale".
- Eso ya no corre. Yo creo que en las barras hay grupos antifascistas, pero no son hegemónicos. ¿O te parece que Reinaldo Sánchez era de izquierda? Los que están en contra de las sociedades anónimas están en contra de un modelo de negocio que los perjudica, pero no están en contra porque Valparaíso no iba a estar representado como correspondía.
- ¿Hay intereses económicos?
- Siempre ha sido así.
"Con los microbuseros, Wanderers funcionaba como un club privado de Reinaldo Sánchez, era el dueño del club".
"Yo creo que en las barras hay grupos antifascistas, pero no son hegemónicos. ¿O te parece que Reinaldo Sánchez era de izquierda?".
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